Siguiendo con nuestro análisis de la inminente vacante que se va a producir en el Tribunal Supremo, diremos que en relación con los posibles candidatos para sustituir a John Paul Stevens, desde el primer momento se vio con claridad que Obama está barajando esencialmente tres nombres:
- Diane Wood, Juez federal del Séptimo Circuito de Apelaciones. Nombrada por Bill Clinton en 1995, fue confirmada unánimemente por el Senado. Es quizá la candidata más "de izquierdas", aunque la distinción es relativamente irrelevante, a la vista de los otros dos candidatos. Más relevante es el hecho de que a) lleva quince años ejerciendo, por lo que ha dictado un gran número de sentencias y disensos que permitirán a los republicanos atacarla en una eventual confirmación, b) que está a punto de cumplir 60 años, lo que la hace un tanto más mayor de lo deseable (siempre se desea que los Jueces del Supremo sean lo más jóvenes posible, a fin de que estén el mayor número de años posible en el Tribunal), y c) es una Juez federal (como los otros ocho actuales Magistrados del Tribunal).
Wood ya estuvo en las listas el año pasado, cuando Sonia Sotomayor fue elegida para sustituir a David Souter. De hecho, al parecer ella hubiera sido elegida de no haber sido por la existencia de Sotomayor (que era más joven, también mujer y además hispana). Ahora Wood tiene la ventaja de que no se enfrenta a una "candidata símbolo" como Sotomayor, y la desventaja de que es un año más vieja (60 es el límite para que a uno le nombren al Tribunal Supremo: eran los años que tenía Ginsburg en 1993 cuando Bill Clinton la nombró, y desde 1972 -cuando Nixon designó a Lewis Powell a los 65 años- no se nombra a un candidato mayor de 60 años para ser miembro del Tribunal).
Ah, y una ventaja adicional: es protestante, como Stevens, que es el único protestante que queda en el Tribunal (hay seis católicos y dos judíos).
- Elena Kagan, "Solicitor General" de los Estados Unidos (la persona encargada de representar al Gobierno ante el Tribunal Supremo) desde 2009 (la votación en el Senado fue de 61 a 31), y con anterioridad, Decana de la Facultad de Harvard entre 2003 y 2008. Fue propuesta como Juez federal del Circuito del Distrito de Columbia por Clinton en 1999, pero los republicanos, que tenían mayoría en el Senado por aquel entonces, bloquearon su nominación para que un presidente republicano pudiera efectuar más nominaciones caso de que ganara las elecciones de 2000 (como de hecho ocurrió). Es vista como algo menos de izquierdas que Wood, y algo más que Merrick Garland (el tercero en discordia), pero insisto en que esto son percepciones puramente subjetivas que no tienen mucho peso. Una vez más, considero más relevante que a) no es Juez federal, lo que tiene dos ventajas: por una parte no ha dictado un montón de sentencias y disensos que permitan a los republicanos atacarla en una eventual confirmación, y por otra le otorga un poco de variedad al Tribunal Supremo, en el que todos sus colegas proceden de los Circuitos federales de Apelaciones, y b) está a punto de cumplir 50 años, que viene a ser la edad mínima para nombrar Jueces para el Tribunal Supremo: con la única excepción de Clarence Thomas, que fue nombrado por George Bush Sr. a los 43 años, todos los Jueces del Supremo en los últimos años tenían entre 50 y 60 años.
Elena Kagan ya estuvo en las listas el año pasado, cuando Sonia Sotomayor fue elegida para sustituir a David Souter, pero no era la candidata más relevante (acababa de empezar a ejercer como Solicitor General). Ahora tiene un año de experiencia en sus alegatos ante el Tribunal Supremo, y es un año más mayor, cosa que es buena. Tiene fama (por su experiencia como Decana en Harvard) de "forjadora de consensos con los conservadores", aunque está por ver que en un Tribunal Supremo lleno de fuertes personalidades, Kagan tenga la capacidad de influencia que ha tenido Stevens.
Elena Kagan ya estuvo en las listas el año pasado, cuando Sonia Sotomayor fue elegida para sustituir a David Souter, pero no era la candidata más relevante (acababa de empezar a ejercer como Solicitor General). Ahora tiene un año de experiencia en sus alegatos ante el Tribunal Supremo, y es un año más mayor, cosa que es buena. Tiene fama (por su experiencia como Decana en Harvard) de "forjadora de consensos con los conservadores", aunque está por ver que en un Tribunal Supremo lleno de fuertes personalidades, Kagan tenga la capacidad de influencia que ha tenido Stevens.
Por otra parte, es judía, lo que resulta una desventaja dado que hay ya otros dos Jueces judíos en el Supremo (Ginsburg y Breyer). Pero no parece que eso sea la cuestión decisiva.
- Merrick Garland: Juez federal del Circuito de Apelaciones para el Distrito de Columbia. Nombrado por Bill Clinton en 1997, fue confirmado por 76 a 23 votos por el Senado. Es quizá el candidato más "centrista", aunque insisto en que la distinción es irrelevante, a la vista de los otros dos candidatos. Lleva doce años ejerciendo, por lo que ha dictado un gran número de sentencias y disensos, si bien es poco probable que los republicanos le ataquen con mucho afán, por cuanto tiene reputación de moderado. A sus 57 años, es quizá un poco más mayor de lo que desearía Obama, pero no es un requisito insalvable.
Los matices entre los tres candidatos son mínimos: baste con señalar que los tres fueron "clerks" (oficiales) de tres magistrados liberales del Tribunal Supremo (Blackmun, Marshall y Brennan, respectivamente), que los tres trabajaron en la Administración Clinton antes de ser nombrados Jueces federales (o de que Clinton lo intentara, como en el caso de Kagan).
Los tres son respetados profesionalmente por los académicos conservadores (especialmente Wood), y ninguno de los tres es tan liberal como los antiguos leones liberales del Supremo (como Brennan o Marshall). Garland y posiblemente Kagan son ligeramente menos liberales incluso que Stevens (sin que Wood lo sea más).
En resumen: los tres son confirmables ante el Senado: Garland con facilidad (obtuvo 32 votos republicanos en su nominación en 1997), Kagan con más dificultad (obtuvo 7 votos republicanos en su nominación como Solicitor General el año pasado), y Wood sería la que probablemente provocaría mayor crispación entre los republicanos (ha dictado Sentencias en materia de aborto y libertad religiosa que irritan mucho a la gran mayoría de los republicanos del Senado). Pero incluso en el caso de Wood, un "filibuster" (maniobra de obstrucción parlamentaria) es enormemente improbable (la última ocasión fue la nominación de Abe Fortas en 1968 a Presidente del Tribunal Supremo, y realmente las circunstancias en ese caso eran especialísimas: año de elecciones presidenciales, candidato atacado por corrupción, etc).
En todo caso, la opinión enterada opina que la candidata más probable es Kagan, que cumple varios de los requisitos más deseados: joven, no Juez federal, razonablemente liberal, pero no extremista, mujer, y que recibió suficientes votos republicanos ya el año pasado (entre otros, los de las republicanas moderadas de Maine y el de Richard Lugar, el Senador conservador pero eminentemente razonable de Indiana).
En cualquier caso, la semana que viene o la siguiente a más tardar sabremos la solución a estas incógnitas. Para quien quiera leer en mucha mayor profundidad de lo que este esforzado autor puede hacer, aquí van dos perlas de Tom Goldstein, autor del "Supreme Court blog", y especialista absoluto en la materia.