En realidad, las primarias divertidas este martes 4 de marzo son las demócratas. Al igual que en el bando republicano, hay primarias en Vermont, Rhode Island, Ohio y Texas.
Cifra mágica para obtener la nominación: 2025 delegados
Nº de delegados a día de hoy:
- Obama: 1389 (1193 electos, 196 superdelegados)
- Clinton: 1279 (1038 electos, 241 superdelegados)
¿Qué cabe esperar? Vayamos Estado por Estado, del más pequeño al más grande.
Vermont: 15 delegados que irán en su mayoría (¿9 a 6?) a Obama. Pensad que Vermont es el Estado más liberal del país (hasta el punto de que varios de sus municipios apoyaron mociones para instar al Congreso a iniciar un proceso de "impeachment" -destitución- contra Bush). Las encuestas le dan entre 14 y 24 puntos de ventaja a Obama.
Rhode Island: 21 delegados que irán en su mayoría (¿12 a 9?) a Clinton. Rhode Island es el Estado más católico del país, y los católicos demócratas, como sabeis, son el segmento del partido que Obama está teniendo más problemas para seducir (porque son más conservadores que la mayoría del partido, entre otras cosas). La media de las encuestas le da a Hillary casi 11 puntos de ventaja sobre Obama.
Ohio: con 141 delegados, Ohio es el segundo gran premio del día. Un Estado similar a Wisconsin, pero con 11 millones de habitantes, con demócratas de clase media baja, con menos titulaciones universitarias que la media nacional, con un 12% de negros y apenas un 2% de hispanos. Es un Estado a la medida de Hillary. Sin embargo, hace apenas dos semanas tenía 17 puntos de ventaja sobre Obama y las encuestas, mientras escribo a día de hoy, le dan apenas 4. Creo, pese a todo, que la configuración del Estado le es lo suficientemente favorable para darle la victoria, aunque sea por la mínima. Veremos.
Texas: 193 delegados que son el premio gordo de este martes y que, como digo pueden suponer El Álamo para Hillary Clinton (¡interpretando a David Crockett, no al general Santa Ana!). A primera vista, Texas parece California, un Estado que Hillary ganó por 10 puntos: con 21 millones de habitantes, un 12% de negros y un 32% de hispanos, votantes más bien de clase media-baja, y con menos universitarios que la media americana (pero no de forma tan acusada como Ohio).
Superficialmente, el elevado número de hispanos parecería indicar que Hillary, que hasta ahora ha ganado ese grupo con comodidad, parte con mucha ventaja. Pero he descubierto (a raíz del sorprendente resultado de las primarias de Nuevo Mexico, donde con casi un 42% de hispanos Obama casi empató) que en realidad los hispanos votan de dos formas muy diferenciadas: el inmigrante de primera generación tiende a votar, cuando puede votar, claro, a Hillary. El inmigrante asentado, de varias generaciones, vota a Obama, porque no siente esa presión por los puestos de trabajo entre negros e hispanos de la que he hablado en otros correos.
El sistema de elección tejano es una locura: hay primarias de 9 a 7, que eligen 126 delegados. Hasta aquí normal. Pero es que luego hay, a las 7:15 de la tarde, un caucus al que pueden acudir todos los votantes de las primarias y que elige 67 delegados. Es un sistema enloquecido. En la práctica, puede pasar lo siguiente: que Hillary gane las primarias y pierda el caucus, porque sus votantes (gente mayor, de clase trabajadora) no se puedan permitir acudir a los caucuses, cosa que sí harán los votantes de Obama (estudiantes universitarios o gente de clase media-alta que sí se pueda escapar de su trabajo).
Las encuestas hace dos semanas le daban a Hillary 10 puntos de ventaja. Hoy le dan a Obama apenas un punto de ventaja. La cosa está que arde.
¿Cuáles son, pues los escenarios posibles tras la batalla? Descartemos a Vermont y Rhode Island de nuestra ecuación, que no son vitales a la hora de decidir quién ha ganado (especialmente porque cada uno va a apoyar a un candidato distinto).
- Escenario 1: Obama gana Ohio y Texas. Hillary se retira a las 48-72 horas de las primarias.
- Escenario 2: Obama gana Texas (en el voto popular) y Hillary gana Ohio. Hillary intenta seguir, pero a lo largo de la semana siguiente los superdelegados empiezan a apoyar masivamente a Obama. Hillary se ve obligada a retirarse antes de que acabe marzo.
- Escenario 3: Hillary gana Ohio y Texas (en el voto popular y en delegados o sólo en el voto popular). Hillary aguanta como mínimo hasta el 22 de abril (primarias en Pennsylvania) y probablemente ya hasta el final del proceso, el 6 de junio. Los superdelegados no se atreven, pese a todo, a moverse hacia Obama y "echar" a Hillary, debido a sus victorias en dos Estados tan importantes, y al temor a ser acusados de antidemocráticos.
Independientemente de lo que ocurra este martes, os quiero transmitir un pensamiento muy provocador: en realidad Hillary, matemáticamente, ha perdido ya. Las 11 primarias que ha perdido entre el supermartes y hoy han sido su tumba (por cierto, cualquier otro candidato que hubiera perdido 11 primarias seguidas habría sido dado por muerto. El temor y el respeto a los Clinton entre la prensa es el único motivo por el cual Hillary sigue "viva" en este proceso de primarias).
Como os dije en un correo anterior, tiene que ganar TODOS los Estados que quedan (incluidos los de este martes) con el 58% de los votos, más o menos.
Dados los resultados esperables en los cuatro Estados de este martes, si las encuestas no la han pifiado horriblemente, ese porcentaje se elevará al 62% para TODOS los Estados posteriores al 4 de marzo, entre los que figuran algunos de fuerte población negra (Mississipi, Carolina del Norte) o liberal (Oregón) o de caucus (Wyoming) en los que es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE que Hillary obtenga esos porcentajes.
Hillary, por lo tanto, no puede ni siquiera empatar con Obama en el cómputo de delegados electos con los Estados que quedan. ¿Por qué sigue Hillary, entonces? Única y exclusivamente porque aspira a lograr dos cosas: una, conseguir que la mayoría de los superdelegados subvierta la voluntad mayoritaria de los votantes, dándole su apoyo a ella, por "estar más preparada". Dos, conseguir como sea que las delegaciones de Florida y Michigan, sancionadas por el partido por adelantar sus primarias a enero sin autorización, vean repuestos sus delegados (que votaron mayoritariamente por Hillary) para de este modo intentar tener más votos populares y delegados que Obama (pese a todo, a mí no me salen las cuentas) y con este cambio de las reglas + el voto de los superdelegados, conseguir robarle la victoria a Obama en el último segundo.
Sé que estos últimos párrafos os pueden parecer muy duros, pero os ruego que vayais a la página web de la revista Slate y busqueis su calculadora de delegados. Con los cálculos que nos ofrecen las encuestas y las predicciones de los Estados restantes, vereis que no hay forma de que Hillary gane esto sin "hacer las dos trampas" que he comentado con anterioridad.
Cifra mágica para obtener la nominación: 2025 delegados
Nº de delegados a día de hoy:
- Obama: 1389 (1193 electos, 196 superdelegados)
- Clinton: 1279 (1038 electos, 241 superdelegados)
¿Qué cabe esperar? Vayamos Estado por Estado, del más pequeño al más grande.
Vermont: 15 delegados que irán en su mayoría (¿9 a 6?) a Obama. Pensad que Vermont es el Estado más liberal del país (hasta el punto de que varios de sus municipios apoyaron mociones para instar al Congreso a iniciar un proceso de "impeachment" -destitución- contra Bush). Las encuestas le dan entre 14 y 24 puntos de ventaja a Obama.
Rhode Island: 21 delegados que irán en su mayoría (¿12 a 9?) a Clinton. Rhode Island es el Estado más católico del país, y los católicos demócratas, como sabeis, son el segmento del partido que Obama está teniendo más problemas para seducir (porque son más conservadores que la mayoría del partido, entre otras cosas). La media de las encuestas le da a Hillary casi 11 puntos de ventaja sobre Obama.
Ohio: con 141 delegados, Ohio es el segundo gran premio del día. Un Estado similar a Wisconsin, pero con 11 millones de habitantes, con demócratas de clase media baja, con menos titulaciones universitarias que la media nacional, con un 12% de negros y apenas un 2% de hispanos. Es un Estado a la medida de Hillary. Sin embargo, hace apenas dos semanas tenía 17 puntos de ventaja sobre Obama y las encuestas, mientras escribo a día de hoy, le dan apenas 4. Creo, pese a todo, que la configuración del Estado le es lo suficientemente favorable para darle la victoria, aunque sea por la mínima. Veremos.
Texas: 193 delegados que son el premio gordo de este martes y que, como digo pueden suponer El Álamo para Hillary Clinton (¡interpretando a David Crockett, no al general Santa Ana!). A primera vista, Texas parece California, un Estado que Hillary ganó por 10 puntos: con 21 millones de habitantes, un 12% de negros y un 32% de hispanos, votantes más bien de clase media-baja, y con menos universitarios que la media americana (pero no de forma tan acusada como Ohio).
Superficialmente, el elevado número de hispanos parecería indicar que Hillary, que hasta ahora ha ganado ese grupo con comodidad, parte con mucha ventaja. Pero he descubierto (a raíz del sorprendente resultado de las primarias de Nuevo Mexico, donde con casi un 42% de hispanos Obama casi empató) que en realidad los hispanos votan de dos formas muy diferenciadas: el inmigrante de primera generación tiende a votar, cuando puede votar, claro, a Hillary. El inmigrante asentado, de varias generaciones, vota a Obama, porque no siente esa presión por los puestos de trabajo entre negros e hispanos de la que he hablado en otros correos.
El sistema de elección tejano es una locura: hay primarias de 9 a 7, que eligen 126 delegados. Hasta aquí normal. Pero es que luego hay, a las 7:15 de la tarde, un caucus al que pueden acudir todos los votantes de las primarias y que elige 67 delegados. Es un sistema enloquecido. En la práctica, puede pasar lo siguiente: que Hillary gane las primarias y pierda el caucus, porque sus votantes (gente mayor, de clase trabajadora) no se puedan permitir acudir a los caucuses, cosa que sí harán los votantes de Obama (estudiantes universitarios o gente de clase media-alta que sí se pueda escapar de su trabajo).
Las encuestas hace dos semanas le daban a Hillary 10 puntos de ventaja. Hoy le dan a Obama apenas un punto de ventaja. La cosa está que arde.
¿Cuáles son, pues los escenarios posibles tras la batalla? Descartemos a Vermont y Rhode Island de nuestra ecuación, que no son vitales a la hora de decidir quién ha ganado (especialmente porque cada uno va a apoyar a un candidato distinto).
- Escenario 1: Obama gana Ohio y Texas. Hillary se retira a las 48-72 horas de las primarias.
- Escenario 2: Obama gana Texas (en el voto popular) y Hillary gana Ohio. Hillary intenta seguir, pero a lo largo de la semana siguiente los superdelegados empiezan a apoyar masivamente a Obama. Hillary se ve obligada a retirarse antes de que acabe marzo.
- Escenario 3: Hillary gana Ohio y Texas (en el voto popular y en delegados o sólo en el voto popular). Hillary aguanta como mínimo hasta el 22 de abril (primarias en Pennsylvania) y probablemente ya hasta el final del proceso, el 6 de junio. Los superdelegados no se atreven, pese a todo, a moverse hacia Obama y "echar" a Hillary, debido a sus victorias en dos Estados tan importantes, y al temor a ser acusados de antidemocráticos.
Independientemente de lo que ocurra este martes, os quiero transmitir un pensamiento muy provocador: en realidad Hillary, matemáticamente, ha perdido ya. Las 11 primarias que ha perdido entre el supermartes y hoy han sido su tumba (por cierto, cualquier otro candidato que hubiera perdido 11 primarias seguidas habría sido dado por muerto. El temor y el respeto a los Clinton entre la prensa es el único motivo por el cual Hillary sigue "viva" en este proceso de primarias).
Como os dije en un correo anterior, tiene que ganar TODOS los Estados que quedan (incluidos los de este martes) con el 58% de los votos, más o menos.
Dados los resultados esperables en los cuatro Estados de este martes, si las encuestas no la han pifiado horriblemente, ese porcentaje se elevará al 62% para TODOS los Estados posteriores al 4 de marzo, entre los que figuran algunos de fuerte población negra (Mississipi, Carolina del Norte) o liberal (Oregón) o de caucus (Wyoming) en los que es ABSOLUTAMENTE IMPOSIBLE que Hillary obtenga esos porcentajes.
Hillary, por lo tanto, no puede ni siquiera empatar con Obama en el cómputo de delegados electos con los Estados que quedan. ¿Por qué sigue Hillary, entonces? Única y exclusivamente porque aspira a lograr dos cosas: una, conseguir que la mayoría de los superdelegados subvierta la voluntad mayoritaria de los votantes, dándole su apoyo a ella, por "estar más preparada". Dos, conseguir como sea que las delegaciones de Florida y Michigan, sancionadas por el partido por adelantar sus primarias a enero sin autorización, vean repuestos sus delegados (que votaron mayoritariamente por Hillary) para de este modo intentar tener más votos populares y delegados que Obama (pese a todo, a mí no me salen las cuentas) y con este cambio de las reglas + el voto de los superdelegados, conseguir robarle la victoria a Obama en el último segundo.
Sé que estos últimos párrafos os pueden parecer muy duros, pero os ruego que vayais a la página web de la revista Slate y busqueis su calculadora de delegados. Con los cálculos que nos ofrecen las encuestas y las predicciones de los Estados restantes, vereis que no hay forma de que Hillary gane esto sin "hacer las dos trampas" que he comentado con anterioridad.
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