La primera prueba de fuego electoral real para la popularidad de Obama y los demócratas en general se va a producir el próximo día 31 de marzo en el Estado de Nueva York, en el que se celebran elecciones parciales para cubrir la vacante dejada por la congresista Kirsten Gillibrand en el Vigésimo Distrito del Congreso, al ser nombrada como Senadora (sustituyendo a Hillary Clinton) por el gobernador de Nueva York, David Patterson.
¿Y por qué ésta es una prueba de fuego para los demócratas? Porque se trata de un distrito diseñado en su día para que lo ganara un candidato republicano: hay más votantes republicanos que demócratas en el distrito, y la configuración del distrito, como se puede ver en el mapa, es la de un distrito de gran tamaño, eminentemente rural, y abrumadoramente blanco (95%).
¿Y por qué ésta es una prueba de fuego para los demócratas? Porque se trata de un distrito diseñado en su día para que lo ganara un candidato republicano: hay más votantes republicanos que demócratas en el distrito, y la configuración del distrito, como se puede ver en el mapa, es la de un distrito de gran tamaño, eminentemente rural, y abrumadoramente blanco (95%).
Prueba de lo anterior es que entre 1992 y 2006 el distrito estuvo representado por dos congresistas republicanos, y sólo a raíz del desastre de las elecciones de medio mandato de 2006, en la que los republicanos perdieron 30 escaños a lo largo de la geografía norteamericana, y gracias a que los demócratas nominaron a Gillibrand, una demócrata más bien conservadora, pudieron los republicanos perder el distrito.
Pero ahora, sin Gillibrand en el escaño, los republicanos esperan poder iniciar su larga marcha hacia la reconquista del Congreso (y de la Casa Blanca) con una victoria. Para ello han presentado a un peso pesado como candidato: Jim Tedisco, el líder de los republicanos en el Congreso del Estado de Nueva York, mientras que los demócratas han presentado a un hombre de negocios, Scott Murphy, joven y sin experiencia política.
Sin embargo, la tarea que les espera a los republicanos no es nada fácil: Gillibrand ganó su campaña a la reelección con el 61% de los votos, mientras que Obama ganó a McCain por 50,7 a 47,7 en las últimas presidenciales, lo que demuestra que pese a que nominalmente haya más republicanos registrados que demócratas, el distrito, a día de hoy, es globalmente ligeramente demócrata. Pero por algún sitio hay que empezar, y hoy por hoy, éste es el distrito más vulnerable y expuesto que tienen los demócratas (se ha criticado mucho a Patterson por escoger a Gillibrand cuando había muchos demócratas en distritos más seguros).
En fin, las primeras encuestas indican que Tedisco parte con una ligera ventaja, pero que quedan muchos indecisos y la cosa está que arde. Si Tedisco gana, los republicanos podrán defender que están iniciando su recuperación, ganando en un distrito que votó por Obama. Si pierde, arreciarán las críticas contra Michael Steele, que está siendo muy atacado por sus correligionarios durante sus primeras semanas como Presidente del Comité Nacional Republicano.
Pero ahora, sin Gillibrand en el escaño, los republicanos esperan poder iniciar su larga marcha hacia la reconquista del Congreso (y de la Casa Blanca) con una victoria. Para ello han presentado a un peso pesado como candidato: Jim Tedisco, el líder de los republicanos en el Congreso del Estado de Nueva York, mientras que los demócratas han presentado a un hombre de negocios, Scott Murphy, joven y sin experiencia política.
Sin embargo, la tarea que les espera a los republicanos no es nada fácil: Gillibrand ganó su campaña a la reelección con el 61% de los votos, mientras que Obama ganó a McCain por 50,7 a 47,7 en las últimas presidenciales, lo que demuestra que pese a que nominalmente haya más republicanos registrados que demócratas, el distrito, a día de hoy, es globalmente ligeramente demócrata. Pero por algún sitio hay que empezar, y hoy por hoy, éste es el distrito más vulnerable y expuesto que tienen los demócratas (se ha criticado mucho a Patterson por escoger a Gillibrand cuando había muchos demócratas en distritos más seguros).
En fin, las primeras encuestas indican que Tedisco parte con una ligera ventaja, pero que quedan muchos indecisos y la cosa está que arde. Si Tedisco gana, los republicanos podrán defender que están iniciando su recuperación, ganando en un distrito que votó por Obama. Si pierde, arreciarán las críticas contra Michael Steele, que está siendo muy atacado por sus correligionarios durante sus primeras semanas como Presidente del Comité Nacional Republicano.
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