miércoles, 30 de enero de 2008

Esto es cosa de dos: Después de Nevada y Carolina del Sur- Demócratas

Con la retirada hoy de John Edwards, la carrera por la nominación demócrata ha quedado finalmente reducida a dos personas: Hillary Clinton y Barack Obama. Era la consecuencia inevitable de los resultados en los caucuses de Nevada el pasado día 19 y en las primarias de Carolina del Sur del pasado día 26.

Estos fueron los resultados:

Caucuses de Nevada:

Hillary Clinton- 50.77%
Barack Obama- 45.12%
John Edwards- 3.74%

Primarias en Carolina del Sur:

Barack Obama- 55.44%
Hillary Clinton- 26.52%
John Edwards- 17.57%

1) Hillary Clinton: La victoria en Nevada fue un éxito, y ratificó la condición de favorita de Hillary. Además, demostró que el voto hispano, muy importante en Nevada, se decanta hacía ella en una proporción de más del 60%. Eso puede resultar decisivo el próximo Martes, cuando votan numerosos Estados con un importante número de hispanos. Por lo demás, Hillary ganó, si no de manera apabullante, sí con cierta holgura.

Cuestión distinta fue el resultado de Carolina del Sur, que no cabe duda que fue un tanto pobre. En especial hay que destacar dos cosas: el voto negro por Hillary no pasó del 17% (y eso es flojo), y el voto blanco se decantó antes por Edwards que por ella. En cualquier caso, Hillary, con su coalición de votantes de pocos ingresos, mujeres, hispanos y personas de edad, es la favorita para la victoria.

La táctica de Hillary de hacer de Obama el "candidato negro" tiene sus riesgos: ha solidificado el apoyo negro a favor de Obama, y no estoy tan seguro de que haya alienado al electorado blanco. Observad que en los últimos días Bill está notablemente más callado que antes de Carolina del Sur (la impresión general es que sus comentarios despectivos hacia Obama le hacen más mal que bien a Hillary).

Un dato más: en Nevada hay un 6% de negros y un 19% de hispanos. Pues bien, en los caucuses, los negros y los hispanos representaban el 15% de los votantes (es decir, que fue a votar un porcentaje muchísimo más elevado de negros que de hispanos). No bastó para la victoria, pero es un dato a tener en cuenta: los negros van a votar masivamente por su candidato.

2) Barack Obama: la derrota de Nevada fue la segunda decepción, tras el fiasco de New Hampshire. Por una parte, el 45% es un resultado sólido, y demuestra que está cerca de Clinton (al menos en los Estados en los que tiene tiempo para hacer campaña). Por otra parte, el hecho evidente es que en un Estado con fuerte componente hispano, Obama tiene las de perder, y de aquí a una semana se la juega en California (¡con un 32% de hispanos!).

Su victoria en Carolina del Sur era imprescindible si quería mantener sus aspiraciones. Además, con un 55% y casi 29 puntos de ventaja sobre Clinton, fue una victoria muy contundente. El voto negro fue masivamente (un 81%) por él, y también consiguió un respetable 25% del voto blanco. El único problema para Obama es que la composición étnica de Carolina del Sur se repite en pocos Estados. Por otra parte, Obama tiene que mejorar sus porcentajes de voto blanco (es curioso que en Iowa y en New Hampshire, donde no hay apenas negros, Obama obtuviera el 37% de los votos blancos, y en Carolina del Sur, en cambio, se quedara con un 25%).

3) John Edwards: su resultado en Nevada fue un tanto engañoso (pensad que, al tratarse de un caucus, había que cumplir la regla de viabilidad del 15%, al que Edwards no llegó en muchos precintos- su voto real debía estar en torno al 8%). En cualquier caso, fue un resultado muy malo (y muy inferior al previsto en las encuestas).

Pero el golpe final fue Carolina del Sur: hace cuatro años fue el único Estado en el que batió a Kerry. Y otra cosa más: es su Estado natal. Quedar tercero, sin llegar siquiera al 18%, dejaba claro que Edwards no tenía futuro, ni siquiera para intentar conseguir forzar el desempate entre Clinton y Obama (para conseguir delegados necesitas sacar el 15% en el Estado; si Edwards no llegaba ni al 18% en su Estado natal; ¿qué iba a hacer en los Estados siguientes?

¿Y ahora qué?- La retirada de Edwards, por supuesto, altera todas las predicciones, porque ¿adónde irán sus votantes? Vosotros conocéis mi teoría: el votante de Edwards dividía el voto blanco demócrata y el voto centrista/conservador demócrata entre él y Clinton. Lo lógico es que sus votantes vayan en su mayoría a Clinton.

He leído una teoría alternativa, que defiende la tesis de que si a estas alturas todavía estabas apoyando a Edwards y no a Clinton, una vez retirado Edwards te irás a apoyar al candidato "que no sea Clinton", es decir, a Obama.

Ambas teorías son respetables, aunque mi opinión es que el votante medio de Edwards (que es blanco), se decantará en última instancia por Clinton y no por Obama (aunque en Nevada parece evidente que Hillary y Obama se repartieron de manera bastante equitativa los votos de Edwards en los precintos que no eran viables).

La favorita, insisto, es Clinton, a pesar de que el establishment demócrata cada vez parece más encandilado con Obama (no deja de ser importante que Ted Kennedy, el Senador de Massachusetts, y Caroline Kennedy, la hija de JFK, se hayan decantado por él).

Ted merece un comentario aparte: en su condición de jefe del clan Kennedy, y senador desde 1962, le da apoyo a Obama en varios terrenos en los que Obama flojea: católicos (¡es un Kennedy!), personas mayores (tiene 75 años) hispanos (es uno de los grandes garantes de la legislación pro-inmigración en el Congreso). Ahora bien, tampoco veo yo que alguien vaya a cambiar de idea porque se lo diga Ted Kennedy (aunque sería interesante ver las encuestas de Massachusetts en los próximos días).

Pero la favorita, insisto una vez más, es Clinton. Le apoyan los grupos de votantes más fiables dentro del Partido Demócrata (mujeres, pobres y viejos), y las encuestas del Supermartes le dan ventaja, hasta ahora, en 19 de los 22 Estados (aunque muchas de las encuestas son muy antiguas y esta semana seguro que habrá una avalancha de encuestas que nos permitirán reevaluar la situación).

Una última cosa: ayer hubo primarias demócratas en Florida. En principio, carecían de valor, porque al fijarlas antes del Supermartes, el Comite Nacional Demócrata castigó al Estado reduciendo a 0 el número de delegados. Además, los candidatos no hicieron campaña.

Pero como orientación, los resultados pueden ser interesantes:

Hillary Clinton- 49.68%
Barack Obama- 33.00%
John Edwards- 14.40%

Observad que Clinton, si Obama no hace campaña, gana por defecto, y que ni siquiera sumando todos los votos de Edwards a Obama, éste consigue batir a Clinton. No digo que esto sea representativo del Supermartes (a fin de cuentas, Obama va a hacer campaña en casi todos los 22 Estados), pero es evidente que Clinton parte con ventaja.

De todos modos, lo del Supermartes es tan complicado que este fin de semana os enviaré un correo para intentar desbrozar la maraña.

domingo, 27 de enero de 2008

La marcha triunfal de Hillary Clinton desafina un poco: las primarias de Michigan (y las de Mississipi)

El pasado día 19 de enero hubo caucuses en Nevada y primarias republicanas en Carolina del Sur. Los resultados provocaron la primera sacudida realmente fuerte en el panorama republicano, la primera retirada de un candidato importante, y la apertura de una nueva fase absolutamente fascinante en la carrera republicana a la presidencia.

Lo primero es lo primero- Resultados en Nevada:

Mitt Romney- 51.10%
Ron Paul- 13.73%
John McCain- 12.75%
Mike Huckabee- 8.16%
Fred Thompson- 7.94%
Rudy Giuliani- 4.31%

Y resultados en Carolina del Sur:

John McCain- 33.24%
Mike Huckabee- 29.79%
Fred Thompson- 15.78%
Mitt Romney- 15.09%
Ron Paul- 3.68%
Rudy Giuliani- 2.12%

Dado que los resultados más importantes, por tradición y peso político son los de Carolina del Sur, el orden que vamos a seguir es el de los resultados en ese Estado:

1) John McCain: la vida está llena de paradojas: hace ocho años, McCain obtuvo el 42% del voto en Carolina del Sur. Perdió frente a Bush y todo el mundo opinó que la derrota en Carolina del Sur era un golpe mortal para su campaña. El día 19 ganó, pero con nueve puntos menos que hace ocho años, y la prensa lo ha coronado como el máximo aspirante a la victoria.

Ante todo, es importante reconocer que McCain ha tenido suerte: él sólo se tenía que disputar el voto moderado con un Giuliani en caída libre. Los conservadores tenían que elegir entre Romney, Huckabee y Thompson. La división del voto conservador ha sido lo que le ha garantizado (por los pelos) la victoria.

2) Mike Huckabee: como dije en correos anteriores, Carolina del Sur era un Estado que Huckabee tenía que ganar necesariamente, por estar lleno de sureños baptistas como él. Para su desgracia, Fred Thompson y Mitt Romney le arrancaron casi el 30% de los votos, y le condujeron a la segunda posición. Pese a que su resultado me pareció muy digno, la prensa está interpretándolo como el final de su campaña, al grito de "si Huckabee no es capaz de ganar en Carolina del Sur, no es capaz de ganar en ninguna parte". Por supuesto, las cosas son algo más complejas, como veremos luego.

3) Fred Thompson: Se acabó. Fred necesitaba la victoria o una segunda posición como la de Huckabee. Su digno 16% tan solo ha servido para hundir su campaña y, de refilón, apuñalar a Huckabee, quitándole unos votos sureños conservadores que eran imprescindibles para la victoria de éste. Se retiró esta semana.

Thompson no ha conseguido enardecer a los votantes. Tampoco ha conseguido explicar cuál era la idea central de su campaña (que yo al menos no soy capaz de definir) y permitió ya desde el principio que Huckabee le suplantara como el "candidato conservador sin complejos".

En cualquier caso, su campaña ha sido decepcionante, y muy por debajo de las expectativas creadas.

4) Mitt Romney: Romney quizá es el candidato cuya posición en este momento es más difícil de definir. Su cuarta posición en Carolina del Sur tendría que darlo por muerto en la carrera republicana. Sin embargo, Romney, inteligentemente, se concentró en Nevada, donde consiguió una victoria enorme (basada, pero no solo, en el hecho de que los mormones de Nevada votaran masivamente por él) y más delegados de los que McCain ha sacado en Carolina del Sur.

La táctica de Romney es clara: Thompson está fuera, Huckabee sólo puede ganar en los Estados sureños, McCain es demasiado moderado. Yo soy el candidato conservador de consenso, y el único que realmente sabe de economía, que es el tema esencial en las próximas generales. Y sólo yo tengo la chequera lo suficientemente fuerte para financiar lo que queda de campaña. Es una táctica extraña, pero a lo mejor le funciona.

5) Ron Paul: un resultado pésimo en Carolina del Sur y respetable en Nevada. El resultado de Nevada se debe al hecho de que sólo Romney y él hicieron campaña en el Estado, y al hecho de que en Nevada hay un electorado algo más libertario que en el resto del país (es algo que ocurre en general en el Oeste, donde Paul obtendrá resultados algo mejores que en el resto de Estados Unidos). En cualquier caso, sigue siendo irrelevante.

6) Rudy Giuliani: otro resultado ridículo (y van seis...). Rudy, como ya he dicho en otras ocasiones, lo ha apostado todo a Florida, que vota el día 29. Sin embargo, creo que los resultados de todas las primarias anteriores muestran que Rudy se ha equivocado de táctica. Quizá no tenía opciones desde el principio, por ser demasiado liberal para el electorado republicano medio. Pero la táctica de aguantar sin competir hasta Florida, si hemos de creer las encuestas que nos llegan desde allí, ha fracasado ya. Rudy obtendrá un resultado digno (tercero probablemente), pero tanto McCain como Romney (y quizá incluso Huckabee) le van a superar. Y en ese momento se acabó la candidatura Giuliani.

El martes 29 hay primarias en Florida. McCain y Romney están muy arriba en las encuestas, con Giuliani y Huckabee peleando por la tercera plaza.

Una victoria de McCain probablemente le daría el impulso definitivo para ganar el supermartes 5 de febrero. Una victoria de Romney le daría el impulso para cortarle las alas a McCain y conseguir que hubiera un "empate" el día 5 de febrero.

Reconozco que se me hace cuesta arriba dar por muerto a Huckabee, que es el candidato más afín al republicano conservador medio. La retirada de Fred Thompson, además, debería derivar buena parte del voto republicano conservador en el Sur hacia él. Sin embargo, la prensa está empezando a hacer algo muy típico: intentar convertir la carrera en cosa de dos (en el bando demócrata les está resultando más fácil, por supuesto). Y los dos por los que apuestan son McCain (que es su candidato republicano preferido) y Romney (porque se cree que todo su dinero le hace competitivo).

Giuliani necesita ganar en Florida, y no hay una sola encuesta que le de la victoria. Si la consigue, volverá a ser competitivo, pero es más probable que el martes 29 marque el fin (o al menos el principio del fin) de su campaña. Os ofrezco un solo dato: las últimas encuestas republicanas sobre Nueva York indican que McCain superan allí ya a Giuliani- y con eso está todo dicho.

¿Favoritos? Si McCain gana en Florida, McCain. Si gana Romney o cualquier otro, vaya uno a saber.

viernes, 18 de enero de 2008

La resurrección del mormón: Primarias en Michigan - Republicanos

El pasado día 15 de enero hubo primarias republicanas en Michigan. Se consideraba que era la última oportunidad de Romney de empezar a ganar, y Romney consiguió una victoria razonablemente holgada, que le mantiene vivo.

Resultados escuetos de las primarias republicanas:

Mitt Romney- 38.90%
John McCain- 29.66%
Mike Huckabee- 16.08%
Ron Paul- 6.27%
Fred Thompson- 3.70%
Rudy Giuliani- 2.84%

1) Mitt Romney: Romney tenía que ganar en Michigan. Era su Estado natal, el Estado en el que su padre había sido gobernador cuarenta años atrás. Si perdía allí, estaba acabado. Romney ganó, y lo hizo con cierta claridad. ¿Cómo consiguió la victoria? Haciendo algo que no había hecho hasta el momento: aplicando el enfoque correcto al Estado. En lugar de intentar venderse como el más conservador de los candidatos (lo que, como ya sabéis, es mentira: ¡si fue gobernador de la Massachusetts de Kerry!), Romney dijo que acabaría con la recesión económica (Michigan lleva cinco años seguidos de crisis económica debido al hundimiento de la industria del automóvil: para que os hagais una idea, Repsol vale en Bolsa el doble que la General Motors y que la Ford JUNTAS; y con eso está todo dicho). Ése era el mensaje que querían oír en Michigan. Romney abogó por la intervención del Gobierno para solventar la crisis económica (es decir, lo contrario del mensaje del republicano ortodoxo, que dice que el Gobierno es el problema y no la solución). En fin, Romney ganó diciendole a sus votantes que él cuidaría de ellos, porque para algo era de Michigan. ¿Un enfoque mentiroso? Quizá, pero Romney sabía que o salía victorioso de Michigan, o era hombre muerto.

2) John McCain: McCain le ganó a Bush (que era un candidato más fuerte que Romney) en las primarias republicanas del 2000. Una victoria le hubiera dado un gran impulso de cara a las siguientes primarias. La derrota es un serio contratiempo (que él intentó minimizar en su discurso de aceptación de la derrota al decir que "la gente de Michigan había apoyado a su "hijo nativo, Romney"- vamos, que Romney sólo había ganado porque era de Michigan).

Bueno, sí y no. McCain se precia de lo que llama su "straight talk" (hablar claro) pero quizá se le fue la mano en Michigan. Hubo un momento definitorio: en un mítin les dijo a los asistentes: "algunos de los empleos que se han perdido en Michigan ya no volverán". A lo mejor es cierto, John, pero ESO NO SE PUEDE DECIR. (Romney, en cuanto se enteró, se lanzó a su yugular: "McCain es un pesimista, y yo os prometo que TODOS los empleos volverán"). Me diréis: McCain es un político honesto, y dijo la verdad. Romney, como siempre, mintió para sacar provecho político. Quizá sí, ¿pero quien ganó y quien perdió? Fue un ejemplo clásico de que en las elecciones suele ganar el que le dice a la gente lo que quiere oír, y no necesariamente la verdad.

3) Mike Huckabee: los analistas consideran que Huckabee se quedó un pelín corto en Michigan, y quizá fue así (yo mismo espera que estuviera más cerca del 20% que del 15%). Huckabee quizá ha tenido un problema en el hecho de que su victoria de Iowa ya ha sido contrarrestada por la victoria de McCain en New Hampshire y de Romney en Michigan. Sin embargo, creo que está en liza todavía, y un 16%, a fin de cuentas, es un resultado muy respetable.

Ahora bien, mañana necesita una victoria en Carolina del Sur (o en Nevada, pero esto es más improbable). Carolina del Sur es un Estado sureño, lleno de baptistas y cristianos renacidos. Es un Estado cortado a la medida de Huckabee. Si no gana allí, tendrá problemas.

4) Ron Paul: Paul saca entre el 5% y el 10% de los votos en todas partes. Tiene un electorado estable y fiel. Lo que pasa es que con esos resultados no puede esperar ganar jamás de los jamases. Y yo creo que cuando ya sabes que vas a perder, mantener una actitud quijotesca y permanecer por deporte en la carrera presidencial no es de recibo.

5) Fred Thompson: otro resultado pésimo. Thompson ya ha decidido atrincherarse en Carolina del Sur, que es el único estado de los iniciales en el que puede aspirar a ganar (también es sureño). Dicho esto, creo que es más probable que quede tercero o cuarto (por detrás de Huckabee y McCain, e incluso de Romney) y que tenga que abandonar la carrera inmediatamente.

6) Rudy Giuliani: otro resultado ridículo. Rudy lo ha apostado todo a Florida, que vota el día 29. Ahora bien, cuando un votante dudoso de Florida mira los resultados de las distintas primarias y ve que Rudy no llega, en general, ni al 5%, ¿no es más probable que considere votar por McCain, que al menos o gana o queda segundo?

Hay una consideración adicional: Rudy dice que obtiene malos resultados porque no hace campaña. Pero todo el mundo sabe quien es Rudy Giuliani, y la gente no te vota o te deja de votar porque vea anuncios tuyos en la tele o no. Eso puede justificar no ganar, pero no sacar menos del 3% de los votos.

7) Un detalle más sobre Michigan, cortesía de Michael Barone, el comentarista conservador (que nació allí): en las primarias republicanas votaron 868.000 personas, mientras que en el 2000 votaron 1.232.000. Es una cifra muy mala, especialmente habida cuenta del hecho de que las primarias demócratas carecían de valor real, dado que Obama y Edwards no estaban en las papeletas. Muchos menos demócratas y especialmente independientes fueron a votar, y eso es muy mala señal para el Partido Republicano de cara a las generales de noviembre.

Mañana, 19 de enero hay caucuses en Nevada y primarias en Carolina del Sur.

Curiosamente, Nevada tiene más delegados en la convención, pero la prensa está acampada en Carolina del Sur (el ganador de las primarias republicanas en Carolina del Sur ha sido el candidato desde 1980).

Romney está en Nevada, y ha abandonado Carolina del Sur. Argumenta que Nevada tiene más delegados, pero lo que ocurre es que sabe que va a perder en Carolina del Sur, y cree que puede ganar en Nevada, donde hay un 14% de mormones, que votarán masivamente a favor de su candidato en el caucus. En cuanto al resto, McCain y Huckabee deberían hacerlo bien, pero es difícil predecir un ganador.

Pero como dije en mi e-mail anterior, las primarias en Carolina del Sur son la madre del cordero. Es un Estado republicano sureño clásico, conservador y religioso. Es el Estado ideal para Huckabee, en resumen. Si gana allí, conseguirá un fuerte impulso de cara a Florida y al Supermartes. Si pierde a manos de McCain o de cualquier otro, sería un golpe durísimo, y quizá fatal.

Para McCain, es un Estado importante. Tiene que demostrar que puede ganar en feudos conservadores. Además, tiene suerte: el voto moderado sólo se lo tiene que disputar con un Giuliani en franca decadencia. En cambio, Huckabee tiene que disputarse el voto conservador con Romney (que obtendrá un resultado respetable) y Thompson (para el que ganar o quedar segundo por poco es una cuestión de vida o muerte). Es posible que McCain gane por la división de sus adversarios.

La victoria de Romney en Michigan hace que, para bien o para mal, haya que tenerle en cuenta. McCain, Huckabee o Romney tienen posibilidades de llevarse la nominación (salvo que Thompson gane milagrosamente en Carolina del Sur o Giuliani gane, todavía más milagrosamente, en Florida).

Romney tiene una ventaja esencial: es multimillonario, y puede gastarse su fortuna personal en la campaña, lo que no pueden hacer los demás, que andan cortos de dinero. Si continúa con su mensaje de "yo devolveré a todo el mundo sus puestos de trabajo", tiene una posibilidad de ganar, aunque McCain y Huckabee son mucho más "auténticos" que él.

En fin, veremos qué pasa mañana.

Clinton contraataca: Después de New Hampshire- Demócratas

Quizá debería dejar de hacer predicciones en cuanto a los demócratas, porque no doy una... En Iowa dije que ganaría Clinton, y ganó Obama. En New Hampshire, lo contrario.

En primer lugar, estos son los resultados escuetos de las primarias demócratas:

Hillary Clinton- 39.07%
Barack Obama- 36.47%
John Edwards- 16.94%
Bill Richardson- 4.61%

1) Hillary Clinton: Hillary venció a todos: a Obama, a Edwards, a las encuestas. Su victoria se ha atribuido a unas lagrimitas que derramó el día antes de las primarias, pero a mí eso me parece un análisis superficial. Hillary fue apoyada en New Hampshire por los grupos que forman el núcleo duro de la "coalición demócrata"- votantes con pocos ingresos, mujeres, y votantes de edad (el modelo sería la campaña de Walter Mondale contra Gary Hart en 1984). Hillary, además, creo que se está beneficiando del hecho de que algunos votantes de Edwards consideraron que su candidato no tenía posibilidades, y pasaron a votarla a ella (hay una gran confusión, incluso entre los medios, sobre los votantes de Edwards: son demócratas centristas o conservadores, no liberales, y por tanto su segunda opción es Hillary, no Obama).

2) Barack Obama: la derrota de Obama fue una gran decepción para él, especialmente porque todas las encuestas le daban como ganador. ¿Por qué fallaron las encuestas? En primer lugar, porque en New Hampshire hay primarias, y no caucuses. Me explico: en un caucus, como sabeis, el voto es público, no secreto. Además, la gente suele comentar sus preferencias antes del caucus, por lo que si cambias de opinión enfrente de tus amigos y vecinos en el momento de la votación, quedas mal. En las primarias, en cambio, el voto es secreto. Me temo que hubo gente en New Hampshire que le dijo a los encuestadores que iba a votar a Obama y luego votó a Clinton (eso se vio muy claramente en las encuestas de salida de la votación, en las que el 39% dijo que había votado a Obama, cuando en realidad sólo había sido el 36,5%).

Los votantes de Obama son los votantes de Gary Hart en 1984- gente con ingresos superiores a la media, hombres y jóvenes. El problema es que de esos hay menos en el Partido Demócrata. La única esperanza de Obama es que otro de los elementos decisivos en la victoria de Mondale sobre Hart en 1984 fue el voto negro, y ése le va a apoyar a él en esta ocasión. Pero no creo que sea suficiente.

3) John Edwards: su 17% fue un resultado flojo. Era evidente que su mensaje populista y su condición de sureño no le iba a dar muchos votos en New Hampshire, pero hace cuatro años, el voto a candidatos demócratas conservadores (Wesley Clark, Joe Lieberman, el propio Edwards) obtuvo en torno al 30%. Edwards no fue capaz de captar buena parte de ese voto, que se fue hacia Clinton.

La presencia de Edwards en la carrera, contrariamente a lo que muchos piensan favorece a Obama- divide el voto blanco demócrata y el voto centrista/conservador demócrata entre él y Clinton. Cuanto más tiempo permanezca en la carrera, mejor para Obama.

4) Bill Richardson se retiró tras sus pésimos resultados en Iowa y New Hampshire (curiosamente, pensábamos que intentaría aguantar hasta Nevada, que está llena de hispanos como él, pero debió decidir que no valía la pena).

¿Y ahora qué?- Clinton, tras su victoria en New Hampshire, vuelve a ser la favorita para la victoria final.

El 15 de enero hubo primarias en Michigan, pero Obama y Edwards no figuraban en la papeleta, porque Michigan había violado las normas sobre el calendario de primarias establecido por el Partido Demócrata. Clinton ganó 55%- 40% (es curioso que un 40% de demócratas prefirieran votar a "nadie" en lugar de a Clinton. Por otra parte, el 55% de votos indica que, en ausencia de Edwards, ése es el porcentaje de demócratas que apoyan a Hillary- y con ésa cifra le basta y le sobra para ganar).

El 19 de enero hay caucuses en Nevada: Obama realmente se la juega. Necesita una victoria (mucho más que Clinton). Y Nevada es un estado con muchos problemas para él: es un Estado con un 44% de católicos (en New Hampshire los católicos votaron mucho más a Clinton- 44 a 28), con un 25% de hispanos (que apoyan a Clinton mucho más que a Obama- los hispanos tienen mala relación con los negros, entre otras cosas porque se disputan los programas de protección social con ellos).

La ventaja para Obama es que el sindicato más importante (el Sindicato Culinario- que es el divertido nombre que se dan a sí mismos los trabajadores de los casinos) le ha ofrecido su apoyo. Y una vez más, en Nevada hay caucuses, no primarias. Eso, creo yo, es mejor para Obama. Edwards, curiosamente, parece que tiene todavía muchos apoyos en Nevada (otros sindicatos le han apoyado) y es competitivo. Pero la favorita es Clinton (en dos de las tres últimas encuestas lideraba ella). Ya os contaré.

Pero la favorita, insisto, es Clinton. Le apoyan los grupos de votantes más fiables dentro del Partido Demócrata, y consiguió, contra todo pronóstico, una victoria en New Hampshire contra uno de los candidatos más carismáticos de la historia del partido.

lunes, 14 de enero de 2008

The Mac is Back: Después de New Hampshire- Republicanos

El 8 de enero, como sabéis, fueron las primarias de New Hampshire. Una vez más, me gustaría resumiros lo que pasó en ellas y la interpretación que de los resultados se ha hecho en días subsiguientes.

En primer lugar, estos son los resultados escuetos de las primarias republicanas:

John McCain- 37.09%
Mitt Romney- 31.59%
Mike Huckabee- 11.22%
Rudy Giuliani- 8.55%
Ron Paul- 7.67%
Fred Thompson- 1.21%

Y esto es lo que me parece que significan:

1) John McCain: como cantaban sus partidarios la noche de la victoria, "The Mac is Back". Ocho años después de infligirle una contundente derrota a George Bush en New Hampshire en las primarias republicanas, John McCain volvía a triunfar en ese Estado. La victoria de McCain sobre Romney fue, una vez más, la viva prueba de que el dinero no basta para ganar elecciones: Romney se gastó 8 millones de dólares en publicidad en New Hampshire (que se dice pronto), mientras que McCain se gastó entre tres y cuatro veces menos. Los votantes moderados de New Hampshire abandonaron en las últimas semanas a Giuliani, y le dieron un margen ganador a McCain. La prensa ha recibido su resurrección con entusiasmo (porque a la prensa lo que le gusta es que las primarias se alarguen lo máximo posible, dado que son una fuente maravillosa de generar noticias). Y hay que reconocer que la "resurrección" del viejo Senador de Arizona es notable: McCain intentó en la primera mitad de 2007 presentarse como el candidato del establishment republicano, un rol manifiestamente inadecuado para un Senador con vena independiente, peleón incluso con sus correligionarios, y al que le gusta hablar claro. Fruto de este enfoque erróneo, el verano pasado tuvo que despedir a la mitad de su equipo porque se había quedado sin fondos para pagar sus sueldos (debido a una mezcla nefasta de despilfarro en el capítulo de gastos y escaso poderío recaudador). En ese momento se le dio por acabado. Sin embargo, precisamente al verse sin medios económicos, decidió volver a las raíces de su campaña del año 2000: resucitó el "Straight Talk Express" (el autobús de la campaña del 2000) y de manera muy clara, concentró sus esfuerzos en New Hampshire, un Estado que le respeta y en el que sus tendencias republicanas moderadas casan perfectamente con el perfil de los votantes.

Dicho esto, hay que señalar dos o tres cosas importantes: McCain consiguió unos resultados sustancialmente peores que hace ocho años frente a George Bush (cabe atribuir ese hecho a la presencia de Giuliani en la papeleta, pero el dato está ahí). Por otra parte, New Hampshire es un estado atípico en las primarias republicanas, porque sus votantes son menos conservadores que el votante republicano medio. Los próximos Estados están llenos de desafíos para McCain, que no puede ser considerado "favorito" para la victoria (aunque realmente la carrera republicana está completamente abierta en este punto).

2) Mitt Romney: el antiguo gobernador de Massachusetts fracasó por segunda vez. Derrotado por la derecha en Iowa y por la izquierda en New Hampshire, tras gastarse en ambas ocasiones un dineral para darse a conocer, Romney parece haberse dado cuenta de que la gente le considera un señor que cambia de ideología en función del cargo al que aspira.

Curiosamente, en los días anteriores a las primarias y con posterioridad a las mismas, Romney ha empezado a incidir en el discurso económico, que es probablemente el terreno en el que mejor se desenvuelve (hombre, ha llegado a ser millonario, así que algo sabrá el muchacho...) y dado que ahora que parece que nos dirigimos a una recesión, puede ser que vender el discurso "yo soy el que mejor la gestionará" puede darle algún voto.

3) Mike Huckabee: aunque poco más del 11% de los votos os pueda parecer poco, lo cierto es que es un resultado muy correcto para Huckabee, que es el candidato más inadecuado que imaginarse pueda para unas primarias en New Hampshire (un Estado en el que sólo hay un 6% de baptistas como él, y que suele ser notoriamente refractario a los candidatos populistas sureños- ya lo vereis cuando veamos la performance de Edwards en el bando demócrata).

Insisto, es un resultado correcto, que no le ha hecho ningún daño tras su triunfo en Iowa (curiosamente, a Romney, que sacó veinte puntos más que él, los periodistas están a punto de darle por muerto - políticamente hablando-).

4) Rudy Giuliani: aunque esta vez ha conseguido quedar mejor que Ron Paul -lo que en mi opinión, es el patrón por el cual se debe medir la seriedad de un candidato republicano- el 8,5% es, objetivamente, un resultado flojísimo. Además, al no conseguir llevarse más votos moderados, ha sido McCain el que se los ha quitado, y al darle vida a la campaña de McCain, Rudy se expone a ser derrotado, como Romney, por la izquierda (McCain) y por la derecha (Huckabee o Romney).

Es la segunda derrota de Rudy. Mañana volverá a perder en Michigan, el 19 en Carolina del Sur (a lo mejor consigue la victoria en Nevada ese día, pero ¿qué os jugais a que McCain se la arrebata allí, porque los republicanos moderados -y en Las Vegas hay muchos, porque si no, no vivirían en Las Vegas, que es la capital del "pecado"- votarán por el candidato que ya ha ganado unas primarias, en lugar de aquel que, bueno sí, a lo mejor un día de estos empieza a ganarlas?

En fin, Rudy llegará a Florida el 29 de enero con cinco derrotas en el zurrón, y tengo para mí que en Florida también será derrotado. Y ese día, la prensa probablemente le dará por muerto, y seguramente tendrán razón.

5) Ron Paul: su 7,67% fue un resultado inferior al de Iowa y a las expectativas creadas por las encuestas. Visto en retrospectiva, es lógico: si sus votantes son anarquistas de extrema derecha neoaislacionistas y reductores del Estado, de esos no hay muchos en New Hampshire, que ha apoyado a McCain, el candidato más a favor de la guerra de Irak de todos. Paul es una presencia pintoresca pero esencialmente irrelevante. Corrijo mi optimista afirmación de mi correo anterior y afirmo que, en general, y salvo excepciones, parece imposible que pueda obtener más del 10% (y no el 15%) en una primaria republicana (al menos, mientras ésta sea competitiva).

6) Fred Thompson: repito palabra por palabra lo que dije de Giuliani en Iowa, pero aplicado a este caso: una cosa es que no hagas campaña en New Hampshire, porque tu electorado natural (los republicanos conservadores sureños) no vive aquí. Otra cosa es sacar el 1,2% de los votos. Es un resultado ridículo. Su nicho electoral probablemente ya lo ha ocupado Huckabee.

7) Un detalle más sobre New Hampshire: en las primarias republicanas votaron 238.000 personas. Es una buena cifra, pero una vez más palidece frente a los 287.000 demócratas (en un Estado en el que, además, hay más republicanos registrados que demócratas).

¿Qué viene ahora?-

15 de enero: primarias en Michigan: un McCain lanzado por su triunfo en New Hampshire se enfrenta contra Romney, que tiene su última oportunidad de empezar a ganar (Michigan es un Estado en el que su padre fue gobernador hace 35 años, y es su Estado natal). Romney ha dejado de emitir anuncios en Carolina del Sur, señal de que ha decidido que, si pierde otra vez en Michigan, probablemente se retirará, pese a que, curiosamente tiene más delegados que nadie en este momento. Las encuestas indican una pugna reñidísima entre Romney y McCain, con Huckabee quedando tercero a cierta distancia de ambos, y los otros tres cosechando resultados malísimos (por cierto, el hecho de que Huckabee pueda rozar el 20% en Michigan, un Estado del Norte, demuestra que su mensaje populista en lo económico puede tener cierta pegada entre los republicanos norteños).

19 de enero- caucuses en Nevada (donde realmente puede ganar cualquiera, aunque McCain tiene una cierta ventaja, aunque en Nevada hay bastantes mormones, y Huckabee también puede sacar un buen resultado por los mismos motivos que en Michigan).

Y ese mismo día hay primarias en Carolina del Sur, y ésa es la madre del cordero. Carolina del Sur es un Estado que lleva votando republicano, sin excepción, desde 1980. Es un Estado republicano sureño clásico, conservador y religioso. Es el Estado ideal para Huckabee, en resumen. Si gana allí, conseguirá un fuerte impulso de cara a Florida y al Supermartes. Si pierde a manos de McCain, sería un golpe durísimo.

McCain, por su parte, ya perdió allí en el año 2000, pero entonces, claro, se enfrentaba al hijo de un presidente que tenía mucho más dinero que él y lo machacó a base de anuncios negativos y llamadas telefónicas calumniosas (le acusaron de tener una hija ilegítima negra; McCain tiene una hija adoptiva de Bangladesh- hay una cierta diferencia). Aún así, yo tengo mis dudas de que McCain pueda ganar en Carolina del Sur. Necesitará que Romney siga en la carrera y le quite una porción del voto conservador a Huckabee, y que Thompson lo haga mejor de lo esperado y le quite otra porción de votos a Huckabee. Necesita ganar por defecto, vamos.

Romney, salvo que gane por mucho en Michigan, quedará tercero en Carolina del Sur, y Thompson, que ya ha venido a decir que si no gana allí, se retirará, quedará probablemente cuarto (con lo que, en efecto, tendrá que retirarse).

Si recordais, mi predicción inicial era: Huckabee o Romney. McCain si (y solo si) Romney era derrotado en Iowa, New Hampshire y Michigan y toda el ala moderada del partido se juntaba para impedir la victoria de Huckabee.

Romney ya ha perdido Iowa y New Hampshire. Si pierde Michigan, la pelea se reduce a McCain y Huckabee (salvo que a Giuliani le salga bien su estrategia milagrosa en Florida- insisto, yo tengo serias dudas sobre eso-) La pelea será conservadores de verdad (Huckabee) contra moderados de verdad (McCain). Y esa pelea, el supermartes, puede ser titánica.

martes, 8 de enero de 2008

New Hampshire 2008: La batalla por la Casa Blanca- Demócratas

Y en cuanto a los demócratas, una vez más empiezo por los resultados mondos y lirondos del caucus de Iowa, y luego analizo cómo han sido interpretados en los últimos días.

Resultados del caucus del 3 de enero en Iowa en porcentaje de votos:

Barack Obama- 37.58%
John Edwards- 29.75%
Hillary Clinton- 29.47%
Bill Richardson- 2.12%

1) Barack Obama: el resultado de Obama es un triunfo sin paliativos- ganó claramente a Hillary Clinton en un Estado en el que el 95% de la población es blanca. Ganó con el 57% del voto de los jóvenes, con una amplia mayoría del voto de los independientes, y ganó incluso entre los demócratas. Sus resultados entre los independientes, en particular, demuestran que es el candidato electoralmente con más gancho, y por lo tanto, el mejor para unas generales. La prensa ha recibido su triunfo, en general, con gritos de hosanna, y la emoción suscitada por la posibilidad, tangible, real, por primera vez en la historia, de que un negro pueda llegar a la presidencia de Estados Unidos, es extraordinaria. Obama está montado en una ola en estos momentos. Será cuestión de ver si la ola continúa en New Hampshire, y si sale de allí convertida en una tsunami. Pero su victoria en Iowa sólo puede ser interpretada como un hecho histórico. Su discurso de victoria fue magnífico. Es un gran orador, inspira a su público, y les infunde esperanza, que es el leit-motiv de su campaña.

2) John Edwards: su resultado le ha dejado en una posición incierta. Todo el mundo decía que tenía que ganar en Iowa para seguir con posibilidades, y que quedar tercero le hundiría. Pero ha quedado segundo. Edwards ha "leído" el resultado como un triunfo de las fuerzas del "cambio" (representadas por Obama y él) contra las fuerzas del "status quo" (representado por Clinton). El único problema es que, claro, las fuerzas del cambio sólo pueden tener un portavoz, y ése parece que va a ser Obama (que además, es el portavoz simpático; Edwards ha hecho una campaña gruñona).

Edwards está apostando por un hundimiento de Clinton en las próximas semanas, recogiendo los restos del naufragio y unificando a los demócratas centristas y conservadores contra Obama, que representa a los demócratas liberales. Pero ésa es una estrategia de dudoso éxito. Además, los Estados que le fueron más favorables a Edwards en las primarias del 2004, los del Sur, están llenos de negros, y éstos van a votar por Obama ahora contundentemente.

3) Hillary Clinton: su tercera posición es un varapalo. Si hubiera quedado segunda las cosas le hubieran ido mejor, porque Edwards quizá se hubiera retirado, y sus votantes (los más conservadores) se hubieran unido probablemente, a regañadientes, a ella. Pero como Edwards sigue en la carrera, y encima espera que la que se hunda sea ella, se disputan los mismos votos. Hillary se ha equivocado al presentarse como la candidata de la experiencia, en primer lugar, porque no está tan claro que tenga muchísima experiencia, y en segundo lugar, porque el electorado demócrata está que brama por el cambio, no por la nostalgia de la era Clinton. Bill tampoco ha ayudado, en mi opinión. La gente lo ve, y recuerda que era un golfo, muy simpático, sí, pero un golfo. Tienen una sensación de dejá vu que les resulta molesta. Y, claro, ven a Obama, con su mujer, y sus dos hijas pequeñas, monísimas, y dicen: ¡qué demonios, vamos a elegir a un hombre de familia, que habla bien, y que encima es negro! (la negritud de Obama, contra todo pronóstico, le está resultando beneficiosa: la gente, especialmente la joven, siente que al votarle están "mejorando" su país, lo hacen más diverso y demuestran, por fin, que cualquiera, cualquiera, cualquiera puede ser presidente de los Estados Unidos).

4) Bill Richardson: bueno, cualquiera que sea delgado. Bill Richardson, con su 2% de los votos, sigue en la campaña a la espera de un milagro (concretamente, que en Nevada el 19 de enero todos los hispanos voten por él y gane, pero eso parece más bien improbable). Richardson, un hombre simpático, hispano, que habla bien, con montones de experiencia, pero con una obesidad mórbida, no tiene ningún futuro (el mismo que los senadores Biden y Dodd, que se retiraron de la carrera al sacar menos del 1% en Iowa). Es cuestión de tiempo ver su regreso a Nuevo Mexico.

Un par de detalles más sobre los caucuses demócratas: votaron 239.000 personas. Esa cifra es una total locura, un éxito impresionante, un récord absoluto que demuestra que entre los demócratas hay una percepción de que los candidatos demócratas son excelentes (en 2004 votaron 124.000 personas en los caucuses, es decir, poco más de la mitad). Recordad que entre los republicanos votaron 118.000 personas, cifra que siendo un récord para ellos, queda totalmente empequeñecida ante el huracán de participación demócrata. Aunque es pronto para sacar conclusiones, es evidente que los demócratas están más contentos y motivados con sus candidatos que los republicanos, y eso es mala señal para éstos de cara a las generales.

Y ahora, ¿qué? Primarias, hoy, en New Hampshire: Obama es favorito para la victoria (antes de Iowa, iba 8 puntos por debajo de Clinton en las encuestas de New Hampshire; hoy va 8 puntos por encima de Clinton- eso es el efecto bola de nieve en su más clara expresión). Si Obama gana a Clinton con más ventaja de la que obtuvo en Iowa, y en particular, si gana por más de 10 puntos, la bola de nieve conseguirá una fuerza arrolladora, y ya veremos si se la puede parar. Si Obama gana por menos de 8 puntos, Hillary intentará venderlo como una "victoria moral" (como Bill hizo con su segunda plaza en New Hampshire en 1992), y aunque ya veremos si la prensa se lo traga, lo cierto es que lo sería. No creo, en cualquier caso, que Hillary pueda ganar en New Hampshire (no hay ni una sola encuesta a su favor en los últimos cinco días).

Para Edwards, New Hampshire es un Estado malo (en 2004 quedó cuarto con el 12% de los votos). Cuánto más cerca quede de Hillary, mejor para él. Si por un milagro consiguiera repetir lo de Iowa, no sería tan beneficioso para él como catastrófico para Hillary.

Richardson, por su parte, suerte tendrá si saca el 6% de los votos que predicen las encuestas. A nadie le gusta tirar su voto y votar al candidato que va a perder.

Todo depende de la participación, una vez más. Cuantos más votantes (especialmente independientes) en las primarias demócratas, mejor para Obama (y peor para McCain, que depende de esos mismos independientes para ganar las primarias republicanas).

Como sabéis, hace unos días dije que ganaría Clinton, aunque sería bonito que ganara Obama, pero que esto dependía de un serio incremento en la participación y del voto joven (que es el menos fiable a la hora de acudir a votar). Pues bien, la participación se ha incrementado masivamente, y los jóvenes han votado en hordas en Iowa (doblaron su porcentaje de participación respecto del 2004- ¡en una elección en la que la participación, en general, casi se duplicó!- en otras palabras, votaron CUATRO veces más jóvenes, en cifras absolutas que hace cuatro años).

Clinton es una candidata con dinero y dura de pelar, pero si Obama gana New Hampshire con más ventaja de la que obtuvo en Iowa, me atrevo a creer que puede ganar las elecciones primarias. Y eso, señoras y señores, es lo más emocionante para mí desde que las ganó un tal Abraham Lincoln en 1860. Si este hecho histórico se acaba produciendo, ya hablaremos de ello en detalle.

lunes, 7 de enero de 2008

New Hampshire 2008: La batalla por la Casa Blanca- Republicanos

El 3 de enero, como sabéis, fueron los caucuses de Iowa. Me gustaría resumiros lo que me parece a mí que pasó en ellos (lo cual no necesariamente coincide con lo que la prensa dice que pasó).

En primer lugar, estos son los resultados escuetos del caucus republicano:

Mike Huckabee: 34.41%
Mitt Romney: 25.23%
Fred Thompson: 13.40%
John McCain: 13.11%
Ron Paul: 9.96%
Rudy Giuliani: 3.45%

Y esto es lo que me parece que significan:

1) Mike Huckabee: un magnífico triunfo del ex-gobernador de Arkansas. No se trata sólo de que ganase, sino del margen de la victoria (casi diez puntos). Huckabee se gastó poco dinero (porque poco tenía) y le ha sacado un rendimiento admirable. Ha conseguido casi el 50% de los votos de los llamados "cristianos evangélicos" o "renacidos" (born-again), que son el segmento más fiel al Partido Republicano y los que más se movilizan (fueron el 60% de los votantes republicanos en Iowa).

Huckabee va a intentar lo mismo que Obama en el bando demócrata: la bola de nieve, Estado por Estado, para vencer. Lo que pasa es que no todos los Estados que tiene por delante le son favorables. Pero lo va a intentar, y le puede salir bien. La prensa, por ahora, le sigue tratando con cariño.

2) Mitt Romney: el antiguo gobernador de Massachusetts fracasó. Se mire por donde se mire. Se gastó 7 millones de dólares en anuncios en Iowa (Huckabee se gastó 1,4) y aún así sólo consiguió el 25% de los votos, cuando hace dos meses parecía que iba a ganar de calle.

Y lo que es peor: la prensa lo está maltratando desde su derrota. Para ser justos, lo cierto es que el electorado republicano no parece sentirse cómodo con un señor que hace cinco años era pro-aborto y pro-uniones civiles gays y que ahora se quiere presentar como el portaestandarte de la derecha cristiana (¡y encima, siendo mormón!). Le falta "autenticidad" y eso es algo que se tiene o no se tiene...

3) Fred Thompson: su 13% fue un resultado decente, pero la interpretación de la prensa es que es un fiasco. Su nicho electoral (conservadores religiosos sureños) lo está ocupando Huckabee a marchas forzadas. E insisto, la prensa no hace más que acusarle de gandul, de no hacer campaña, etc. A día de hoy, se le ve poco futuro. Y después de New Hampshire, menos.

4) John McCain: pese a obtener unos pocos votos menos que Thompson, su 13% le parece espléndido a la prensa. Hay que decir, en su favor, que hace ocho años, contra Bush y otros, no llegó al 5%, por lo que es objetivamente cierto que su resultado en Iowa constituye una evidente mejora. Pero McCain está aprovechando que tiene la prensa más a su favor que Thompson para "vender" un resultado que es, esencialmente, el mismo que el del ex-senador sureño. Lo que pasa es que el próximo estado, New Hampshire, le es más favorable, y a la prensa le encantan las historias de retornos triunfales.

5) Ron Paul: su 10% fue un resultado digno, pero el problema es que su techo no es mucho más alto (en New Hampshire puede sacar como máximo el 15%). Sus votantes son esencialmente, los de Pat Buchanan: hombres de extrema derecha neoaislacionistas y que, como leí en alguna parte, quieren "jibarizar" el Estado. Por lo demás, su deseo de retirarse de Irak inmediatamente hace del todo imposible que pueda obtener más del 15% en una primaria republicana.

6) Rudy Giuliani: una cosa es que no hagas campaña en Iowa, porque tu electorado natural (los republicanos moderados y liberales- si es que queda alguno de estos últimos) está en Florida, o en Nueva York. Otra cosa es sacar el 3,5% de los votos. Es un resultado pésimo, malo sin paliativos (y la prensa no lo está tratando tan mal como se merece). Rudy lo fía todo a la primaria "nacional" del 5 de febrero, cuando votan los Estados grandes. Ahora bien, os confío una impresión personal: si Rudy pierde todas las primarias hasta esa fecha (y va camino de ello) yo no veo cómo va a convencer a los votantes de California o Nueva York de que es un caballo ganador.

Ya no lidera las encuestas nacionales, sus perspectivas en las primarias de enero son cada vez más sombrías, y su confianza en llegar vivo a las grandes primarias de Estados liberales como California o Nueva York a mí me parece menos realista cada día que pasa.

7) Un detalle más sobre Iowa: votaron 118.000 republicanos, un récord. Está claro que la elección interesa mucho (aunque luego hablaremos del tsunami en el caucus demócrata). Ahora bien, dado que el 60% de los votantes son cristianos renacidos, parece claro que el ala derecha del partido es la más motivada (en Iowa, al menos). Eso eleva las posibilidades de Huckabee y reduce las de los demás, pero daña las perspectivas del partido en las generales, porque, como ya he dicho antes, Huckabee está a la derecha del elector medio americano.

¿Qué viene ahora?- mañana: primarias en New Hampshire: un McCain en la cresta de la ola (ayudado, increíblemente, por su 13% y cuarta posición en Iowa) contra Romney (que quedó 2º en Iowa, con el 25%, no lo olvidemos- observad que el juego de las expectativas y la labor de la prensa es decisiva para decidir quién ha ganado o quien ha perdido- McCain lo hizo mejor de lo que se esperaba, y Romney peor, INDEPENDIENTEMENTE DEL RESULTADO FINAL). La tercera plaza normalmente será para Huckabee, que obtendrá un pequeño empujón de Iowa, o para Paul, aunque yo no creo que haya más de un 10% de votantes republicanos de extrema derecha en New Hampshire. Giuliani, por el contrario, creo que va a continuar bajando y quedará quinto, sólo por encima de Thompson, que va a obtener un resultado desastroso (en New Hampshire no gustan mucho los republicanos sureños, de todos modos).

Si recordais, mi predicción inicial era: Huckabee o Romney. McCain si (y solo si) Romney es derrotado en Iowa, New Hampshire y Michigan y toda el ala moderada del partido se junta para impedir la victoria de Huckabee. Pues bien, Romney ya ha perdido Iowa. Mañana probablemente perderá New Hampshire (por poco, pero la perderá) y el 15 perderá posiblemente Michigan, el Estado que gobernó su padre. Y con eso, ¡bye bye Romney! La pelea será conservadores de verdad (Huckabee) contra moderados de verdad (McCain), con Thompson y Giuliani apagándose cada vez más.

Pero a partir de allí predecir quien ganará finalmente, a día de hoy, es imposible. Y a día de mañana, también.

jueves, 3 de enero de 2008

Iowa 2008: Empieza la batalla por la Casa Blanca- Demócratas

Si tras el ladrillo republicano a alguien le quedan ganas de leer sobre los demócratas (que a fin de cuentas son los que van a ganar muy probablemente en noviembre) ahí va eso:

Tan solo hay 3 candidatos con opciones serias a la nominación, cuyas posibilidades paso a resumir de más a menos:

1) Hillary Clinton: la ex-primera dama apenas necesita presentación. Senadora por Nueva York desde el año 2000, todo el mundo sabía que en 2008 intentaría ser presidenta. Representante del ala centrista del partido (aunque probablemente, en el fondo de su corazoncito, más liberal que su marido), es vista con malos ojos por los liberales por su voto a favor de la guerra de Irak, y por su tendencia a la triangulación (a decirle a todo el mundo lo que quiere oír). Se presenta a sí misma como la candidata de la experiencia (aunque en su caso eso es relativo, porque como primera dama no participaba realmente en el proceso duro de toma de decisiones), pero no cabe duda de su preparación. Sus problemas: que los republicanos la odian (y esto no es exageración) por lo que su nominación provocaría probablemente una gran movilización del otro bando. Bill es otro problema: ¿qué encaje tiene un expresidente consorte con líos de faldas en el orden constitucional? Su gran plus es precisamente ser mujer: tras 220 años de presidentes, parece la hora de una mujer presidenta. Pero no puede confiarse, porque las primarias no van a ser una coronación, contrariamente a lo que se decía hace unos meses.

2) Barack Obama: hijo de padre negro y madre blanca, senador por Illinois desde 2004, Obama parece un Kennedy negro. Tiene poca experiencia (como Kennedy) pero carisma a raudales. Es muy liberal (más de lo que parece) y sería el primer presidente liberal desde Johnson, hace ya cuarenta años. Curiosamente, pese a que es más liberal que Hillary, a los republicanos parece disgustarles menos; lo consideran menos conflictivo, más conciliador, menos agresivo. Es un buen orador, y el hecho de que Oprah Winfrey haya bajado a la arena política para defenderlo refleja una capacidad de inspiración sorprendente (además, Oprah, al ser mujer, lanza el mensaje subliminal de que se puede ser mujer y no apoyar a Hillary).

Ha sido capaz de recaudar tantos fondos como Hillary, lo cual ya es de por sí extraordinario. ¿Pero es un peso ligero o será capaz de derrotar a los Clinton y luego al candidato republicano que se presente? A su favor: que es negro, y también es hora de que Estados Unidos elija a un presidente negro. ¿Y qué mejor que un senador por Illinois, el estado de Abraham Lincoln, el Emancipador? Eso sería cerrar el círculo y acabar para siempre con la Guerra Civil.

3) John Edwards: senador por Carolina del Norte entre 1998 y 2004, candidato a vicepresidente en 2004, vuelve a intentarlo cuatro años después. Ha girado a la izquierda en esta campaña, presentándose como el hombre que luchará por la clase media, contra las grandes corporaciones. Aunque a nivel nacional no tiene mucho apoyo, en Iowa conserva sus apoyos del 2004 (quedó segundo con el 32% de los delegados) y espera ganar esta vez para impulsarse en las demás primarias.

Su mujer padece un cáncer incurable, lo que le ha permitido ser visto con simpatía por los medios. Pero realmente ha estado aplastado entre la primera mujer y el primer negro con serias posibilidades de ser presidente. Es mérito suyo que haya llegado vivo al día de las elecciones, pero realmente ha de ganar hoy si confía en repetir o mejorar su resultado de 2004. Por lo demás, su retórica agresiva probablemente no le hará bien en una campaña contra un candidato republicano (aunque es un demócrata sureño, por lo que es muy posible que sea capaz de moderarse y girar al centro en unas elecciones generales)

4) Los demás candidatos son gente respetable en su mayoría: dos senadores (Joe Biden y Chris Dodd, de Delaware y Connecticut) y un gobernador hispano (Bill Richardson, de Nuevo México). En otro año habrían tenido más posibilidades: Biden ya lo intentó en 1988, y Richardson, como candidato hispano, hubiera tenido visibilidad añadida. Pero sea por ser demasiado normales (Biden, Dodd) o gordos (Richardson- no se me ocurre otro motivo), ninguno ha conseguido calar hondo y sería una gran sorpresa si llegaran vivos a New Hampshire (por no hablar del supermartes).

Fechas clave:

3 de enero: caucuses en Iowa- una carrera a tres bandas entre Clinton, Obama y Edwards. Si Hillary gana, probablemente se acabó. Si Obama gana, puede ganar impulso para las siguientes primarias y derrotar a Clinton. Si Edwards gana, no creo que tenga infraestructura ni dinero para ganar en los demás Estados, pero a lo mejor el dinero fluye a sus arcas después de una victoria sorprendente en Iowa.

Todo depende de la participación. Cuantos más nuevos votantes, mejor para Clinton y especialmente para Obama. Cuantos menos, mejor para Edwards. Los demás candidatos probablemente se retirarán.

8 de enero: primarias en New Hampshire: Clinton contra Obama. Edwards sólo puede aspirar a quedar segundo si uno de los otros dos se desinfla.

26 de enero: primarias en Carolina del Sur, un Estado lleno de mujeres negras. Si deciden primar su negritud sobre su condición femenina, gana Obama. A la inversa, gana Clinton.

5 de febrero: Supermartes: votan 22 Estados. El supermartes coronará al triunfador o como mínimo, reducirá la carrera a dos candidatos. Si Edwards ha llegado hasta aquí, probablemente se retirará tras perder en las 22 primarias.

4 de marzo: si tras el supermartes y las restantes primarias de febrero no hay ganador, ese día votan Ohio y Texas, con muchos delegados.

Si después del 4 de marzo no hay ganador, quedarían ya pocos estados por delante, y los demócratas correrían el serio riesgo de acudir a una convención divididos entre Obama y Clinton y sin candidato (aunque probablemente habría un arreglo antes de la Convención).

Mi predicción: Clinton. Sería bonito que ganara Obama, pero depende de un serio incremento en la participación y del voto joven (que es el menos fiable a la hora de acudir a votar). Edwards sólo ganaría si los otros dos se desinflaran, lo que parece improbable.

Una vez más, disculpad por la longitud.

Iowa 2008: Empieza la batalla por la Casa Blanca- Republicanos

Ante todo, ¡Feliz Año Nuevo!

A pocas horas de que empiecen los caucuses en el estado de Iowa, y aprovechando mis últimas horas de vacaciones, me gustaría resumiros lo que me parece a mí que va a pasar en las primarias norteamericanas. Y ello por dos motivos: en primer lugar, porque las elecciones americanas son, nos guste o no, las elecciones más importantes que ocurren en el mundo, y afectan a nuestras vidas profundamente. Y en segundo lugar, porque la información que nos llega a través de nuestros medios de comunicación es escasa y a menudo, por lo que he podido comprobar, plagada de errores e inexactitudes.

A ver si consigo ser conciso:

Republicanos: Tan solo hay 5 candidatos con opciones serias a la nominación, cuyas posibilidades paso a resumir de más a menos:

1) Mike Huckabee: ex-gobernador de Arkansas durante 10 años, pastor protestante, es el candidato de la llamada "derecha cristiana", que hoy por hoy es el sector más importante dentro del Partido Republicano. Tras varios meses con poco empuje en las encuestas nacionales, en cuanto los votantes republicanos han empezado a fijarse seriamente en el proceso de primarias, ha despegado, porque es el candidato que mejor conecta con sus valores: firmemente antiabortista, antiuniones gay de cualquier tipo, firmemente creyente (es pastor protestante, ¡más no se puede pedir!). Su estilo de campaña, lleno de humor, ha despertado la simpatía de la prensa (aunque ya veremos si dura ese sentimiento si llega a obtener la nominación).

Entre sus puntos flojos en las primarias: su postura frente a la inmigración es parecida a la de Bush (es decir, proinmigrante, lo que es anatema a ojos del ala xenófoba del partido), hizo un uso muy liberal del perdón durante su década como gobernador (presionó para que la Junta Penitenciaria de Arkansas liberara a un violador negro que asesinó luego a una mujer blanca), y aumentó los impuestos durante su mandato (aunque tenía que lidiar con una mayoría demócrata en el Congreso y el Senado de Arkansas, con lo que no está claro hasta qué punto tenía margen de maniobra). Por cierto, no ha conseguido mucho dinero para su campaña (no gusta al establishment).

Pese a todo, el candidato más aceptable para el votante medio republicano.

Puntos flojos en las elecciones generales: es probablemente demasiado conservador para el votante medio americano, y no tiene ninguna experiencia en política internacional. Sin embargo, tampoco la tenía Bill Clinton (los dos, por cierto, nacieron en el mismo pueblo, Hope, "Esperanza", en Arkansas).

2) Mitt Romney: antiguo gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007. Multimillonario, ha conseguido abrirse paso en la carrera presidencial utilizando sus millones para comprar espacios publicitarios en los medios.

Es guapo, fotogénico, casado con la misma mujer desde hace 40 años, tiene la edad adecuada para ser presidente, pero tiene un problema muy muy grave: es mormón. Pese a que esto no debería ser un impedimento, lo cierto es que encuesta tras encuesta refleja que el votante medio republicano considera que los mormones no son cristianos, sino una especie de secta semi-pagana polígama. Romney ha luchado mucho por combatir esta imagen, pero todavía tiene mucho por hacer en ese terreno.

Otro problema muy serio: fue gobernador de Massachusetts (el estado de los Kennedy y de John Kerry) y gobernó como el tipo republicano de Nueva Inglaterra: moderado en lo social y conservador-liberal en lo económico. Antes de 2005 era pro-aborto, pro-uniones gay, etc. Sólo a raíz de decidir que se iba a presentar a las elecciones de 2008, giró a la derecha, y ha intentado convertirse en el candidato del ala derecha del partido, con un cierto éxito (hasta que apareció Huckabee). Sin embargo, le persigue la acusación de hombre sin convicciones y de veleta (sus campañas -fallida- para el Senado en 1994 y -triunfante- como gobernador en 2002 demuestran que Romney era mucho más "liberal" hace cinco o diez años de lo que nos está intentando vender ahora).

Puntos flojos en las elecciones primarias: que es mormón y que no es un conservador "puro" (su conversión, al contrario que la de San Pablo, ha sido políticamente demasiado conveniente).

Y en unas generales: es mormón, lo que inhibiría tanto a conservadores como a liberales. Es un candidato de mercadotecnia (recuerda levemente a Al Gore en el 2000)

3) John McCain: senador por Arizona desde 1986, sucesor del mítico Barry Goldwater, candidato muy duro de roer contra George Bush en las primarias del año 2000, es una figura muy respetada. Heróe de guerra, prisionero del Vietcong durante cinco años.

Como senador, ha sido un conservador independiente (demasiado independiente, en opinión de muchos republicanos). En los grandes temas morales, tiende instintivamente a bascular hacia el centro. En cambio, es el candidato más pro-militar (lógicamente) y ha apoyado seriamente a Bush en Iraq, especialmente a raíz del llamado "surge" (la estrategia de incremento de fuerzas en Irak).

Es muy viejo (tendrá 72 años el día de las elecciones, lo que le convertiría en el presidente más viejo de la historia en su primer mandato) aunque su salud es buena (su madre tiene 95 años y le está apoyando en la campaña).

Entre sus problemas: no tiene dinero para financiar la campaña, es probablemente demasiado viejo, sus relaciones con el resto de su partido no son buenas (tiene fama de gruñón) y no es un conservador ortodoxo.

Puntos buenos: su independencia hace que sea el candidato con mejores posibilidades para ganar en unas elecciones generales, aunque precisamente le dificulta ganar en unas primarias.

4) Rudy Giuliani: ex-alcalde de Nueva York el 11-S, católico, en su tercer matrimonio, pro-uniones gay, pro-aborto, pro-control de armas, no parece el candidato ideal para el Partido Republicano. Ha basado su campaña en la tesis de que es el más adecuado para la "Guerra contra el Terror" en la que está embarcada EE.UU. Sin embargo, está muy lejos de la ortodoxia republicana ideológicamente y su vida personal ha sido también heterodoxa (anunció su divorcio de su segunda esposa en una rueda de prensa... antes de decírselo a ella)

A pesar de que por ahora lidera las encuestas nacionales, su ventaja se ha ido esfumando a lo largo de los dos últimos meses. Sus perspectivas en las primarias de enero son sombrías, y su confianza en llegar vivo a las grandes primarias de Estados liberales como California o Nueva York puede revelarse ilusoria.

Su estilo irascible y su vida personal movida equilibran sus posiciones moderadas, lo que hace que en una campaña a nivel nacional contra un demócrata sus posibilidades sean menores de las que su campaña insinúa.

5) Fred Thompson: ex senador por Tennessee entre 1994 y 2002, entró en la carrera presidencial como el nuevo Ronald Reagan (también ha sido actor en Hollywood y en series de televisión durante muchos años). Conservador sureño, por algún motivo despertó la animadversión generalizada de la prensa, que se ha pasado meses fustigándolo por gandul y por hacer poca campaña. No acabó de despegar en las encuestas y recientemente está bajando en ellas (la subida de Huckabee se ha producido especialmente a su costa). Su vida personal tampoco es impoluta (divorciado, mujeriego, una de sus hijas murió de sobredosis). Se le acusa, un tanto extrañamente, de no querer ser presidente y de estar en campaña sólo por vanidad.

Ideológicamente, es el candidato más adecuado para el Partido Republicano (menos controvertido que Huckabee). Sin embargo, no ha conseguido despegar y no parece que tenga ya tiempo material para hacerlo.

6) Entre los demás candidatos sólo merece mención Ron Paul, no tanto por sus posibilidades (que son nulas), sino por la enorme cantidad de dinero que ha recaudado, y por su ideología: un libertarianismo conservador aislacionista (es el único candidato republicano que aboga por salir de Iraq) y anti-Estado muy peculiar; un anarquista de derechas, prácticamente.

Este comentario es ya muy largo, pero os resumo las fechas clave:

3 de enero: caucuses en Iowa- sólo Huckabee y Romney se disputan la victoria aquí. McCain, Thompson y Paul se disputan la tercera plaza (Thompson la necesita imperiosamente)

8 de enero: primarias en New Hampshire: McCain contra Romney. La tercera plaza se la disputan Giuliani y Huckabee (Giuliani la necesitaría más que Huckabee)

15 de enero: primarias en Michigan: estado del que el padre de Romney fue gobernador, y estado con bastantes delegados.

19 de enero: primarias en Carolina del Sur: si Thompson no se ha retirado para entonces, es su última oportunidad de empezar a ganar. Asimismo, fue la tumba de McCain en 2000 y puede volver a serlo en 2008. El favorito aquí es Huckabee.

29 de enero: primarias en Florida: Giuliani necesitará ganar en Florida si quiere llegar a febrero con posibilidades. Si Huckabee o Romney (o McCain, aunque eso es más difícil) le derrotan aquí (un Estado moderado, lleno de jubilados) no parece posible que Giuliani pueda ganar en otros sitios.

5 de febrero: Supermartes: votan 18 Estados. El supermartes coronará al triunfador o como mínimo, reducirá la carrera a dos o (máximo tres) candidatos.

4 de marzo: si tras el supermartes y las restantes primarias de febrero no hay ganador, ese día votan Ohio y Texas, dos grandes Estados que votaron republicano en 2004.

Si después del 4 de marzo no hay ganador, quedarían ya pocos estados por delante, y los republicanos correrían el riesgo de acudir a una convención divididos y sin candidato (aunque probablemente habría un arreglo antes de la Convención).

Mi predicción: Huckabee o Romney. McCain si (y solo si) Romney es derrotado en Iowa, New Hampshire y Michigan y toda el ala moderada del partido se junta para impedir la victoria de Huckabee.

Disculpad por la longitud. El análisis de los demócratas será más corto (¡hay menos candidatos!)