Marjorie Williams era una columnista del Washington Post que falleció por culpa de un cáncer de hígado en enero de 2005. Tenía dos hijos pequeños. En Noviembre de 2004 escribió su último artículo, en teoría sobre Halloween, en la práctica sobre muchas otras cosas: sobre el cáncer, sobre el amor que los padres llegan a sentir por sus hijos, y sobre el dolor infinito que supone no poder verlos llegar a crecer por morir antes de tiempo.
Este artículo maravilloso viene gracias a una discusión muy divertida en The New Republic sobre estudios científicos que supuestamente muestran que la gente con hijos es menos feliz que la gente que no tiene hijos (por supuesto, en The New Republic dicen que eso es empíricamente indemostrable). La discusión la empieza más o menos en serio Noam Scheiber aquí, y la recoge, ya con ganas de broma, Michelle Cottle aquí (Mrs. Cottle es la que provee el link al artículo de Marjorie Williams).
Este artículo maravilloso viene gracias a una discusión muy divertida en The New Republic sobre estudios científicos que supuestamente muestran que la gente con hijos es menos feliz que la gente que no tiene hijos (por supuesto, en The New Republic dicen que eso es empíricamente indemostrable). La discusión la empieza más o menos en serio Noam Scheiber aquí, y la recoge, ya con ganas de broma, Michelle Cottle aquí (Mrs. Cottle es la que provee el link al artículo de Marjorie Williams).
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