Una vez decididas las primarias demócratas con la suspensión de la campaña de Bernie Sanders, la única duda que queda por resolver es quien será la candidata a vicepresidenta de Joe Biden.
En general, los candidatos a la vicepresidencia suelen ser escogidos para reforzar los flancos débiles del candidato a la presidencia, que pueden ser:
- Su edad (y su experiencia): los candidatos jóvenes a la Presidencia suelen escoger candidatos más bien maduros a la vicepresidencia, para compensar su falta de experiencia -el ejemplo más evidente es, precisamente, la elección de Biden por parte de Obama-, mientras que los candidatos viejos suelen escoger candidatos más jóvenes (George Bush padre escogiendo a Dan Quayle en 1988, por ejemplo) para intentar dotar de más frescura a su candidatura, dado que suelen ser políticos con muchos años de experiencia.
En el caso de Biden, este punto es especialmente crítico, porque de ser elegido, Biden sería, de lejos, el Presidente más viejo de la historia en un primer mandato, cosa que hace poco probable que escoja a una vicepresidenta mayor de 60 años. Al mismo tiempo, tendrá que ser una política con experiencia, porque las posibilidades (meramente actuariales) de que Biden no cumpla cuatro años de mandato (no digamos ya ocho) son elevadas: tiene un 24% de posibilidades de fallecer en 5 años: https://www.finder.com/life-insurance/odds-of-dying
- Su posicionamiento ideológico dentro del Partido: un candidato republicano moderado a la Presidencia tenderá a escoger un posible vicepresidente más conservador (McCain escogiendo a Sarah Palin en 2012) mientras que un candidato demócrata liberal tenderá a escoger a un vicepresidente más moderado que él (una vez más, Obama escogiendo a Biden en 2008), y viceversa (John Kerry escogiendo a John Edwards en 2004). En el caso de Biden, que es considerado un moderado en el actual Partido Demócrata, la lógica invita a pensar que escogerá a alguien más liberal que él (la necesidad de apaciguar a los seguidores de su rival en las primarias, Sanders, invita también a pensar que eso ocurrirá así).
- Su género: al menos en el partido Demócrata, parece evidente que nunca más habrá dos hombres como candidatos: Biden dejó muy claro que la candidata a la vicepresidencia iba a ser mujer, y la tendencia demócrata a la igualdad de género parece ya muy arraigada (el Partido Republicano tendrá más problemas para alcanzar la paridad de género porque el número de mujeres republicanas con el perfil propio para ser Presidente o Vicepresidente es mucho más reducido. Véase el porcentaje de mujeres demócratas y republicanas en el Congreso y sobre todo, la evolución de dicho porcentaje en los últimos 30 años (en 1990 había más congresistas republicanas que demócratas)
En general, los candidatos a la vicepresidencia suelen ser escogidos para reforzar los flancos débiles del candidato a la presidencia, que pueden ser:
- Su edad (y su experiencia): los candidatos jóvenes a la Presidencia suelen escoger candidatos más bien maduros a la vicepresidencia, para compensar su falta de experiencia -el ejemplo más evidente es, precisamente, la elección de Biden por parte de Obama-, mientras que los candidatos viejos suelen escoger candidatos más jóvenes (George Bush padre escogiendo a Dan Quayle en 1988, por ejemplo) para intentar dotar de más frescura a su candidatura, dado que suelen ser políticos con muchos años de experiencia.
En el caso de Biden, este punto es especialmente crítico, porque de ser elegido, Biden sería, de lejos, el Presidente más viejo de la historia en un primer mandato, cosa que hace poco probable que escoja a una vicepresidenta mayor de 60 años. Al mismo tiempo, tendrá que ser una política con experiencia, porque las posibilidades (meramente actuariales) de que Biden no cumpla cuatro años de mandato (no digamos ya ocho) son elevadas: tiene un 24% de posibilidades de fallecer en 5 años: https://www.finder.com/life-insurance/odds-of-dying
- Su posicionamiento ideológico dentro del Partido: un candidato republicano moderado a la Presidencia tenderá a escoger un posible vicepresidente más conservador (McCain escogiendo a Sarah Palin en 2012) mientras que un candidato demócrata liberal tenderá a escoger a un vicepresidente más moderado que él (una vez más, Obama escogiendo a Biden en 2008), y viceversa (John Kerry escogiendo a John Edwards en 2004). En el caso de Biden, que es considerado un moderado en el actual Partido Demócrata, la lógica invita a pensar que escogerá a alguien más liberal que él (la necesidad de apaciguar a los seguidores de su rival en las primarias, Sanders, invita también a pensar que eso ocurrirá así).
- Su género: al menos en el partido Demócrata, parece evidente que nunca más habrá dos hombres como candidatos: Biden dejó muy claro que la candidata a la vicepresidencia iba a ser mujer, y la tendencia demócrata a la igualdad de género parece ya muy arraigada (el Partido Republicano tendrá más problemas para alcanzar la paridad de género porque el número de mujeres republicanas con el perfil propio para ser Presidente o Vicepresidente es mucho más reducido. Véase el porcentaje de mujeres demócratas y republicanas en el Congreso y sobre todo, la evolución de dicho porcentaje en los últimos 30 años (en 1990 había más congresistas republicanas que demócratas)
En el Senado las cosas no son mucho mejores para los republicanos: hay 17 senadoras demócratas (36% del total) y sólo 9 republicanas (el 17%)
- Su raza: al menos en el partido Demócrata, también parece evidente que va a ser difícil que haya dos personas blancas como candidatas a la presidencia y a la vicepresidencia en el futuro. El 90% del voto negro es demócrata, y unos dos tercios del voto latino y asiático, así que la presión es muy fuerte, y especialmente en el caso de Biden, que es un varón blanco, que la mujer escogida pertenezca a una minoría.
- El Estado del que venga el vicepresidente: hay una creencia de que el candidato a vicepresidente "araña" un par de puntos en su Estado, lo cual, en Estados disputados puede ser un aliciente a la hora de escoger al candidato (por ahí iban también los tiros cuando Romney escogió a Ryan en 2012, pese a que éste era sólo congresista de un distrito de Wisconsin, no Senador o gobernador del Estado). Pero este factor encubre un riesgo mayor, que es perder un voto en el Senado o un gobernador de tu partido si es sustituido por un Senador o vicegobernador de otro partido.
- Su raza: al menos en el partido Demócrata, también parece evidente que va a ser difícil que haya dos personas blancas como candidatas a la presidencia y a la vicepresidencia en el futuro. El 90% del voto negro es demócrata, y unos dos tercios del voto latino y asiático, así que la presión es muy fuerte, y especialmente en el caso de Biden, que es un varón blanco, que la mujer escogida pertenezca a una minoría.
- El Estado del que venga el vicepresidente: hay una creencia de que el candidato a vicepresidente "araña" un par de puntos en su Estado, lo cual, en Estados disputados puede ser un aliciente a la hora de escoger al candidato (por ahí iban también los tiros cuando Romney escogió a Ryan en 2012, pese a que éste era sólo congresista de un distrito de Wisconsin, no Senador o gobernador del Estado). Pero este factor encubre un riesgo mayor, que es perder un voto en el Senado o un gobernador de tu partido si es sustituido por un Senador o vicegobernador de otro partido.
Otros factores que tradicionalmente se tenían por importantes, como el equilibro geográfico de una dupla electoral, cada vez parecen tener menos importancia, especialmente dada la creciente cohesión ideológica que tienen ambos Partidos, que hace que un demócrata de Nueva York se parezca a más a un demócrata de Los Ángeles que a un republicano de Nueva York en sus prioridades políticas.
En conclusión: a la vista de lo expuesto hasta ahora, el perfil de la candidata a la vicepresidencia de Biden es: mujer, bastante más joven que Biden pero con experiencia política suficiente para sustituirlo en caso de fallecimiento, muy probablemente perteneciente a una minoría, y no necesariamente de un Estado disputado.
¿Y qué quiere decir experiencia política suficiente? A mi juicio (y sospecho que también para Biden): al menos cuatro años en el Senado o como gobernadora (a fecha de las elecciones) o experiencia previa en la Administración Obama/Biden. Eso es lo mínimo
En conclusión: a la vista de lo expuesto hasta ahora, el perfil de la candidata a la vicepresidencia de Biden es: mujer, bastante más joven que Biden pero con experiencia política suficiente para sustituirlo en caso de fallecimiento, muy probablemente perteneciente a una minoría, y no necesariamente de un Estado disputado.
¿Y qué quiere decir experiencia política suficiente? A mi juicio (y sospecho que también para Biden): al menos cuatro años en el Senado o como gobernadora (a fecha de las elecciones) o experiencia previa en la Administración Obama/Biden. Eso es lo mínimo
Ya anticipo una cosa: no voy a optar por una de esas listas interminables con posibles candidatas de todo tipo y condición (quien tenga curiosidad, aquí tiene doce opciones propuestas por Bill Scher, de POLITICO, y diez opciones propuestas por Chris Cillizza, de CNN; por lo demás, son artículos excelentes). Biden es perfectamente consciente de que el día de su potencial inauguración tendría 78 años. La candidata será menor de 60 años, pero con experiencia suficiente como senadora o gobernadora para sustituirle si algo le ocurriera. Los demás requisitos son negociables. Por lo tanto, ni Stacey Abrams ni Elizabeth Warren y aún menos Michelle Obama, que no cumplen con ellos.
Las candidatas:
De hecho, aunque las candidatas potenciales son muchas, las candidatas con posibilidades reales son pocas:
Gobernadoras: este grupo ofrece 6 posibles candidatas. Descartemos de antemano a las gobernadoras de Maine y Kansas, septuagenarias ambas. Las gobernadoras de Oregon y Rhode Island han tenido mandatos controvertidos, aunque por experiencia podrían ser interesantes. Las dos gobernadoras que suenan mas son Gretchen Whitmer de Michigan, y Michelle Lujan Grisham, de Nuevo México. El problema es que ambas tienen poca experiencia (empezaron sus mandatos el 1 de enero de 2019). Lujan Grisham es hispana y antes fue congresista durante seis años, así que no es enteramente descartable. Pero dudo mucho que la elegida salga de allí.
Senadoras: como hemos señalado antes, hay 17 senadoras demócratas. De ellas, 1o tienen más de 60 años (Elizabeth Warren está dentro de este grupo), lo que las descarta de antemano. Eso nos deja 7. Descartamos asimismo a Kyrsten Synema, porque al ser de Arizona, eso significa que si obtuviera el puesto de vicepresidenta el gobernador republicano de Arizona podría nombrar a su sucesor y darle un escaño en el Senado a los republicanos.
Quedan seis: Gillibrand, de Nueva York, que fue candidata a la presidencia pero con poca distinción. Es blanca y Nueva York es un Estado sólidamente demócrata. No suena en las listas, porque no equilibra a Biden en ningún aspecto relevante.
Tammy Baldwin, de Wisconsin, es liberal (y lesbiana). Su Estado es uno de los más disputados, pero tiene un inconveniente similar al de Sinema: si fuera elegida vicepresidenta, entre 62 y 77 días después de su nombramiento se tendría que disputar una elección especial en su Estado, poniendo en peligro su escaño. Probablemente descartada.
Tammy Duckworth, de Illinois, veterana y mutilada de guerra y de ascendencia asiática, tiene fama de moderada, al igual que Biden (cosa que en este contexto no es favorable), y es de Illinois, un Estado sólidamente demócrata. No es enteramente descartable, pero no es probable que sea la elegida.
Catherine Cortez Masto, de Nevada, hispana, de perfil bajo pero con experiencia suficiente (4 años en el Senado y 8 como fiscal general de Nevada). También tiene fama de moderada, lo cual no equilibra el ticket con Biden. Es una posibilidad si algo nefasto surgiera en la revisión de los expedientes de las dos candidatas más probables.
Amy Klobuchar, de Minnesota: otra candidata a la presidencia que aguantó más que Gillibrand. Su Estado, aunque lleva votando demócrata desde 1976, estuvo a punto de decantarse por Trump en 2016 y ella es extremadamente popular en él. Apoyó a Biden justo antes del Supermartes y probablemente decantó su estado hacia él. Dicho esto, no deja de ser una señora blanca de 60 años, moderada, un perfil muy parecido al de Biden, pero en mujer. En ultima instancia no creo que Biden se decante por ella.
Kamala Harris, de California: el consenso generalizado es que Biden se va a decantar por ella, y generalmente, ese "consenso" se traduce como "filtraciones desde la propia campaña". Harris tendrá 56 años, 4 años de experiencia como Senadora y 6 como fiscal general de California (antes lo fue de San Francisco). Es medio negra y medio india (así que ¡2 minorías!), bastante más liberal que Biden, con lo que también equilibra el ticket por ese lado y su Estado, California, es uno de los más demócratas del país, por lo que su escaño en el Senado no se pondrá en riesgo en ningún escenario.
En suma: Harris, porque equilibra a Biden por edad, género, raza e ideología, y tiene experiencia suficiente en caso de que a Biden le ocurra algo durante su mandato, cosa que es perfectamente posible.
Amy Klobuchar, de Minnesota: otra candidata a la presidencia que aguantó más que Gillibrand. Su Estado, aunque lleva votando demócrata desde 1976, estuvo a punto de decantarse por Trump en 2016 y ella es extremadamente popular en él. Apoyó a Biden justo antes del Supermartes y probablemente decantó su estado hacia él. Dicho esto, no deja de ser una señora blanca de 60 años, moderada, un perfil muy parecido al de Biden, pero en mujer. En ultima instancia no creo que Biden se decante por ella.
Kamala Harris, de California: el consenso generalizado es que Biden se va a decantar por ella, y generalmente, ese "consenso" se traduce como "filtraciones desde la propia campaña". Harris tendrá 56 años, 4 años de experiencia como Senadora y 6 como fiscal general de California (antes lo fue de San Francisco). Es medio negra y medio india (así que ¡2 minorías!), bastante más liberal que Biden, con lo que también equilibra el ticket por ese lado y su Estado, California, es uno de los más demócratas del país, por lo que su escaño en el Senado no se pondrá en riesgo en ningún escenario.
En suma: Harris, porque equilibra a Biden por edad, género, raza e ideología, y tiene experiencia suficiente en caso de que a Biden le ocurra algo durante su mandato, cosa que es perfectamente posible.
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