El martes pasado hubo primarias en Virginia Occidental (28 delegados) con este resultado:
Hillary Clinton- 66,99%
Barack Obama- 25,67%
John Edwards- 7,33% (¡pese a que se retiró en Enero!- esto es el voto racista Y machista)
Los resultados no es que fueran inesperados, pero la magnitud de la zurra que Clinton le dio a Obama fue tremenda (casi 150.000 votos de ventaja), especialmente cuando la prensa llevaba una semana diciendo que Obama era el candidato y que a ver si esos palurdos de Virginia Occidental opinaban otra cosa.
Virginia Occidental es un Estado muy pobre (el 48 de 50), muy blanco (el 96%) y muy racista (el 20% de los votantes confesaron en las encuestas a pie de urna que la "raza" había sido una consideración muy importante en su voto, y de éstos el 81% votó a Hillary (y otro buen puñado, a Edwards). ¡Y esto sólo incluye a los que confesaron ser racistas! Luego están los que lo son pero no lo dicen...
En fin, racistas o no, Hillary salía, tras una semana horrible en la que toda la prensa le había invitado a retirarse, muy airosa y (parecía) con viento en las velas. Pues bien, John Edwards decidió justo entonces anunciar su apoyo a Obama y darle (otro) golpe de gracia a Hillary. No es que el apoyo de Edwards importe ya mucho, porque quedan muy pocos Estados por votar (quizá ayude un poquito a Obama en Kentucky), pero es pecata minuta. Lo que hizo Edwards fue peor: quebrantar a Hillary cuando estaba intentando vender la moto de que su victoria en Virginia Occidental demostraba que todavía no estaba derrotada.
La prensa no se dejó conmover, y le dio muchísima más publicidad al mitín conjunto Obama-Edwards que a la victoria en Virginia Occidental. Los superdelegados continúan decantándose mucho más por Obama que por Clinton (21 a 7 en lo que llevamos de semana) y realmente la cosa empieza a tener un aspecto desesperado para Hillary.
A nivel anecdótico, ayer, el senador demócrata por Virginia Occidental (para mayor escarnio de Hillary) Robert Byrd, ex-miembro del KKK y ex-segregacionista) anunció su apoyo a Obama, saltándose a la torera los resultados de su Estado (claro que a sus 91 años intuyo que no le da miedo perder la reelección en ¡2012!) Vivir para ver, un ex del KKK apoyando a un candidato negro.
El estado del asunto, a día de hoy, es el siguiente (sin incluir Florida, Michigan y los cuatro Estados de caucus que no han suministrado sus datos de votos):
Obama: 16.108.538 votos (49.3%)- 1915 delegados
Clinton: 15.512.424 votos (47.5%)- 1721 delegados
En teoría, la cifra mágica para ganar es 2.025. Obama conseguirá hoy la mayoría de los delegados "electos" (es decir, no superdelegados), siempre y cuando no contemos a Michigan y Florida (¡CONTÉMOSLOOOOOS! oigo chillar ya a Hillary desde aquí).
Hoy votan Kentucky y Oregón.
Kentucky (51 delegados): Es un Estado casi tan malo para Obama como Virginia Occidental. Casi tan pobre (el 46 de 50), casi tan blanco (8% de negros en lugar del 3% de V.O) y casi tan racista. En lugar de perder de 41 puntos, se espera que Obama pierda de unos 31, más o menos (es un Estado menos rural y con algunas ciudades y universidades importantes), De todos modos, Obama tendrá suerte si consigue un 35% del voto.
Oregón (52 delegados): Por suerte, para Obama, el mismo día vota Oregón. Con votantes demócratas muy liberales (el suicidio asistido es legal en Oregón- el único Estado en toda la unión-, y la marihuana para usos médico también), Obama reunió el domingo a 75.000 personas en Portland (para que nos hagamos una idea, eso viene a ser un 10% del electorado TOTAL de Oregón en estas primarias; una barbaridad, vamos). Las encuestas le dan unos 12 puntos de media de ventaja. Un detalle: es otro de los Estados más blancos de toda la Unión, con un 96% de blancos. Al ganar aquí, Obama muestra que al menos en las costas no debería tener grandes problemas con los blancos de clase media, media-alta y liberales.
En todo caso, tendremos reparto de Estados y de delegados. Veremos si los superdelegados aceleran su decantación y Obama es capaz de alcanzar los 2025 delegados totales a lo largo de esta semana.
Hillary insiste una y otra vez en que va liderando en el voto popular. Es una afirmación, por ahora, totalmente falaz, pero si no se retira tras perder hoy en Oregón (y no lo hará, porque de todos modos ganará, con más delegados y votos, en Kentucky) la semana que viene analizaremos exactamente qué es lo que está intentando Hillary.
De todos modos, el paso 1 de la estrategia, la victoria aplastante en Virginia Occidental ya lo ha obtenido.
El paso 2, la victoria aplastante en Kentucky, es casi seguro, aunque la derrota en Oregón no va a ser "por la mínima" precisamente.
Y el gran escollo, la reunión del 31 de mayo en la que pedirá que el Comite Nacional Demócrata siente a las delegaciones y otorgue los delegados de Florida y Michigan de conformidad con los resultados de enero (muy favorables para Hillary). Pero ya hablaremos de esto en más profundidad en el correo de la semana que viene, aprovechando que no hay primarias hasta el 1 de junio.
Hillary Clinton- 66,99%
Barack Obama- 25,67%
John Edwards- 7,33% (¡pese a que se retiró en Enero!- esto es el voto racista Y machista)
Los resultados no es que fueran inesperados, pero la magnitud de la zurra que Clinton le dio a Obama fue tremenda (casi 150.000 votos de ventaja), especialmente cuando la prensa llevaba una semana diciendo que Obama era el candidato y que a ver si esos palurdos de Virginia Occidental opinaban otra cosa.
Virginia Occidental es un Estado muy pobre (el 48 de 50), muy blanco (el 96%) y muy racista (el 20% de los votantes confesaron en las encuestas a pie de urna que la "raza" había sido una consideración muy importante en su voto, y de éstos el 81% votó a Hillary (y otro buen puñado, a Edwards). ¡Y esto sólo incluye a los que confesaron ser racistas! Luego están los que lo son pero no lo dicen...
En fin, racistas o no, Hillary salía, tras una semana horrible en la que toda la prensa le había invitado a retirarse, muy airosa y (parecía) con viento en las velas. Pues bien, John Edwards decidió justo entonces anunciar su apoyo a Obama y darle (otro) golpe de gracia a Hillary. No es que el apoyo de Edwards importe ya mucho, porque quedan muy pocos Estados por votar (quizá ayude un poquito a Obama en Kentucky), pero es pecata minuta. Lo que hizo Edwards fue peor: quebrantar a Hillary cuando estaba intentando vender la moto de que su victoria en Virginia Occidental demostraba que todavía no estaba derrotada.
La prensa no se dejó conmover, y le dio muchísima más publicidad al mitín conjunto Obama-Edwards que a la victoria en Virginia Occidental. Los superdelegados continúan decantándose mucho más por Obama que por Clinton (21 a 7 en lo que llevamos de semana) y realmente la cosa empieza a tener un aspecto desesperado para Hillary.
A nivel anecdótico, ayer, el senador demócrata por Virginia Occidental (para mayor escarnio de Hillary) Robert Byrd, ex-miembro del KKK y ex-segregacionista) anunció su apoyo a Obama, saltándose a la torera los resultados de su Estado (claro que a sus 91 años intuyo que no le da miedo perder la reelección en ¡2012!) Vivir para ver, un ex del KKK apoyando a un candidato negro.
El estado del asunto, a día de hoy, es el siguiente (sin incluir Florida, Michigan y los cuatro Estados de caucus que no han suministrado sus datos de votos):
Obama: 16.108.538 votos (49.3%)- 1915 delegados
Clinton: 15.512.424 votos (47.5%)- 1721 delegados
En teoría, la cifra mágica para ganar es 2.025. Obama conseguirá hoy la mayoría de los delegados "electos" (es decir, no superdelegados), siempre y cuando no contemos a Michigan y Florida (¡CONTÉMOSLOOOOOS! oigo chillar ya a Hillary desde aquí).
Hoy votan Kentucky y Oregón.
Kentucky (51 delegados): Es un Estado casi tan malo para Obama como Virginia Occidental. Casi tan pobre (el 46 de 50), casi tan blanco (8% de negros en lugar del 3% de V.O) y casi tan racista. En lugar de perder de 41 puntos, se espera que Obama pierda de unos 31, más o menos (es un Estado menos rural y con algunas ciudades y universidades importantes), De todos modos, Obama tendrá suerte si consigue un 35% del voto.
Oregón (52 delegados): Por suerte, para Obama, el mismo día vota Oregón. Con votantes demócratas muy liberales (el suicidio asistido es legal en Oregón- el único Estado en toda la unión-, y la marihuana para usos médico también), Obama reunió el domingo a 75.000 personas en Portland (para que nos hagamos una idea, eso viene a ser un 10% del electorado TOTAL de Oregón en estas primarias; una barbaridad, vamos). Las encuestas le dan unos 12 puntos de media de ventaja. Un detalle: es otro de los Estados más blancos de toda la Unión, con un 96% de blancos. Al ganar aquí, Obama muestra que al menos en las costas no debería tener grandes problemas con los blancos de clase media, media-alta y liberales.
En todo caso, tendremos reparto de Estados y de delegados. Veremos si los superdelegados aceleran su decantación y Obama es capaz de alcanzar los 2025 delegados totales a lo largo de esta semana.
Hillary insiste una y otra vez en que va liderando en el voto popular. Es una afirmación, por ahora, totalmente falaz, pero si no se retira tras perder hoy en Oregón (y no lo hará, porque de todos modos ganará, con más delegados y votos, en Kentucky) la semana que viene analizaremos exactamente qué es lo que está intentando Hillary.
De todos modos, el paso 1 de la estrategia, la victoria aplastante en Virginia Occidental ya lo ha obtenido.
El paso 2, la victoria aplastante en Kentucky, es casi seguro, aunque la derrota en Oregón no va a ser "por la mínima" precisamente.
Y el gran escollo, la reunión del 31 de mayo en la que pedirá que el Comite Nacional Demócrata siente a las delegaciones y otorgue los delegados de Florida y Michigan de conformidad con los resultados de enero (muy favorables para Hillary). Pero ya hablaremos de esto en más profundidad en el correo de la semana que viene, aprovechando que no hay primarias hasta el 1 de junio.
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