sábado, 4 de febrero de 2012

Después de Florida: Romney contra los candidatos zombies


Como ya adelantábamos hace unos días, Florida ha marcado el final (simbólico, ya que no real) de las primarias republicanas de este año. Mitt Romney consiguió una victoria contundente que demostró que es el único candidato con los medios y la organización suficiente para competir a lo largo y ancho del país.

Una vez más, lo primero son los resultados en su pura y simple desnudez: 

Mitt Romney: 775.762 votos.- 46,41%
Newt Gingrich: 533.747 votos.- 31,93%
Rick Santorum: 223.081 votos.- 13,35%
Ron Paul: 117.297 votos- 7,02%

Este el reparto del voto por condados: en naranja, los condados que ganó Romney, en morado, los que ganó Gingrich (cortesía de Wikipedia):

Florida Republican Presidential Primary Election Results by County, 2012.svg

1) Romney ganó por varios motivos: porque los votantes republicanos de Florida son más moderados que en Carolina del Sur, porque Gingrich tiene un historial muy malo con los hispanos, que en Florida, al tratarse de cubanos, son mucho más republicanos que en el resto del país (llegó a decir que el español era "el lenguaje del gueto"), porque en los dos debates previos a las primarias aprendió la lección y atacó sin misericordia a Gingrich por sus múltiples apostasías respecto del ideario conservador, por su desastroso liderazgo de los republicanos como Portavoz de la Cámara de Representantes (1995-1999), por su lamentable historial marital...

Un factor nada menor es que aplastó a Gingrich por un margen de 5 a 1 en publicidad negativa contra él, y tampoco hay que desdeñar que Romney utilizó su superior organización para conseguir que la gente votara ya desde hace varias semanas por él, a través del voto anticipado.

2) El resultado de Gingrich, pese a todo, fue digno. La división del voto es interesante: Miami y la Península votaron claramente por Romney, por supuesto, pero en el "Panhandle" ("el mango de la sartén", que es como se llama a la parte de Florida que no es propiamente península), la parte del Estado que es más parecida al Sur profundo (sin hispanos, sin jubilados judíos...) Gingrich ganó con bastante claridad pese a la publicidad negativa de Romney. Ésta es la única justificación que le queda a Gingrich para seguir en la carrera: confiar en que los Estados del Sur continúen apoyándole, y esperar un fallo gordo de Romney. Pero sin dinero y sin organización, es imposible que Gingrich triunfe. Las primarias tienen unas reglas, y Gingrich, que siempre ha sido un hombre poco disciplinado, simplemente se niega a cumplirlas. Y ahora lo paga, claro.

3) Santorum continúa, pero no se sabe muy bien para qué: el ala más conservadora del partido está con Gingrich, los moderados y los "somewhat conservatives" con Romney, los libertarios con Paul, y no queda espacio para mucho más. Es posible que esté dividiendo el voto más conservador a conciencia como muestra de buena voluntad hacia Romney de cara al futuro, pero sin dinero y sin organización, resulta difícil saber cuánto tiempo más aguantará.

4) Para Ron Paul, las primarias de Florida (las primeras del ciclo únicamente abiertas a los republicanos) fueron un amargo recordatorio de que las posiciones libertarias son abiertamente minoritarias en el Partido Republicano: aunque duplicó sus votos respecto a cuatro años atrás, un 7% es un resultado paupérrimo.

5) Una última nota: la participación fue muy inferior a la de hace cuatro años, lo que denota poco entusiasmo por las candidaturas republicanas. Pero como bien señala Sean Trende en este excelente artículo, no se trata de un indicador decisivo: 1988 fue un año con fuerte participación demócrata en las primarias y no recuerdo yo que eso beneficiara al Presidente Dukakis.

Hoy votan los caucuses de Nevada. Entre la sensación generalizada de que el candidato ganador es Mitt Romney, la falta de organización de Gingrich y el fuerte componente mormón del Estado (se calcula que un 25% de los votantes serán mormones), la victoria de Romney por mayoría absoluta de los votos es más que posible: es probable.