miércoles, 28 de enero de 2009

Republicanos que le facilitarán la vida a Obama- edición Senado

Si la semana pasada hablábamos de aquellos demócratas que, por representar a Estados que votaron por McCain en las pasadas presidenciales, estarían tentados de llevarle la contraria a Obama en el Senado, hoy toca hablar del supuesto contrario, es decir, de republicanos que, por haber ganado Obama las presidenciales en su Estado, romperán filas con su partido en numerosas votaciones, ayudando a Obama a obtener en el Senado la mayoria cualificada de 60 votos necesaria para poder superar lo que se llama el "filibuster", es decir, el bloqueo de una medida por parte de la minoría.

Una vez más, veamos en el mapa donde se encuentran esos posibles votos republicanos para Obama:

Generated Map

- En azul claro, Estados con un Senador republicano cuyos votantes se decantaron por Obama en las pasadas elecciones (Nevada, Iowa, Indiana, Ohio, Pennsylvania, New Hampshire, Carolina del Norte y Florida)
- En azul oscuro, Estados con dos Senadores republicanos cuyos votantes se decantaron por Obama en las pasadas elecciones (Maine)

Una vez más, cada Senador es un mundo. Entre los 10 republicanos en "territorio Obama", hay Senadores que no votarán las propuestas de Obama aunque les vaya la vida en ello, y otros más acomodaticios o más moderados, que sí apoyarán al Presidente a menudo. Repasémoslos Estado por Estado:

- Carolina del Norte: Richard Burr (porcentaje de voto de McCain en Carolina del Norte en la ultima eleccion: 49,38%).

Burr tiene un problema: es uno de los Senadores más conservadores (el 8º más conservador, según Voteview) en un Estado que, aunque por poco, votó por Obama en las pasadas elecciones presidenciales. A mayor abundamiento, su escaño lleva cambiando de manos en cada elección desde 1974 (ningún Senador desde esa fecha ha conseguido la reelección). Y por si fuera poco, existe la posibilidad de que en 2010, cuando le toca presentarse a su primera reelección, Burr se enfrente a un rival formidable: el fiscal general de Carolina del Norte, el demócrata Roy Cooper.

Burr, en síntesis, se encuentra con que representa a un Estado que ya no es el mismo que le eligió a él hace cuatro años. Sin embargo, la nueva situación no parece haberle causado excesivas cuitas, y en las primeras votaciones que llevamos ha votado contra Obama en varias ocasiones (ayer, por ejemplo, se opuso al nombramiento de Geithner como Secretario del Tesoro). Veremos si a medida que se acerquen las elecciones de 2010 se mueve un poco hacia el centro, o si se arriesga a perder su escaño por ser demasiado conservador (¡para Carolina del Norte! quién lo hubiera dicho hace cuatro años).

- Indiana: Richard Lugar (porcentaje de voto de McCain en Indiana en la ultima eleccion: 48,88%).

Lugar se encuentra en una situación similar y diferente a la de Burr. Similar por cuanto Lugar, súbitamente se ha encontrado con que su Estado, tradicionalmente republicano, votó por un candidato demócrata por primera vez desde 1964. Diferente, por cuanto Lugar está mucho mejor preparado que Burr para afrontar esta nueva situación. Lugar es el decano de los senadores republicanos. Elegido por primera vez en 1976, es una institución en Indiana. Pese al sesgo claramente republicano (hasta el 2008) de su Estado, Lugar ha sido tradicionalmente uno de los Senadores republicanos más moderados (ayer, sin ir más lejos, votó a favor de la extensión del programa de seguro médico infantil, junto a tan solo otros ocho republicanos, además de todos los demócratas).

A sus 76 años, y tras 32 en el Senado, Lugar ha visto como su Estado se ha movido bajo sus pies, pero así como en el caso de Burr, Carolina del Norte se ha alejado de éste, en el caso de Indiana, ha sido ésta la que se ha acercado a Lugar (que por cierto, es el Senador republicano que tiene una amistad más profunda con Obama). Lugar probablemente ayudará al Presidente en muchas ocasiones, y tiene su escaño asegurado, haga lo que haga, de por vida.

- Florida: Mel Martinez (porcentaje de voto de McCain en Florida en la ultima eleccion: 48,10%).

Martinez se retira, dejando su escaño abierto para las elecciones de 2010. El único senador hispano del GOP abandona pese a ser relativamente joven. Las encuestas indicaban que sus posibilidades de reelección eran dudosas (quizá es un pelín demasiado conservador para Florida, y en todo caso el sesgo anti-inmigrante del Partido Republicano le estaba haciendo mucho daño).

¿Cómo votará en los próximos dos años, ahora que no tiene que preocuparse por la reelección? Pues la verdad es que mi primera impresión es que votará como siempre: como un republicano más bien conservador. Quizá, en caso de conflicto, donde usualmente votaría siguiendo las directrices del Partido, le conceda a Obama el beneficio de la duda. Pero rara vez será el famoso voto número 60 que ayude a los demócratas a superar el "filibuster".

- Ohio: George Voinovich (porcentaje de voto de McCain en Ohio en la ultima eleccion: 46,83%).

Voinovich también se retira. Las mismas consideraciones que hemos efectuado para Martinez le son de aplicación al Senador de Ohio: a sus 72 años, y con una durísima campaña de reelección en 2010, en un Estado que ha girado hacia los demócratas con bastante claridad en las últimas elecciones, Voinovich (que se estaba volviendo impopular, según las encuestas), ha tirado la toalla. Voinovich, un hombre tradicionalmente moderado (más que Martínez) probablemente se sentirá tentado a echarle una mano al presidente Obama en los dos próximos años si lo ve realmente necesario (un ejemplo: el pasado día 26 Voinovich votó a favor de designar a Timothy Geithner secretario del Tesoro, pese al fiasco de sus declaraciones de renta fallidas, cuando la mayoría de sus compañeros -incluido Mel Martinez- e incluso algunos demócratas votaron en contra. Éste es un ejemplo claro de una votación en que un republicano que se retira le hace un favor a un Presidente demócrata, cosa que no haría si tuviera que someterse a unas primarias en año y pico. Habrá más situaciones similares).

- New Hampshire: Judd Gregg (porcentaje de voto de McCain en New Hampshire en la ultima eleccion: 44,52%).

Gregg es quizá el caso más fascinante de entre todos los Senadores republicanos. Lo ha sido todo en New Hampshire: congresista, gobernador, Senador desde 1992. Pero Gregg se ha dado perfecta cuenta que tras las elecciones de 2006 (en las que los dos congresistas republicanos del Estado fueron derrotados) y de 2008 (donde su compañero republicano en el Senado John Sununu también perdió, y claramente), que New Hampshire ha girado bruscamente a la izquierda (con el agravante de que Gregg es uno de los Senadores republicanos más conservadores y se enfrenta a la reelección en 2010).

¿Qué ha hecho Gregg? Siguiendo a su Estado, ha girado súbitamente hacia la izquierda; aprobó la entrega al Gobierno Obama de la segunda parte del rescate financiero (¡la Senadora demócrata de New Hampshire votó en contra!), votó a favor de Geithner como Secretario del Tesoro, y al parecer Obama está interesado en nombrarle Secretario de Comercio (el único puesto de la administración que falta por designar). Si eso acabará resultando cierto, sería un golpe maestro de Obama (porque el gobernador demócrata de New Hampshire sería el encargado de nombrar al sustituto de Gregg).

En cualquier caso, y si no se concretara su salida del Senado, parece evidente que Gregg será uno de los apoyos más claros republicanos que pueda encontrar Obama en los próximos dos años, al menos.

- Iowa: Chuck Grassley (porcentaje de voto de McCain en Iowa en la ultima eleccion: 44,39%).

A los 75 años, y elegido por primera vez en 1980, Grassley es a Iowa lo que Lugar a Indiana: una auténtica institución. Conservador, pero no ultraconservador, el Senador de Iowa afronta una campaña de reelección en 2010, pero no parece estar excesivamente atemorizado (a pesar de que su Estado ha girado muy drásticamente hacia los demócratas en este ciclo electoral). Pese a ello, Grassley, que ganó en 2004 su cuarta reelección con el 70% de los votos, sabe que ganará si se vuelve a presentar, así que es dudoso que vaya a ser especialmente generoso con Obama (salvo en materia de subsidios agrícolas, donde Grassley está mucho más cerca de las posiciones demócratas que de las republicanas).

- Pennsylvania: Arlen Specter (porcentaje de voto de McCain en Pennsylvania en la ultima eleccion: 44,17%).

El veterano (78 años, elegido por primera vez en 1980) Senador republicano de Pennsylvania es uno de los últimos genuinos moderados que quedan en el caucus republicano. Specter, que representa a un Estado que ha votado demócrata en las últimas cinco elecciones presidenciales, es uno de los pocos Senadores republicanos que no se oponen al aborto, y fue una pieza memorable en el fracaso de la nominación de Robert Bork al Tribunal Supremo en 1987.

Specter se enfrenta a la reelección en 2010. Su gran temor era verse sometido a una primaria por su flanco derecho (estuvo a punto de perder su escaño en 2004 por ese motivo), pero su rival en aquellas primarias ya ha anunciado que no repetirá su intento de derrotar a Specter. Eso permitirá a éste votar como lo que siempre ha sido: un Senador moderado (un ejemplo clásico de su actitud lo dio ayer: fue el único Senador republicano -masculino- que apoyó la "Lily Ledbetter Act", la ley contra la discriminación salarial contra las mujeres). Obama puede contar con su voto para este tipo de cosas (y especialmente para la EFCA- el año pasado fue el único republicano, a secas, que la apoyó-).

- Nevada: John Ensign (porcentaje de voto de McCain en Nevada en la ultima eleccion: 42,65%).

Las elecciones presidenciales han puesto en un autentico brete a John Ensign, el Senador republicano de Nevada. Ensign, que es uno de los miembros conservadores del Senado (y que, en su condición de líder del Comité Republicano Nacional para el Senado está obligado a ser una de las imágenes públicas del partido), se encuentra ahora ante la desagradable evidencia de que su Estado ha girado brutalmente hacia los demócratas (entre otras cosas a raíz de un incremento muy acusado en el voto hispano, que históricamente había sido más bien flojo).

Ensign no afronta la reelección hasta el año 2012, pero precisamente al tener que afrontar la misma junto a una elección presidencial, puede verse en una situación de auténtico peligro, y especialmente habida cuenta de que no es un Senado extremadamente popular (ganó en 2006 con un 55% de los votos contra un contrincante más bien flojo -un hijo de Jimmy Carter-).

Sin embargo, por el momento Ensign no parece estar especialmente asustado, y en las primeras votaciones en el Senado ha votado contra los demócratas en la mayoría de las ocasiones. Veremos si, a medida que avance la legislatura, y si las encuestas le empiezan a ser desfavorables, está tentado de girar hacia el centro.

- Maine: Olympia Snowe y Susan Collins (porcentaje de voto de McCain en Maine en las últimas elecciones: 40,38%)

Curiosamente, el único Estado que tiene dos Senadoras republicanas es al mismo tiempo el Estado más demócrata (de entre los que tienen a Senadores republicanos). Sin embargo, sus dos Senadoras son muy populares (Snowe fue reelegida en 2006, un mal año para su partido, con un espectacular 73% de los votos. Collins fue reelegida en 2008, otro mal año para su partido, con un más que notable 61% de los votos), básicamente porque encajan perfectamente con su Estado: son dos Senadoras centristas, moderadas, relativamente favorables al aborto, a la investigación con células madre o a los derechos de los gays.

En el nuevo contexto político, ambas se encuentran bien situadas para ser de las miembros más influyentes del Senado, especialmente Snowe, que lleva ya varios años participando en todas las negociaciones relevantes (dato simpático y sin importancia: es la único miembro cristiana ortodoxa del Senado).

Nate Silver indicaba hace un par de días en su página web http://www.fivethirtyeight.com/ que Snowe ha votado con los demócratas en 26 de las 31 votaciones que llevamos en esta sesión en el Senado (supongo que irá matizando su posición con el paso de los días, pero en este momento se me ocurren dos o tres demócratas que seguramente no han votado tantas veces con su partido en lo que llevamos de mes).

También habrá que tener en cuenta a los Senadores republicanos de Estados en los que Obama estuvo cerca de ganar (Kit Bond, el Senador de Missouri, que además se retira en 2010, lo que probablemente hará que voten en ocasiones con la Administración demócrata cuando normalmente no lo haría).

Y por último están los republicanos que son más liberales que su Estado, y que le pueden dar algún disgusto a su Partido. Lisa Murkowski, de Alaska, es el ejemplo más claro, aunque tiene que ir con muchísimo cuidado, porque existe el riesgo de que Sarah Palin, la gobernadora de su Estado, la desafíe en las primarias. Y la gran incógnita: John McCain, de Arizona. ¿Qué hará McCain? ¿Mantendrá su línea de voto de los últimos seis años, cuando ha sido uno de los miembros más conservadores del Senado -de cara a obtener su nominación en las presidenciales-, o volverá a su patrón de voto del período 2001-2002, cuando fue el quinto miembro más liberal de su Partido, votando contra los recortes de impuesto de Bush, a favor de la reforma de la financiación de partidos junto a Russ Feingold, el demócrata ultra-liberal de Wisconsin? Por ahora, en las primeras votaciones McCain se está mostrando más bien conservador -afronta la reelección en 2010- pero según y cómo puede acabar siendo uno de los grandes aliados de Obama.

De todos modos, dejo caer un dato: en lo que llevamos de mes, los demócratas en el Senado no han perdido ni una sola votación, y casi siempre ha habido alguno o varios republicanos apoyándoles. Las cosas pueden cambiar, pero por ahora las perspectivas para Obama son buenas.

miércoles, 21 de enero de 2009

Barack Hussein Obama, 44º Presidente de los Estados Unidos

No creo que sea posible enfatizar lo histórico de esta fecha. Por primera vez en la historia, una nación escoge a un miembro de una minoría étnica como Presidente, y lo hace con una ceremonia inaugural que es la envidia del planeta, por su grandeza, por su emoción y por su belleza.

Estados Unidos, un país tan caricaturizado desde Europa, ha demostrado a lo largo de los últimos meses que los que tenemos mucho que aprender de su democracia somos los demás.

Una democracia imperfecta, sin duda (¿pero hay alguna mejor en el mundo?). Hoy Washington ha brillado como una estrella para todas las naciones de la Tierra. Y el mundo ha observado con asombro como Estados Unidos, que tantas horas de gloria ha dado al nombre de la democracia, se ha reinventado una vez más, eligiendo a un hombre que hace sólo cuarenta y cinco años hubiera tenido verdaderos problemas para votar en su país.

Bajando a lo pedestre, unas pocas notas sobre la ceremonia:

- Todo ha ido bastante bien, hasta que el Presidente del Tribunal Supremo se ha perdido en la jura y ha estropeado el momento más esperado del día. Para el futuro, Roberts, que es joven, y que jurará a muchos presidentes, debería aprender de su colega John Paul Stevens, que a sus 88 años, con buen criterio y por si acaso, se trajo sus líneas escritas para la jura del vicepresidente.

- Buen discurso inaugural del Presidente: serio, sobrio, sin populismos ni concesiones a la galería. Quizá no tenga ninguna frase memorable, pero la competencia es durísima (basta con leer el increíble segundo discurso inaugural de Lincoln, una obra maestra de la oratoria de todos los tiempos, para hacerse una idea). Pero como decía un comentarista de la National Review (que no es precisamente un nido de liberales), "qué gusto volver a tener un Presidente que sabe hablar en público".

- Y el mejor momento de la ceremonia: la bendición del reverendo Lowery, héroe de la lucha de los derechos civiles, culminando con un vibrante: ¡Que todos aquellos que hacen justicia y aman la piedad digan Amén!

Amén.

sábado, 17 de enero de 2009

Demócratas que le causaran problemas a Obama: edición Senado

Aunque todavía está pendiente de decidirse la batalla por el ultimo asiento en el Senado (el de Minnesota), todo parece indicar que el candidato demócrata, el cómico radiofónico Al Franken, ha ganado las elecciones en ese Estado.

Si ese hecho se confirma, la configuración final del Senado será la siguiente:

- 57 Senadores demócratas.
- 2 Senadores independientes alineados con los democratas (Sanders, socialista de Vermont, y Lieberman, "demócrata independiente" de Connecticut).
- 41 Senadores republicanos.

Por lo tanto, los demócratas tendrán una amplia mayoria en la Camara Alta, lo que en principio parecería presagiar que el presidente Obama podrá imponer su programa electoral sin demasiados problemas. Sin embargo, eso no es exactamente así por dos motivos:

1) En primer lugar, por cuanto en muchas ocasiones se precisa una mayoria cualificada de 60 votos para poder superar lo que se llama el "filibuster", es decir, el bloqueo de una medida por parte de la minoría. Muchas leyes son sometidas a dos votaciones: la primera, con un umbral de 60 votos, tiene por objeto decidir si se pasa a votar la ley en cuestion. La segunda votación (que en realidad es la votación de la ley propiamente dicha) exige una mera mayoría simple de 51 votos para ser aprobada.

2) En segundo lugar, por cuanto los Senadores norteamericanos, al contrario que en nuestro país, son verdaderamente independientes y votan mucho más en función de los intereses de su Estado en concreto que del presidente en particular. Y la disociación entre unos y otros intereses adquiere su expresion mas clara en aquellos Senadores democratas que representan a un Estado que no ha votado por Obama (y a la recíproca, en aquellos Senadores republicanos que representan a un Estado que sí ha votado por Obama).

En el mapa que adjunto se pueden ver cuatro categorias de Senadores, en torno a los cuales girarán la mayoria de los votos decisivos en los proximos veinticuatro meses:
Generated Map

- En rojo claro, Estados con un Senador demócrata cuyos votantes se decantaron por McCain en las pasadas elecciones (Alaska, Dakota del Sur, Nebraska, Missouri, Louisiana)
- En rojo oscuro, Estados con dos Senadores demócratas cuyos votantes se decantaron por McCain en las pasadas elecciones (Montana, Dakota del Norte, Arkansas, West Virginia)
- En azul claro, Estados con un Senador republicano cuyos votantes se decantaron por Obama en las pasadas elecciones (Nevada, Iowa, Indiana, Ohio, Pennsylvania, New Hampshire, Carolina del Norte y Florida)
- En azul oscuro, Estados con dos Senadores republicanos cuyos votantes se decantaron por Obama en las pasadas elecciones (Maine)

Como se puede ver, hay 13 senadores demócratas en Estados republicanos y 10 Senadores republicanos en Estados demócratas, por lo que Obama tendrá probablemente que ir ley por ley para recabar el apoyo de sus correligionarios, y es probable que en algunas ocasiones la minoría de bloqueo consiga vetar la ley en cuestion. Todo dependerá de la popularidad del Presidente y de la convicción de cada Senador respecto de los votantes de su Estado en el tema que se debata.

Por supuesto, cada Senador es un mundo. Entre los 13 demócratas, hay Senadores que votarán las propuestas de Obama sin miedo alguno, y otros que votarán muy a menudo con los republicanos. Repasémoslos Estado por Estado:

- Missouri: Claire McCaskill (porcentaje de voto de Obama en Missouri en la ultima eleccion: 49,25%) probablemente le causará algunos (no muchos) problemas a Obama.

Pese a que fue una de sus primeras aliadas en las presidenciales, anunciando su apoyo por él ya a principios de 2008, pese a que aunque Obama perdió en su Estado, lo hizo por un margen mínimo y pese a que su reeleccion no se produce hasta 2012, McCaskill es una de las Senadoras demócratas más conservadoras (la 5ª más conservadora según el National Journal, la 10ª según Voteview -que a mí me resulta más fiable-).

Es posible que durante los primeros 24 meses de la administración Obama vote las propuestas del presidente a menudo. En 2011-2012, sin embargo, puede reposicionarse y votar contra Obama dependiendo de su grado de popularidad para entonces ante el electorado de Missouri, que es un Estado algo más conservador que la media nacional.

- Montana: Max Baucus y Jon Tester (porcentaje de voto de Obama en Montana en la ultima eleccion: 47,17%).

Baucus y Tester se encuentran en situaciones ligeramente distintas: Baucus es senador por Montana desde 1978, lo que le convierte en el séptimo Senador más veterano, y acaba de ser reelegido en 2008 con el 73% de los votos (o sea, 26 puntos más que Obama). Tester fue elegido en 2006 por primera vez, en una elección ajustadísima. Pese a ello, ambos suelen votar juntos, básicamente como lo que son: demócratas centristas de Montana. Obama podrá contar con los votos de ambos en la mayoría de las ocasiones (menos en materia de control de armas), pero Tester, en particular, al igual que McCaskill, tiene su reelección en 2012, y probablemente marque sus distancias con el Presidente en los dos años previos a su reelección. Un ejemplo: en la votación de ayer en el Senado sobre si impedir al Gobierno el gasto de la segunda mitad del plan de rescate financiero, Tester se abstuvo (Obama había pedido el voto en contra). Baucus votó en contra, conforme a lo pedido por Obama.

Por otra parte, el hecho de que Obama obtuviera el mejor resultado de un candidato demócrata en Montana desde 1964, pese a perder, probablemente hará que Baucus y especialmente Tester se atrevan a apoyar más iniciativas de Obama de lo que se hubieran atrevido con otro presidente demócrata.

- Dakota del Sur: Tim Johnson (porcentaje de voto de Obama en Dakota del Sur en la ultima eleccion: 44,75%).

Johnson se encuentra en una situación similar a la de los senadores de Montana, con algún matiz: por una parte, Johnson acaba de ser reelegido por segunda vez, con una victoria razonablemente cómoda (17 puntos más que Obama). Por otra parte, aunque Obama ha conseguido un buen resultado en su Estado (el mejor desde 1988), no alcanzó ni el 45%. Johnson es un demócrata más conservador que Baucus y Tester: por ejemplo, fue uno de los cuatro demócratas que votaron a favor del nombramiento del juez Alito como miembro del Tribunal Supremo. Así que, especialmente en materias sociales, Johnson le dará más de un disgusto a Obama.

- Dakota del Norte: Kent Conrad y Byron Dorgan (porcentaje de voto de Obama en Dakota del Sur en la ultima eleccion: 44,47%).

Conrad y Dorgan son dos Senadores veteranos (están en el Senado desde 1986 y 1992, respectivamente). Pese a que Dakota del Norte es un Estado muy conservador (el último demócrata que lo ganó en las presidenciales fue Lyndon Johnson en 1964), Conrad y Dorgan han sido reelegidos constantemente con mayorías crecientes y son muy populares. Dicho esto, una vez más hay que reiterar que son demócratas centristas que, especialmente en materias sociales, tenderán a votar más con su Estado que con Obama (Conrad, por ejemplo, también votó por Alito; Dorgan se arriesgó y votó en su contra, pero en otros asuntos ha votado con los republicanos). Por otra parte, Dorgan tiene su próxima campaña de reelección en 2010, quizá contra el muy popular Gobernador republicano de su Estado John Hoeven, así que tendrá que andar con cuidado con sus votos en los próximos dos años.

- West Virginia: Robert Byrd y Jay Rockefeller (porcentaje de voto de Obama en West Virginia en la ultima eleccion: 42,57%).

Rockefeller (sí, de los Rockefeller de toda la vida) lleva desde 1984 en el Senado y acaba de ser reelegido con el 64% de los votos (en un Estado en el que Obama obtuvo menos votos que Kerry hace cuatro años). Similar a los Senadores que hemos comentado con anterioridad, Rockefeller es un centrista popular en su Estado, que generalmente votará con Obama (al que apoyó en las primarias -contra el criterio de sus votantes, que apoyaron claramente a Clinton-), salvo quizá en materias sociales.

¿Y qué decir de Robert Byrd? El Decano del Senado (lleva en él desde ¡1959!) tiene 91 años y está entrando no ya en la vejez, sino directamente en la decrepitud, cuanto menos física (quien tenga dudas, que vea este vídeo del 2007). Es evidente que no se podrá presentar a la reelección en 2012 (yo tengo serias dudas de que llegue a esa fecha). La cabeza evidentemente le funciona todavía, y votará, ahora más que nunca, según le dicte su conciencia (votó en contra de la autorización para la guerra de Irak, pero a favor del juez Alito, por ejemplo).

Byrd, por otra parte, se ha ido volviendo más y más liberal con los años (empezó como demócrata segregacionista y acabó apoyando a Obama contra Hillary en las primarias de 2008), así que no creo que le plantee grandes problemas a Obama durante los próximos cuatro años.

- Nebraska: Ben Nelson (porcentaje de voto de Obama en Nebraska en la ultima eleccion: 41,60%).

El Senador de Nebraska es el demócrata más conservador del Senado (lógicamente, habida cuenta del hecho de que su Estado, pese a que Obama mejoró sustancialmente sus resultados en las últimas elecciones, sigue siendo el 11º Estado más republicano del país). Nelson, que apoyó a Obama en las primarias, será seguramente, sin embargo, uno de los senadores demócratas que más disgustos le den al nuevo Presidente. Sin ir más lejos, Nelson votó ayer contra Obama en relación con la entrega al Estado de los 350.000 millones de dólares adicionales del plan de rescate financiero, a la que Nelson se opone. Y eso es solo el comienzo: Nelson votará junto a los republicanos en más de una tercera parte de las votaciones en la próxima sesión, si es que el pasado permite predecir su comportamiento futuro.

- Louisiana: Mary Landrieu (porcentaje de voto de Obama en Louisiana en la ultima eleccion: 39,93%).

La Senadora de Louisiana caminará con pies de plomo en los próximos años. Reelegida por segunda vez en 2008 con un margen más estrecho de lo esperado en un Estado en el que Obama retrocedió claramente respecto a los resultados de Kerry en el año 2004, Landrieu seguramente mantendrá su perfil de demócrata conservadora (que le ha llevado a votar a favor de los recortes de impuestos de Bush, a favor de las prospecciones petrolíferas en los parques naturales de Alaska, en contra de diversos tipos de limitación en materia de control de armas, etc), y seguramente votará contra el Presidente en muchas ocasiones.

- Arkansas: Mark Pryor y Blance Lincoln (porcentaje de voto de Obama en Arkansas en la ultima eleccion: 38,86%).

Dos situaciones distintas: Pryor acaba de ser reelegido de manera abrumadora en 2008 (hasta el punto de que los republicanos ni se molestaron en buscarle un contrincante), así que probablemente seguirá votando como un demócrata centrista y populista de Arkansas, separándose de Obama en ocasiones, pero apoyándole cuando sea realmente necesario, como mínimo hasta después de 2012.

Blanche Lincoln, por otra parte, que lleva desde 1998 en el Senado, se enfrenta con la reelección en 2010, en un Estado que no sólo no apoyó a Obama, sino que giró de manera radical hacia los republicanos (50.000 votos menos para los demócratas, 66.000 votos más para los republicanos, ¡en un contexto en el que los demócratas ganaron 10 millones de votos a nivel nacional y los republicanos perdieron 2,5 millones de votos!) La Senadora de Arkansas, que ya era uno de los miembros más conservadores de su partido, probablemente sea el voto más débil del caucus demócrata en los próximos dos años: ayer, al igual que Nelson, votó a favor de denegarle al gobierno de Obama los 350.000 millones de la segunda parte del plan de rescate financiero. Por otra parte, ya ha anunciado que se está replanteando su voto en favor de los sindicatos en la Ley de Libre Elección (EFCA), que es el caballo de batalla sindical más importante de los últimos veinte años.

- Alaska: Mark Begich (porcentaje de voto de Obama en Alaska en la ultima eleccion: 37,89%).

Begich se encuentra en la nada envidiable situación de ser el Senador demócrata del Estado más republicano (de entre los que tienen a un Senador demócrata, claro). Begich derrotó a Ted Stevens, que llevaba 40 años representando a Alaska, gracias a un escándalo de corrupción, y pese a eso, no llegó siquiera al 50% de los votos). Begich, que es un centrista, probablemente se dé cuenta a medio plazo de que es más liberal de lo que su Estado le va a permitir, así que no sería ninguna sorpresa que acabara votando contra Obama, especialmente en materias de control de armas y ecología (por ejemplo, Begich ya ha dicho que por él no hay inconveniente en explotar las reservas petrolíferas de los parques naturales de Alaska).

Y luego están los demócratas de Estados que tradicionalmente votaban republicano, pero que han votado por Obama esta vez: ¿qué harán Evan Bayh, de Indiana, Jim Webb y Mark Warner, de Virginia, y Kay Hagan, de Carolina del Norte?

Y por último están los demócratas que son más conservadores que su Estado, y que le pueden dar algún disgusto al Presidente (Tom Carper, de Delaware, es el ejemplo más claro), o los que voten contra Obama por su flanco izquierdo (Bernie Sanders, de Vermont, o Russ Feingold, de Wisconsin), cosa que también pasa (por ejemplo, así fue cómo se hundió el plan de inmigración de Bush: lo torpedearon, por un lado, los republicanos y demócratas más conservadores y por otro Bernie Sanders, el socialista de Vermont).

Si algún lector ha llegado hasta aquí, mañana hablaremos de los republicanos que le harán la vida más fácil a Obama.

sábado, 10 de enero de 2009

Los primeros escándalos de la era Obama: Blagojevich

Rod Blagojevich es el Gobernador demócrata de Illinois desde el año 2002. Ha sido un Gobernador más bien malo e impopular, lo que no impidió que fuera reelegido el año 2006, cosa que ofrece una idea bastante clara de lo demócrata que es Illinois, un Estado en el que los republicanos no ganan en unas presidenciales desde 1988.

Era vox pópuli que el Gobernador estaba siendo investigado por el FBI como mínimo desde 2005, por diversos posibles escándalos económicos, ligados generalmente al pago de comisiones o contribuciones al fondo de campaña del Gobernador por parte de empresarios a cambio de poder participar en concursos de adjudicación de obras públicas ("pay-per-play" se le llama a esto).

Ya antes de las elecciones presidenciales se iba haciendo más sonoro el rumor de que el Gobernador iba a ser imputado inminentemente por diversos posibles delitos. Sin embargo, la situación se agravó con la elección de Barack Obama como Presidente. Obama es Senador por Illinois y abandonó su escaño a las pocas semanas de ser elegido Presidente. Según las normas de Illinois, le corresponde al Gobernador del Estado nombrar un suplente que ocupe el escaño de Obama hasta las próximas elecciones (en 2010).

Pues bien, ni corto ni perezoso, Blagojevich decidió abrir lo que no se puede llamar sino una "subasta" por el escaño del Presidente electo. El FBI, que tenía ya pinchados sus teléfonos, descubrió que Blagojevich estaba ofreciendo el escaño al mejor postor (un congresista innominado al parecer le ofreció 500.000 dólares por el escaño). Llegados a este punto, el FBI procedió a detener a "Blago" y a su jefe de Gabinete.

Blagojevich, lejos de amilanarse, se ha atrincherado en su despacho, se ha negado a dimitir, y, contra las advertencias de su propio partido, ha sido capaz de convencer a un político honrado para que aceptara de sus manos el nombramiento (mientras sea Gobernador, Blagojevich puede nombrar al sustituto de Obama en el Senado nacional): Roland Burris, de 71 años, antiguo fiscal general de Illinois y candidato eterno y frustrado al Senado, a la alcaldía de Chicago e incluso al cargo de Gobernador.

Burris es negro. Blagojevich, que es corrupto pero no daltónico, nombró a Burris con dos únicos objetivos: impedir su propio "impeachment" en el Senado de Illinois y, por otra parte, dejar en evidencia a su Partido en el Senado nacional.

En lo que respecta a su impeachment, Blagojevich designó a un negro como sucesor de Obama para intentar despertar las simpatías de los legisladores negros en el Senado de Illinois. Ayer mismo, el Congreso de Illinois votó a favor de iniciar el proceso de destitución del gobernador por 114 a 1 (¡vaya papelón el del uno que votó en contra!). A finales de mes se iniciará el juicio de destitución del Gobernador en el Senado de Illinois, presidido por el Presidente del Tribunal Supremo de Illinois, y que culminará con una votación en la que, para conseguir la destitución del Gobernador, el Senado precisará una mayoría de dos tercios. Blago ha nombrado a Burris como gesto de simpatía para intentar convencer a los Senadores estatales negros de Illinois que voten contra su destitución (pero la votación de ayer en el Congreso de Illinois, francamente, no le ofrece muchas esperanzas).

En cuanto al segundo objetivo, es obvio que Blago ha decidido morir matando, y aprovecharse del hecho de que Obama era el único Senador negro en el Senado nacional para echarle un pulso a la Jefatura demócrata en el Senado (y de paso a Obama), pulso que se puede resumir en la siguiente frase: "¿a qué no tenéis lo que hay que tener para impedirle a un negro que ocupe el escaño de Obama, aunque le haya nombrado yo?"

No puede ser casualidad que en la rueda de prensa en la que se anunció el nombramiento de Burris, éste fuera apoyado por Bobby Rush, congresista negro de Illinois que detesta a Obama (éste intentó derrotarle en unas primarias en el año 2000, y fracasó, porque Rush, entre otras cosas, le acusó de no ser "suficientemente negro")

Harry Reid, el líder demócrata en el Senado, ha hecho muchos aspavientos, pero en realidad no tiene muchas opciones: el nombramiento de Burris, técnicamente, es legal, y el Senado, como mucho, puede retrasarlo, pero no impedirlo. Salvo... salvo que Reid consiga esperar lo suficiente para que el Senado de Illinois destituya a Blago y el nuevo Gobernador nombre a un nuevo sustituto, que el Senado federal procedería a admitir (Burris, en ese caso, tendría derecho a su salario, según una Sentencia del Tribunal Supremo de 1969, en un caso algo similar).

¿Y qué tiene Obama que ver con todo esto? En realidad, poco. Su nombre aparece constantemente porque era su escaño, pero afortunadamente para él, tuvo la sensatez de mantener sus distancias con Blago desde hace varios años (no le apoyó, por ejemplo, en las primarias demócratas de la campaña de 2002). La denuncia del FBI muestra, por suerte para el Presidente electo, que Blagojevich se quejaba de que Obama y su equipo sólo le prometían "aprecio" si elegía a un candidato propuesto por la Casa Blanca, aparte de añadir una serie de insultos dedicados por Blago a Obama en sus conversaciones telefónicas.

Pero no deja de ser una distracción muy molesta, entre otras cosas, porque recuerda a la gente lo corrupto que es Illinois, un Estado dominado por los demócratas en todos los niveles: el Gobernador es demócrata, las dos Cámaras estatales tienen mayoría demócrata, los dos escaños del Senado nacional y 12 de los 19 congresistas son demócratas, el Presidente electo es demócrata.

No es que los republicanos de Illinois sean hermanitas de la caridad (el Gobernador anterior, George Ryan, que era republicano, está en la cárcel en estos momentos por corrupción), pero de todos modos los demócratas se exponen a una grave derrota en el año 2010 (cuando se renueva el escaño de Obama, los 19 escaños en el Congreso nacional, el puesto de Gobernador, etc), si para entonces no han conseguido limpiar su imagen en el Estado.

jueves, 1 de enero de 2009

Team of Rivals: el primer gobierno Obama

Cuando en enero de 2008 un periodista le preguntó a Barack Obama qué libros debería tener siempre a su lado un Presidente de los Estados Unidos en el Despacho Oval (aparte de la Biblia), Barack Obama respondió que el libro imprescindible, en su opinión, era "Team of Rivals", de la historiadora Doris Kearns Goodwin, que es una cuádruple biografía de Abraham Lincoln y de tres de sus rivales a la candidatura republicana a la Presidencia en 1860 (Seward, Chase y Bates), y que está siendo mi lectura de estas Navidades.

Tras su elección en noviembre de 1860, Lincoln nombró a cuatro de los restantes candidatos republicanos a la Presidencia a las posiciones más importantes del Gobierno: Henry Seward, Senador por Nueva York, fue nombrado Secretario de Estado (Asuntos Exteriores), Salmon Chase, gobernador de Ohio, fue nombrado Secretario del Tesoro (Economía y Hacienda), Edward Bates fue nombrado fiscal general (Justicia) y Simon Cameron, Senador de Pennsylvania, fue nombrado Secretario de Guerra.
Obama se ha tomado al pie de la letra, al parecer, el estilo de mando de Lincoln, y ha nombrado a la mayoría de sus rivales en las primarias demócratas a distintos altos cargos: Hillary Clinton, senadora de Nueva York (como Henry Seward) ha sido nombrada Secretaria de Estado (también como Henry Seward), Bill Richardson, gobernador de Nuevo Mexico, ha sido nombrado Secretario de Comercio, Joe Biden, senador por Delaware, ha sido nombrado vicepresidente.
Por si fuera poco, Lincoln nombró asimismo a varios antiguos demócratas antiesclavistas que se habían pasado al Partido Republicano a altos cargos, como Edwin Stanton, que sustituyó a Cameron como Secretario de Guerra. En la misma línea, Obama ha nombrado como Secretario de Defensa a Robert Gates, el Secretario de Defensa de George W. Bush, y a Ray LaHood, congresista republicano de Illinois, como Secretario de Transportes.
Obama ha compuesto un gabinete de gran variedad en todos los sentidos, y desde luego, un gabinete que demuestra que el Presidente electo tiene una gran confianza en sí mismo, dado que muchos de los ministros son gente con un bagaje político tremendo: no ya sólo Hillary Clinton, Joe Biden o Bill Richardson, sino gente como el Secretario de Sanidad, Tom Daschle, que fue lider de los demócratas en el Senado hasta 2004, como Janet Napolitano, la Secretaria de Seguridad Interior, que ha sido gobernadora de Arizona durante los últimos seis años, y como Tom Vilsack, Secretario de Agricultura y gobernador de Iowa durante ocho años.
El equipo económico de Obama, liderado por Timothy Geithner, presidente de la Reserva de Nueva York y ahora Secretario del Tesoro, Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro de Clinton, y Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal (1979-1987), es también un equipo de primer nivel y capacitado para afrontar la crisis.
Por supuesto, Obama, por mucho que durante la campaña hablara sin parar de cambio, ha basado sin embargo su equipo, en su mayoría, en excargos de la administración Clinton a los que, en muchos casos (como Eric Holder, fiscal general adjunto con Clinton y fiscal general ahora con Obama) simplemente ha ascendido.
Para quien tenga curiosidad por conocer la composición del gabinete Obama y la biografía de todos sus miembros:
http://en.wikipedia.org/wiki/Presidential_transition_of_Barack_Obama#Cabinet_and_top_advisors
El tiempo dirá si el Gabinete cumple las enormes expectativas generadas por el mismo (una encuesta publicada ayer indicaba que el 75% de los americanos consideran que Obama es un líder fuerte, lo que no está mal para empezar una legislatura tan espinosa como la que le espera al presidente electo).
En los próximos días analizaremos, entre otras muchas cosas, los distintos retos que se le plantean al Presidente electo una vez sea inaugurado el 20 de enero de 2009.