Ya que en el correo anterior citábamos la película "El Álamo", tras los resultados de las primarias demócratas del pasado martes la película adecuada a citar es el título que en España le dimos a "Vértigo" de Hitchcock- "De entre los muertos", porque de allí parece, si uno cree a la prensa americana, que ha regresado Hillary Clinton tras sus victorias en Rhode Island, Ohio y Texas.
Veamos ante todo los resultados en tantos por ciento, y en delegados obtenidos.
Vermont:
Obama: 62%- 9 delegados
Clinton: 36%- 6 delegados
El único resultado decente para Obama de la noche fue su victoria en Vermont. De todos modos, Vermont es el Estado más liberal del país y lo normal es que Obama ganara por este margen a Hillary.
Rhode Island:
Clinton: 58%- 13 delegados
Obama: 40%- 8 delegados
Aunque la prensa se concentró en las victorias de Ohio y Texas, el mejor resultado de la noche para Hillary fue este tremendo vapuleo a Obama en la pequeña Rhode Island. El Estado más católico de la Unión le dio a Hillary la ventaja que necesitaba en términos absolutos y relativos: más votos y delegados de los que esperaba, demostrando además que Obama, efectivamente, tiene que trabajarse mucho más al electorado católico.
Ohio:
Clinton: 54%- 75 delegados
Obama: 44%- 66 delegados
Vayamos primero a los pros: Hillary obtuvo una sólida victoria, con más de diez puntos de diferencia, consiguió 9 delegados de ventaja (el mejor margen de la noche) y redujo su desventaja en votos en 230.000 personas. Consiguió frenar la sangría que se había iniciado en Wisconsin, logrando que los demócratas de clase media baja, con menos titulaciones universitarias que la media nacional y especialmente las mujeres, votaran por ella en grandes números. Entre los contras: necesitaba una victoria más amplia. Empezó con 17 puntos de ventaja en las encuestas, llegó a bajar hasta 4, pero en los dos últimos días, atacando a Obama acerca de su inexperiencia y de su posición en relación con los acuerdos de libre comercio, remontó hasta los 10 puntos de ventaja. Pero necesitaba ganar de 18. De todos modos, una buena victoria.
Texas:
Clinton: 51%- 94 delegados
Obama: 47%- 99 delegados
No es ninguna errata, no. Lo que temíamos que pasara, pasó: Hillary ganó en votos, con cierta holgura (casi 100.000 votos) y perdió en delegados. ¿Por qué? Porque ganó las primarias (pero sólo con cuatro delegados de ventaja) y perdió los caucuses (con nueve delegados de desventaja), porque sus votantes (gente mayor, de clase trabajadora) no se pudieron permitir acudir a los caucuses y perder varias horas -que fue lo que duraron, debido a la avalancha de votantes-, cosa que sí hicieron los votantes de Obama (estudiantes universitarios o gente de clase media-alta que sí se pudo escapar de su trabajo).
De todos modos, Hillary lo hizo muy bien. Consiguió que su coalición mujeres trabajadoras y de edad + hispanos triunfara sobre la coalición negros + votantes de clase media-alta (especialmente hombres) de Obama. Con su victoria, consiguió tiempo para continuar sembrando las dudas sobre Obama.
Entre los aspectos negativos: que Obama, pese a la derrota, le recortó distancias con respecto a su ventaja en California, por ejemplo, que era un Estado similar. Y una vez más, que Hillary necesitaba ganar por mucho, y no lo consiguió.
Si habéis leído la prensa, parece sin duda que Hillary ha resucitado y que está en plenas condiciones de batir a Obama. Antes de saltar a conclusiones precipitadas, vamos a ver cómo iba la cosa antes y como va ahora:
Recordemos que la cifra mágica para obtener la nominación son 2025 delegados.
Antes de Ohio y Texas, este era el reparto de delegados en el momento en que os escribí mi comentario anterior (el domingo pasado, creo):
- Obama: 1389 (1193 electos, 196 superdelegados)
- Clinton: 1279 (1038 electos, 241 superdelegados)
En resumen: Obama llevaba 110 delegados de ventaja.
Después de Ohio y Texas (y los otros dos), éste es el reparto de delegados en este instante:
- Obama: 1575 (1366 electos, 209 superdelegados)
- Clinton: 1464 (1222 electos, 242 superdelegados)
En resumen: tras sus tremendas victorias, la resucitada Clinton tiene 111 delegados de desventaja (o sea, que está peor de lo que estaba, y encima hay 370 delegados menos a repartir, claro). ¿Qué ha pasado? Que la victoria ha frenado un movimiento en masa de superdelegados a Obama, pero el goteo continuo (unos 3 diarios) prosigue, mientras que Clinton no está captando casi a nadie.
Os repito mi pensamiento provocador de la semana pasada: en realidad Hillary, matemáticamente, ha perdido ya. Las 11 primarias que perdió entre el 5 y el 19 de febrero (y sobre todo los terribles márgenes de derrota) acabaron con ella.
Como os dije en un correo anterior, Hillary tenía que ganar TODOS los Estados que quedaban (incluidos los del martes pasado) con el 58% de los votos, más o menos.
Tras los resultados en los cuatro Estados de este martes pasado, Hillary tiene que ganar TODOS los Estados que quedan con el 62% de los votos. Os recuerdo una vez más que entre los Estados restantes figuran algunos de fuerte población negra (Mississipi, Carolina del Norte) o liberal (Oregón) o de caucus (Wyoming) en los que es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE que Hillary obtenga esos porcentajes.
Hillary, por lo tanto, no puede ni siquiera empatar con Obama en el cómputo de delegados electos con los Estados que quedan. A lo que aspira, como dijimos ya la semana pasada, es a conseguir que la mayoría de los superdelegados subviertan la voluntad mayoritaria de los delegados, dándole su apoyo a ella, por "estar más preparada". En segundo lugar, aspira a conseguir como sea que las delegaciones de Florida y Michigan, sancionadas por el partido por adelantar sus primarias a enero sin autorización, vean repuestos sus delegados (que votaron mayoritariamente por Hillary) para de este modo intentar tener más votos populares y delegados que Obama.
Sin embargo, Howard Dean, el presidente del Comité Nacional Demócrata, ya ha dicho que lo único que pueden hacer Florida y Michigan es volver a votar. Florida se está resistiendo, pero Michigan, al parecer, ya ha decidido votar de nuevo, esta vez con los dos candidatos en la papeleta. Veremos en qué fecha se autoriza la votación y sobre todo, qué sistema utiliza Michigan (primaria- más cara, más favorable a Clinton, o caucus- más barato, más favorable a Obama). En cualquier caso, una pésima decisión para Hillary, porque con Obama en la papeleta, éste se llevará como mínimo el 40% de los votos y los delegados, lo que hará la nominación todavía más difícil para Hillary.
Realmente, la única vía que veo para una posible victoria final de Hillary es la siguiente: ganar en NÚMERO DE VOTOS FINALES (ya que en delegados es imposible) y convencer a los superdelegados indecisos que hay que apoyar al candidato con más voto popular y no al que tenga más superdelegados (vamos, repetir lo de Al Gore en 2000, pero a nivel de primarias y no de generales). El problema es que, a día de hoy, Hillary tiene casi 600.000 votos de desventaja. Y lo tiene crudo para enjugar toda esa desventaja en las 11 circunscripciones que quedan.
Hablando de eso, mañana tenemos caucuses en Wyoming y el martes 11, primarias en Mississippi.
- Wyoming: uno de los Estados más conservadores de la unión, lo que debería favorecer a Clinton, pero con formato de caucus (lo que debería favorecer a Obama, que ha ganado 13 de los 15 caucuses que se han celebrado hasta ahora). Es la primera prueba para Obama: vamos a ver si las derrotas del martes fueron debidas exclusivamente a la configuración demográfica de Ohio y Texas o si realmente Clinton está haciendo mella entre los votantes y sembrando dudas sobre él.
- Mississipi: el Estado de la Unión con más población negra (un 37%, nada menos). Alabama, el Estado de al lado, tenía un 26% de población negra. En las primarias demócratas, supusieron el 50% de los votantes (pensad que el 90% de los negros votan demócrata). Siendo tacaños, en Mississipi el 60% de los votantes serán negros. Y de ese porcentaje, el 80%, siendo tacaños, votará a Obama. Aunque Obama obtenga sólo el 25% del voto blanco restante, tendría que ganar con casi el 60% de los votos (y probablemente con bastante más).
Una victoria de Clinton en cualquiera de los dos Estados sería preocupante para Obama, porque son lugares donde antes del 4 de marzo su victoria se hubiera dado por descontada. Pese a todo, lo normal es que Obama gane, con mucha diferencia, hasta el punto de que iguale los delegados de más que obtuvo Clinton en Ohio y Rhode Island.
La semana que viene tendremos más perspectiva a largo plazo. Pero por ahora, el favorito sigue siendo Obama.
Veamos ante todo los resultados en tantos por ciento, y en delegados obtenidos.
Vermont:
Obama: 62%- 9 delegados
Clinton: 36%- 6 delegados
El único resultado decente para Obama de la noche fue su victoria en Vermont. De todos modos, Vermont es el Estado más liberal del país y lo normal es que Obama ganara por este margen a Hillary.
Rhode Island:
Clinton: 58%- 13 delegados
Obama: 40%- 8 delegados
Aunque la prensa se concentró en las victorias de Ohio y Texas, el mejor resultado de la noche para Hillary fue este tremendo vapuleo a Obama en la pequeña Rhode Island. El Estado más católico de la Unión le dio a Hillary la ventaja que necesitaba en términos absolutos y relativos: más votos y delegados de los que esperaba, demostrando además que Obama, efectivamente, tiene que trabajarse mucho más al electorado católico.
Ohio:
Clinton: 54%- 75 delegados
Obama: 44%- 66 delegados
Vayamos primero a los pros: Hillary obtuvo una sólida victoria, con más de diez puntos de diferencia, consiguió 9 delegados de ventaja (el mejor margen de la noche) y redujo su desventaja en votos en 230.000 personas. Consiguió frenar la sangría que se había iniciado en Wisconsin, logrando que los demócratas de clase media baja, con menos titulaciones universitarias que la media nacional y especialmente las mujeres, votaran por ella en grandes números. Entre los contras: necesitaba una victoria más amplia. Empezó con 17 puntos de ventaja en las encuestas, llegó a bajar hasta 4, pero en los dos últimos días, atacando a Obama acerca de su inexperiencia y de su posición en relación con los acuerdos de libre comercio, remontó hasta los 10 puntos de ventaja. Pero necesitaba ganar de 18. De todos modos, una buena victoria.
Texas:
Clinton: 51%- 94 delegados
Obama: 47%- 99 delegados
No es ninguna errata, no. Lo que temíamos que pasara, pasó: Hillary ganó en votos, con cierta holgura (casi 100.000 votos) y perdió en delegados. ¿Por qué? Porque ganó las primarias (pero sólo con cuatro delegados de ventaja) y perdió los caucuses (con nueve delegados de desventaja), porque sus votantes (gente mayor, de clase trabajadora) no se pudieron permitir acudir a los caucuses y perder varias horas -que fue lo que duraron, debido a la avalancha de votantes-, cosa que sí hicieron los votantes de Obama (estudiantes universitarios o gente de clase media-alta que sí se pudo escapar de su trabajo).
De todos modos, Hillary lo hizo muy bien. Consiguió que su coalición mujeres trabajadoras y de edad + hispanos triunfara sobre la coalición negros + votantes de clase media-alta (especialmente hombres) de Obama. Con su victoria, consiguió tiempo para continuar sembrando las dudas sobre Obama.
Entre los aspectos negativos: que Obama, pese a la derrota, le recortó distancias con respecto a su ventaja en California, por ejemplo, que era un Estado similar. Y una vez más, que Hillary necesitaba ganar por mucho, y no lo consiguió.
Si habéis leído la prensa, parece sin duda que Hillary ha resucitado y que está en plenas condiciones de batir a Obama. Antes de saltar a conclusiones precipitadas, vamos a ver cómo iba la cosa antes y como va ahora:
Recordemos que la cifra mágica para obtener la nominación son 2025 delegados.
Antes de Ohio y Texas, este era el reparto de delegados en el momento en que os escribí mi comentario anterior (el domingo pasado, creo):
- Obama: 1389 (1193 electos, 196 superdelegados)
- Clinton: 1279 (1038 electos, 241 superdelegados)
En resumen: Obama llevaba 110 delegados de ventaja.
Después de Ohio y Texas (y los otros dos), éste es el reparto de delegados en este instante:
- Obama: 1575 (1366 electos, 209 superdelegados)
- Clinton: 1464 (1222 electos, 242 superdelegados)
En resumen: tras sus tremendas victorias, la resucitada Clinton tiene 111 delegados de desventaja (o sea, que está peor de lo que estaba, y encima hay 370 delegados menos a repartir, claro). ¿Qué ha pasado? Que la victoria ha frenado un movimiento en masa de superdelegados a Obama, pero el goteo continuo (unos 3 diarios) prosigue, mientras que Clinton no está captando casi a nadie.
Os repito mi pensamiento provocador de la semana pasada: en realidad Hillary, matemáticamente, ha perdido ya. Las 11 primarias que perdió entre el 5 y el 19 de febrero (y sobre todo los terribles márgenes de derrota) acabaron con ella.
Como os dije en un correo anterior, Hillary tenía que ganar TODOS los Estados que quedaban (incluidos los del martes pasado) con el 58% de los votos, más o menos.
Tras los resultados en los cuatro Estados de este martes pasado, Hillary tiene que ganar TODOS los Estados que quedan con el 62% de los votos. Os recuerdo una vez más que entre los Estados restantes figuran algunos de fuerte población negra (Mississipi, Carolina del Norte) o liberal (Oregón) o de caucus (Wyoming) en los que es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE que Hillary obtenga esos porcentajes.
Hillary, por lo tanto, no puede ni siquiera empatar con Obama en el cómputo de delegados electos con los Estados que quedan. A lo que aspira, como dijimos ya la semana pasada, es a conseguir que la mayoría de los superdelegados subviertan la voluntad mayoritaria de los delegados, dándole su apoyo a ella, por "estar más preparada". En segundo lugar, aspira a conseguir como sea que las delegaciones de Florida y Michigan, sancionadas por el partido por adelantar sus primarias a enero sin autorización, vean repuestos sus delegados (que votaron mayoritariamente por Hillary) para de este modo intentar tener más votos populares y delegados que Obama.
Sin embargo, Howard Dean, el presidente del Comité Nacional Demócrata, ya ha dicho que lo único que pueden hacer Florida y Michigan es volver a votar. Florida se está resistiendo, pero Michigan, al parecer, ya ha decidido votar de nuevo, esta vez con los dos candidatos en la papeleta. Veremos en qué fecha se autoriza la votación y sobre todo, qué sistema utiliza Michigan (primaria- más cara, más favorable a Clinton, o caucus- más barato, más favorable a Obama). En cualquier caso, una pésima decisión para Hillary, porque con Obama en la papeleta, éste se llevará como mínimo el 40% de los votos y los delegados, lo que hará la nominación todavía más difícil para Hillary.
Realmente, la única vía que veo para una posible victoria final de Hillary es la siguiente: ganar en NÚMERO DE VOTOS FINALES (ya que en delegados es imposible) y convencer a los superdelegados indecisos que hay que apoyar al candidato con más voto popular y no al que tenga más superdelegados (vamos, repetir lo de Al Gore en 2000, pero a nivel de primarias y no de generales). El problema es que, a día de hoy, Hillary tiene casi 600.000 votos de desventaja. Y lo tiene crudo para enjugar toda esa desventaja en las 11 circunscripciones que quedan.
Hablando de eso, mañana tenemos caucuses en Wyoming y el martes 11, primarias en Mississippi.
- Wyoming: uno de los Estados más conservadores de la unión, lo que debería favorecer a Clinton, pero con formato de caucus (lo que debería favorecer a Obama, que ha ganado 13 de los 15 caucuses que se han celebrado hasta ahora). Es la primera prueba para Obama: vamos a ver si las derrotas del martes fueron debidas exclusivamente a la configuración demográfica de Ohio y Texas o si realmente Clinton está haciendo mella entre los votantes y sembrando dudas sobre él.
- Mississipi: el Estado de la Unión con más población negra (un 37%, nada menos). Alabama, el Estado de al lado, tenía un 26% de población negra. En las primarias demócratas, supusieron el 50% de los votantes (pensad que el 90% de los negros votan demócrata). Siendo tacaños, en Mississipi el 60% de los votantes serán negros. Y de ese porcentaje, el 80%, siendo tacaños, votará a Obama. Aunque Obama obtenga sólo el 25% del voto blanco restante, tendría que ganar con casi el 60% de los votos (y probablemente con bastante más).
Una victoria de Clinton en cualquiera de los dos Estados sería preocupante para Obama, porque son lugares donde antes del 4 de marzo su victoria se hubiera dado por descontada. Pese a todo, lo normal es que Obama gane, con mucha diferencia, hasta el punto de que iguale los delegados de más que obtuvo Clinton en Ohio y Rhode Island.
La semana que viene tendremos más perspectiva a largo plazo. Pero por ahora, el favorito sigue siendo Obama.