El 10 de enero, como sabéis, fueron las primarias de New Hampshire. En primer lugar, estos fueron los resultados escuetos de las mismas:
- Mitt Romney: 97.600 votos- 39,31%
- Ron Paul: 56.872 votos- 22,91%
- Jon Huntsman: 41.783 votos- 16,83%
- Rick Santorum: 23.362 votos- 9,41%
- Newt Gingrich: 23.291 votos- 9,38%
- Rick Perry: 1.764 votos- 0,71%
Y esto es lo que me parece que significan:
1) Mitt Romney: el exgobernador de Massachusetts podía estar francamente contento. No sólo su victoria fue contundente: 8 puntos porcentuales y 22.000 votos más que en 2008, sino que el orden de sus rivales le fue extremadamente favorable: Ron Paul (que es inaceptable para tres cuartas partes del partido) segundo, Jon Huntsman con un tercer puesto insuficiente para llevarle más lejos, y su rival en Iowa, Rick Santorum, desinflado por una cuarta posición que le hace llegar cojeando a Carolina del Sur. Un éxito rotundo para Romney, que ha hecho campaña de manera constante en New Hampshire (tiene incluso una casa allí) y ha obtenido excelentes beneficios de ello.
El único dato que podría suscitar una (mínima preocupación) es que el porcentaje de votantes "muy conservadores" que apoyaron a Romney en esta ocasión (según las encuestas a pie de urna) fue inferior al 2008 (sin embargo, creo que la explicación es muy sencilla: en 2008 Romney sólo tenía a su derecha a Huckabee, y ésta vez tenía a Gingrich y Santorum, mientras que a su izquierda en 2008 tenía nada menos que a McCain y Giuliani, y ésta vez sólo al débil Huntsman. En todo caso, un levísimo indicador de que el ala derecha del partido no está totalmente cómodo con el candidato).
2) Ron Paul: vaya por delante que el resultado de Paul supone una mejora excelente respecto del 2008, donde no llegó al 8%. El mensaje de Paul obviamente está ganando impulso en el ámbito republicano. Dicho esto, es preciso recordar, antes de que algún comentarista pierda la cabeza (estoy pensando por ejemplo en Andrew Sullivan), que las posiciones de Paul en materia de drogas (legalización) y política exterior (aislacionismo, reducción drástica del presupuesto de Defensa) son anatema para la inmensa mayoría de los republicanos. Añado asimismo que el resultado de Paul en New Hampshire está algo "inflado" porque dicho Estado permite a los independientes votar en sus primarias, y como en esta ocasión no había primarias relevantes en el lado demócrata, algunos liberaltarianos (liberales libertarios) han votado por él. El apoyo "real" de las bases republicanas hacia las ideas de Paul lo veremos, por ejemplo, en las primarias de Florida, cerradas a todos los que no sean republicanos (en 2008 Paul sacó en ellas el 3,23%, un resultado raquítico, aunque no dudo que en esta ocasión alcanzará el 10% aproximadamente). Dicho esto, estoy totalmente de acuerdo (por una vez y sin que sirva de precedente) con este noble artículo de Charles Krauthammer, que dice que lo relevante es que Paul, a base de esfuerzo, se ha convertido en una fuerza minoritaria pero relevante en el Partido Republicano a la que se debe escuchar. Y eso tiene mucho mérito.
3) Jon Huntsman: es cierto que su resultado fue mejor que lo que predecían las encuestas, es cierto que es un candidato que, sobre el papel, tenía experiencia más que suficiente, y una pátina bipartidista al haber aceptado pasar de ser el gobernador republicano de Utah a embajador de Estados Unidos en China bajo un presidente demócrata.
Todo eso es cierto. Pero no lo es menos que tras estar acampado un año en New Hampshire, tras haberse postulado como el republicano más moderado de entre los candidatos de este año, menos del 17% y la tercera posición no bastan. ¿Si Huntsman es incapaz de ganar en New Hampshire, un Estado donde el 47% de los votantes eran independientes y no republicanos, donde se supone que puede ganar? ¿En Carolina del Sur?. Personalmente, creo que Huntsman se equivocó estratégicamente, poniendo excesivo énfasis en las posiciones moderadas que mantiene (uniones civiles para los homosexuales, creencia en que el cambio climático es producido por el hombre) y no en sus posiciones conservadoras (que son la mayoría: contrario al aborto, neoliberal en lo económico). A veces parecía creer que los votantes iban a ser los periodistas (que le han dado más relevancia de la que se merecía) y no los republicanos. Y otro grave error estratégico: no haber competido en Iowa: le podría haber quitado votos a Romney, haber provocado su derrota y haberle debilitado de cara a New Hampshire.
Ahora no se sabe muy bien hacia donde va su campaña ("down South", por supuesto, pero eso puede interpretarse también en sentido figurado). Después de Carolina del Sur (donde hará el ridículo) o incluso antes (si se percata de que va a hacer el ridículo), se retirará.
4) Rick Santorum: a toro pasado todos los comentaristas son muy listos y ahora dicen que Santorum debería haber esquivado New Hampshire e ido directamente a Carolina del Sur. Sin embargo, los problemas de Santorum son otros: su buen resultado en Iowa se debió simplemente a que TODOS los candidatos del ala derecha del partido se habían retirado (Cain) o habían sido baqueteados en debates y anuncios (Perry, Gingrich, Bachmann). Santorum es un candidato muy débil (su pésima financiación muestra que los contribuyentes no creen en sus posibilidades). Es cierto que era un candidato singularmente inadecuado para New Hampshire (mucho más conservador que los votantes incluso de las primarias republicanas) y que se equivocó al comparar el matrimonio gay con la poligamia ante un foro de estudiantes.
La cuestión ahora es sencillamente: ¿podrá recuperarse o se desinflará definitivamente en Carolina del Sur? Las primeras encuestas post-New Hampshire abogan por la segunda tesis, pero Santorum tiene una ventana de oportunidad muy sencilla: que Romney y Gingrich se destruyan a golpe de anuncios negativos y que él pueda resurgir al igual que hizo en Iowa. Muy difícil (la falta de carisma del candidato no ayuda, pero bueno, no es imposible).
5) Gingrich: menos del 10% no es un resultado bueno, pero Gingrich lo fía todo a Carolina del Sur (en la que su SuperPAC está lanzando una campaña salvaje contra Romney por su actuación como CEO de una empresa de capital riesgo entre 1984 y 1999 que se dedicaba a salvar -o enterrar- empresas, con ingentes beneficios).
Las primeras encuestas muestran, sorprendentemente, una recuperación de Gingrich, aunque su condición de sureño probablemente algo tiene que ver. Resulta interesante, asimismo que las encuestas reflejan una diferencia de 35 puntos de apoyo entre los votantes de Romney dependiendo de si son protestantes evangélicos (13%) o de otras denominaciones (48%). Gingrich sin duda pretende aprovecharse de la condición mormona de Romney para derrotarle en Carolina del Sur y alargar las primarias. A sus 68 años, es su última oportunidad.
Por supuesto, Romney no se va a quedar de brazos cruzados, y no tengo la menor duda de que, al igual que lo hizo en Iowa, sepultará a Gingrich bajo una tempestad de publicidad negativa. El único riesgo es que los dos acaben dañados y que Santorum pueda alcanzar la victoria en Carolina del Sur.
6) Perry: una cosa es que no haga campaña en New Hampshire, porque su electorado natural (los republicanos conservadores sureños) no vive aquí. Otra cosa es no sacar ni el 1% de los votos. Es un resultado ridículo. Si consigue remontar hasta la victoria en Carolina del Sur habrá que empezar a creer literalmente en los milagros (además, apenas le queda dinero). Pero lo normal es que no llegue ni al 10% y se retire inmediatamente.
7) Un detalle más sobre New Hampshire: en las primarias republicanas votaron 248.000 personas, 14.000 más que hace cuatro años, lo cual superficialmente es un buen resultado, con un caveat emptor importante: ¿qué tanto por ciento de los 98.000 votantes de Paul y Huntsman son votantes republicanos fiables en noviembre-? las encuestas de salida mostraban que había muchos simpatizantes demócratas especialmente entre los votantes de Huntsman que acudieron a las primarias republicanas dado que no había nada que decidir en las demócratas
8) Un último detalle relevante: el dinero importa: no hay más que ver la abrumadora diferencia entre Romney y los demás (con la excepción de Perry), tal y como se ve en el gráfico que adjunto:
Romney y su SuperPAC llevan gastados más de 15 millones de dólares en publicidad (positiva respecto de Romney y negativa respecto de los demás). Perry le ha sacado un rendimiento lamentable a sus casi 10 millones de publicidad. Ron Paul, en cambio, le ha sacado un rendimiento bastante decente a sus casi 5 millones de gastos.
Pero el problema viene después: los rivales más fuertes en Carolina del Sur de Romney son Gingrich y Santorum. Pues bien, Gingrich y su SuperPAC hasta ahora han gastado apenas 2,5 millones en anuncios (6 veces menos que Romney) y Santorum no llega al millón y medio (diez veces menos que Romney).
El dinero no lo es todo (McCain se gastó menos dinero que Romney en 2008 y pese a todo le batió). Pero las diferencias en este caso son tan abismales que resulta imposible concebir cómo Romney (incluso si es derrotado en Carolina del Sur) puede perder en Florida (un mercado televisivo carísimo, donde Romney está invirtiendo a día de hoy 6 millones de dólares en publicidad) o en los restantes Estados. Ni Gingrich ni Santorum tienen potencia de fuego suficiente para contrarrestar la cartera de Romney y sus SuperPACs. Simplemente, no es una lucha equilibrada.
En suma, el día 21 hay primarias en Carolina del Sur, y se están perfilando como la contienda decisiva. Carolina del Sur es un Estado que lleva votando republicano, sin excepción, desde 1980. Es un Estado republicano sureño clásico, conservador y religioso. Es un Estado flojo para Romney, en su condición de mormón. Pero el voto conservador está dividido entre Gingrich, Santorum y Perry. Romney puede perfectamente ganar como lo hizo McCain en 2008 (no llegó a un tercio del voto). Y eso le bastaría para sellar la nominación: el dinero se arremolinará en torno a él, el Partido también, y el resto de las primarias serán casi con total seguridad una coronación para Romney.
La única forma de que esto se alargue algunas semanas es simplemente que Romney pierda. Y aún así, por los motivos económicos que hemos expuesto antes, me parece evidente que Romney es favorito al 99,9%.
1 comentario:
http://www.lavanguardia.com/internacional/20120119/54244598924/romney-guarda-parte-fortuna-paraiso-fiscal-evadir-impuestos-ee-uu.html
La cosa se pone un poco más emocionante en Carolina del Sur.
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