En nuestra entrada anterior habíamos establecido los Estados "fiables" para republicanos y demócratas en las próximas elecciones basándonos en los resultados de las elecciones de los últimos 40 años, con lo que el mapa quedaba así: 242 votos electorales para los demócratas y 179 para los republicanos:
Sin embargo, podemos afinar un poco más todavía: Nuevo México es un Estado que George Bush ganó por apenas 6.000 votos en 2004, y únicamente porque Bush se esforzó denodadamente y con mucho éxito en luchar por captar el voto hispano (en Nuevo México hay un 45% de votantes hispanos). Tras el fracaso de las políticas pro-inmigrantes de la Administración Bush, McCain obtuvo unos resultados muy inferiores ya en 2008 entre los hispanos, y las encuestas indican que Romney va a obtener el mismo o incluso menor número de votantes "latinos" que McCain. Nuevo México votará, pues, por Obama, sin duda alguna.
Por otra parte, Obama consiguió en 2008 dos victorias verdaderamente sorprendentes: Indiana y el segundo distrito al Congreso de Nebraska (en ambos no ganaba un demócrata las presidenciales desde 1964). Los republicanos han modificado el mapa del segundo distrito en 2011 para impedir una nueva victoria de Obama, restándole demócratas al distrito y añadiéndole republicanos (Obama tendría que mantener sus resultados de 2008 para revalidar su victoria, lo que con las encuestas en la mano no parece probable). Indiana, por su parte, pasó de apoyar a Kerry (el candidato demócrata en 2004) con menos del 40% a votar por Obama casi en un 50%. Fue el segundo Estado que giró más hacia los demócratas en 2008 (el primero fue Hawaii, claro, que para algo es el Estado natal del Presidente). Cuatro años después, Obama probablemente será capaz de retener en torno al 70% de ese incremento, pero un 47% del voto no le bastará para ganar el Estado, que volverá, por lo tanto, a sus raíces republicanas tradicionales.
Así pues, en realidad, el mapa de Estados fiables es más bien el siguiente, con 247 votos electorales a favor de Obama y 191 a favor de Romney.
Quedan ocho Estados en disputa, que comentaré ahora uno por uno. Sin embargo, tengamos presente una cosa importante a fecha de hoy: en todos y cada uno de estos Estados en disputa, Obama lidera en las encuestas.
Agrupo los Estados por orden de capacidad de Romney para ganarlos:
1) Carolina del Norte: Obama venció en 2008 por apenas 14.000 votos en este Estado costero sureño, que no votaba por un demócrata desde que lo hizo por Jimmy Carter en 1976.
El apoyo de Obama se concentra en los grandes núcleos urbanos (Charlotte, donde se celebró precisamente la Convención Demócrata hace unas semanas, Raleigh y Durham) mientras que los republicanos tienen fuertes apoyos en las zonas rurales y en la costa.
Dado que las encuestas nacionales muestran que Obama, aunque tiene ventaja sobre Romney, está unos cuatro puntos por debajo de sus resultados de 2008, Carolina del Norte debería estar fuera del alcance de Obama. Las encuestas estatales, sin embargo, han mostrado un giro acusado desde el final de la Convención Demócrata a favor de Obama. Pese a todo, es muy probable que si las elecciones fueran hoy, Romney consiguiera ganar el Estado. Esto le proporcionaría 206 votos electorales (recordemos que la victoria está en 270)
2) Florida: Obama venció en Florida en 2008 por algo menos de tres puntos a McCain, concentrando su voto una vez más en los grandes núcleos urbanos (Miami y Orlando), mientras que los republicanos dominaban en la zona norte del Estado y en las áreas del interior.
La composición del electorado de Florida, con un elevado número de blancos sureños, de jubilados y de hispanos cubanos, hace que el Estado, en un año igualado, tienda a decantarse por los republicanos. Las encuestas muestran que por ahora Obama tiene una ventaja similar a la de hace cuatro años, pero si la ventaja de Obama se erosiona en las próximas semanas (debido a malos datos económicos, a una buena actuación de Romney en los debates, etc) Florida sería el siguiente Estado en caer en manos del candidato republicano. Esto le supondría 235 votos electorales.
3) Virginia: este Estado sureño fue, junto con Indiana, la gran sorpresa de 2008. Por primera vez en 44 años, un candidato demócrata fue capaz de ganar el Estado, gracias al hecho de que muchos habitantes de Washington, demócratas, han empezado a vivir al otro lado del Potomac, en Virginia, y gracias al hecho de que el electorado negro de Virginia (un 20%) se movilizó al máximo. El voto demócrata se concentra, pues, en los suburbios de Washington, en Richmond, la capital del Estado y en la entrada de la bahía del Cheseapeake. El interior es mucho más republicano.
Merece mencionarse el hecho de que hace cuatro años, Virginia no se movió de forma uniforme hacia Obama. El extremo sudoeste del Estado, en plenos Apalaches, rural y muy racista, giró hacia los republicanos pese a la catastrófica gestión de Bush hijo (obviamente porque el candidato demócrata era negro).
Las encuestas muestran una vez más que Obama tiene una ventaja importante sobre Romney en Virginia, pero mi impresión es que 2008 fue una verdadera "tormenta perfecta" para los demócratas y que si Obama retrocede sustancialmente este año, Virginia sería el tercer Estado en caer en manos del GOP. Esto otorgaría a Romney unos 248 votos electorales.
4) Colorado: Este Estado de las Rocosas ha sido tradicionalmente un Estado republicano (entre 1968 y 2004 sólo votó una vez por los demócratas, en 1992), pero en 2008 giró de manera muy acusada hacia los demócratas, hasta el punto de que en 2012 Obama vuelve a ser favorito, aunque las encuestas muestran una erosión bastante acusada del voto hacia el presidente, que perdería aproximadamente unos seis puntos respecto de 2008 (cuando ganó casi por nueve).
El voto demócrata se concentra en Denver y sus alrededores, así como en las reservas indias, mientras que el voto republicano se concentra en Colorado Springs y en las zonas rurales del Estado. Si Romney ganase aquí, pasaría a obtener 257 votos electorales.
5) Nevada: Un Estado tradicionalmente disputado, Nevada se decantó de manera decisiva por Obama en 2008 (obtuvo más del 55% de los votos allí), apoyado por el fuerte incremento del voto hispano. Cuatro años después, las encuestas muestran también una fuerte erosión del voto pro-Obama, entre otras cosas porque la crisis ha castigado a Nevada de manera especialmente dura (es uno de los Estados con un desempleo más elevado). Pese a todo, las encuestas indican que Obama ganará, aunque con menos margen.
El voto demócrata se concentra, por supuesto, en Las Vegas y su conurbación, así como en Reno, las ciudades de los casinos y los divorcios rápidos. El resto del Estado, desértico, apoya a los republicanos. Si Romney consiguiese ganar Nevada, pasaría a tener 263 votos electorales.
6) Iowa: otro de los Estados disputados por excelencia, aunque en los últimos años tiene un sesgo algo más demócrata.
El sesgo del voto es bastante claro: el este del Estado, fronterizo con Wisconsin e Illinois, es demócrata, y el oeste del Estado, fronterizo con Nebraska y Dakota del Sur, es republicano.
Una vez más, todo indica que Obama revalidará el Estado, pero con unos seis puntos de ventaja menos que en 2008 (cuando ganó por 9,5 puntos). En todo caso, si Romney ganara el Estado, se pondría con 269 votos en el Colegio Electoral (lo que supondría un empate, en cuyo caso la elección del Presidente recaería sobre la Cámara de Representantes, que ahora mismo ostenta una mayoría republicana).
7) Ohio: es absolutamente justo y necesario que el desempate lo provea Ohio, el Estado clave en las elecciones en más de una ocasión. Ningún candidato republicano ha ganado jamás la Presidencia sin ganar Ohio (aunque alguno la ha perdido pese a ganar Ohio: Nixon en 1960 o Dewey en 1944).
Ohio, el séptimo Estado más poblado, con ciudades tan relevantes como Cleveland o Cincinnati, es un Estado industrial, más blanco y envejecido que la media del país. Es un Estado con un sesgo ligeramente republicano y de hecho Obama obtuvo 1,5 puntos menos en Ohio de los que obtuvo en general en todo el país. Todo parecería indicar que el ligero deterioro que muestran las encuestas para Obama tendría que poner en riesgo su mayoría en este Estado.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, las encuestas indican que Obama puede mejorar sus resultados de cuatro años atrás. Una situación tan contraintuitiva exige una explicación: Obama salvó la industria del automóvil del colapso en 2009, y ésta es una industria que crea cientos de miles de puestos de trabajo directos e indirectos en Ohio. Al contrario que Nevada, Ohio es uno de los Estados que mejor ha capeado la crisis económica, y su paro está por debajo de la media nacional. Romney no es quizá el candidato más adecuado para un Estado de trabajadores del sector secundario, dada su condición de multimillonario. Todo ello combinado hace que Ohio sea una de las bazas principales de Obama para conseguir su reelección.
Al igual que en otros Estados, la fuerza demócrata se concentra en los grandes núcleos urbanos, mientras que los republicanos son fuertes en las áreas rurales y en los suburbios.
8) New Hampshire: el Estado más republicano de Nueva Inglaterra llegó a votar por Bush en 2000, aunque en 2004 ya se decantó por Kerry, y en 2008 Obama batió a McCain por 9,5 puntos. Las encuestas revelan aquí también un cierto desgaste de Obama, pero todavía indican que ganará el Estado por unos 5,5 puntos.
Curiosamente, los apoyos de Obama se concentran más en las zonas menos pobladas del Estado al Norte y al Oeste, mientras que en el Sureste, que acapara más del 50% de la población, los demócratas tienen apenas una ligera mayoría sobre los republicanos.
De todos modos, la evolución del Partido Republicano en las últimas décadas ha provocado su debilitamiento en Nueva Inglaterra, una región tradicionalmente liberal, a cambio del fortalecimiento en el Sur, mucho más conservador. Eso hace que incluso New Hampshire sea un Estado cada vez más complicado para el GOP.
En resumen, a día de hoy, el Colegio Electoral presentaría el siguiente aspecto:
332 votos para Obama, y 206 para Romney, con los republicanos mejorando ligeramente sus resultados respecto de 2008, al recuperar Indiana, Carolina del Norte y el segundo distrito de Nebraska. Pero de todos modos, Obama revalidaría su victoria con cierta comodidad.
La semana que viene empiezan los debates, que son una de las últimas oportunidades que tiene Romney para cambiar la evolución de la campaña, que hasta ahora ha sido muy negativa para él.
La composición del electorado de Florida, con un elevado número de blancos sureños, de jubilados y de hispanos cubanos, hace que el Estado, en un año igualado, tienda a decantarse por los republicanos. Las encuestas muestran que por ahora Obama tiene una ventaja similar a la de hace cuatro años, pero si la ventaja de Obama se erosiona en las próximas semanas (debido a malos datos económicos, a una buena actuación de Romney en los debates, etc) Florida sería el siguiente Estado en caer en manos del candidato republicano. Esto le supondría 235 votos electorales.
3) Virginia: este Estado sureño fue, junto con Indiana, la gran sorpresa de 2008. Por primera vez en 44 años, un candidato demócrata fue capaz de ganar el Estado, gracias al hecho de que muchos habitantes de Washington, demócratas, han empezado a vivir al otro lado del Potomac, en Virginia, y gracias al hecho de que el electorado negro de Virginia (un 20%) se movilizó al máximo. El voto demócrata se concentra, pues, en los suburbios de Washington, en Richmond, la capital del Estado y en la entrada de la bahía del Cheseapeake. El interior es mucho más republicano.
Merece mencionarse el hecho de que hace cuatro años, Virginia no se movió de forma uniforme hacia Obama. El extremo sudoeste del Estado, en plenos Apalaches, rural y muy racista, giró hacia los republicanos pese a la catastrófica gestión de Bush hijo (obviamente porque el candidato demócrata era negro).
Las encuestas muestran una vez más que Obama tiene una ventaja importante sobre Romney en Virginia, pero mi impresión es que 2008 fue una verdadera "tormenta perfecta" para los demócratas y que si Obama retrocede sustancialmente este año, Virginia sería el tercer Estado en caer en manos del GOP. Esto otorgaría a Romney unos 248 votos electorales.
4) Colorado: Este Estado de las Rocosas ha sido tradicionalmente un Estado republicano (entre 1968 y 2004 sólo votó una vez por los demócratas, en 1992), pero en 2008 giró de manera muy acusada hacia los demócratas, hasta el punto de que en 2012 Obama vuelve a ser favorito, aunque las encuestas muestran una erosión bastante acusada del voto hacia el presidente, que perdería aproximadamente unos seis puntos respecto de 2008 (cuando ganó casi por nueve).
El voto demócrata se concentra en Denver y sus alrededores, así como en las reservas indias, mientras que el voto republicano se concentra en Colorado Springs y en las zonas rurales del Estado. Si Romney ganase aquí, pasaría a obtener 257 votos electorales.
5) Nevada: Un Estado tradicionalmente disputado, Nevada se decantó de manera decisiva por Obama en 2008 (obtuvo más del 55% de los votos allí), apoyado por el fuerte incremento del voto hispano. Cuatro años después, las encuestas muestran también una fuerte erosión del voto pro-Obama, entre otras cosas porque la crisis ha castigado a Nevada de manera especialmente dura (es uno de los Estados con un desempleo más elevado). Pese a todo, las encuestas indican que Obama ganará, aunque con menos margen.
El voto demócrata se concentra, por supuesto, en Las Vegas y su conurbación, así como en Reno, las ciudades de los casinos y los divorcios rápidos. El resto del Estado, desértico, apoya a los republicanos. Si Romney consiguiese ganar Nevada, pasaría a tener 263 votos electorales.
6) Iowa: otro de los Estados disputados por excelencia, aunque en los últimos años tiene un sesgo algo más demócrata.
El sesgo del voto es bastante claro: el este del Estado, fronterizo con Wisconsin e Illinois, es demócrata, y el oeste del Estado, fronterizo con Nebraska y Dakota del Sur, es republicano.
Una vez más, todo indica que Obama revalidará el Estado, pero con unos seis puntos de ventaja menos que en 2008 (cuando ganó por 9,5 puntos). En todo caso, si Romney ganara el Estado, se pondría con 269 votos en el Colegio Electoral (lo que supondría un empate, en cuyo caso la elección del Presidente recaería sobre la Cámara de Representantes, que ahora mismo ostenta una mayoría republicana).
7) Ohio: es absolutamente justo y necesario que el desempate lo provea Ohio, el Estado clave en las elecciones en más de una ocasión. Ningún candidato republicano ha ganado jamás la Presidencia sin ganar Ohio (aunque alguno la ha perdido pese a ganar Ohio: Nixon en 1960 o Dewey en 1944).
Ohio, el séptimo Estado más poblado, con ciudades tan relevantes como Cleveland o Cincinnati, es un Estado industrial, más blanco y envejecido que la media del país. Es un Estado con un sesgo ligeramente republicano y de hecho Obama obtuvo 1,5 puntos menos en Ohio de los que obtuvo en general en todo el país. Todo parecería indicar que el ligero deterioro que muestran las encuestas para Obama tendría que poner en riesgo su mayoría en este Estado.
Sin embargo, y contra todo pronóstico, las encuestas indican que Obama puede mejorar sus resultados de cuatro años atrás. Una situación tan contraintuitiva exige una explicación: Obama salvó la industria del automóvil del colapso en 2009, y ésta es una industria que crea cientos de miles de puestos de trabajo directos e indirectos en Ohio. Al contrario que Nevada, Ohio es uno de los Estados que mejor ha capeado la crisis económica, y su paro está por debajo de la media nacional. Romney no es quizá el candidato más adecuado para un Estado de trabajadores del sector secundario, dada su condición de multimillonario. Todo ello combinado hace que Ohio sea una de las bazas principales de Obama para conseguir su reelección.
Al igual que en otros Estados, la fuerza demócrata se concentra en los grandes núcleos urbanos, mientras que los republicanos son fuertes en las áreas rurales y en los suburbios.
8) New Hampshire: el Estado más republicano de Nueva Inglaterra llegó a votar por Bush en 2000, aunque en 2004 ya se decantó por Kerry, y en 2008 Obama batió a McCain por 9,5 puntos. Las encuestas revelan aquí también un cierto desgaste de Obama, pero todavía indican que ganará el Estado por unos 5,5 puntos.
Curiosamente, los apoyos de Obama se concentran más en las zonas menos pobladas del Estado al Norte y al Oeste, mientras que en el Sureste, que acapara más del 50% de la población, los demócratas tienen apenas una ligera mayoría sobre los republicanos.
De todos modos, la evolución del Partido Republicano en las últimas décadas ha provocado su debilitamiento en Nueva Inglaterra, una región tradicionalmente liberal, a cambio del fortalecimiento en el Sur, mucho más conservador. Eso hace que incluso New Hampshire sea un Estado cada vez más complicado para el GOP.
En resumen, a día de hoy, el Colegio Electoral presentaría el siguiente aspecto:
332 votos para Obama, y 206 para Romney, con los republicanos mejorando ligeramente sus resultados respecto de 2008, al recuperar Indiana, Carolina del Norte y el segundo distrito de Nebraska. Pero de todos modos, Obama revalidaría su victoria con cierta comodidad.
La semana que viene empiezan los debates, que son una de las últimas oportunidades que tiene Romney para cambiar la evolución de la campaña, que hasta ahora ha sido muy negativa para él.
1 comentario:
Pedro, no he escrito hasta ahora pero he leído puntualmente las entradas anteriores (desde el móvil). Me alegro de que hayas vuelto a ilustrarnos con los entresijos de las elecciones. Como siempre, de gran interés. Gracias.
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