- En azul claro, Estados con un Senador republicano cuyos votantes se decantaron por Obama en las pasadas elecciones (Nevada, Iowa, Indiana, Ohio, Pennsylvania, New Hampshire, Carolina del Norte y Florida)
- En azul oscuro, Estados con dos Senadores republicanos cuyos votantes se decantaron por Obama en las pasadas elecciones (Maine)
Burr, en síntesis, se encuentra con que representa a un Estado que ya no es el mismo que le eligió a él hace cuatro años. Sin embargo, la nueva situación no parece haberle causado excesivas cuitas, y en las primeras votaciones que llevamos ha votado contra Obama en varias ocasiones (ayer, por ejemplo, se opuso al nombramiento de Geithner como Secretario del Tesoro). Veremos si a medida que se acerquen las elecciones de 2010 se mueve un poco hacia el centro, o si se arriesga a perder su escaño por ser demasiado conservador (¡para Carolina del Norte! quién lo hubiera dicho hace cuatro años).
A sus 76 años, y tras 32 en el Senado, Lugar ha visto como su Estado se ha movido bajo sus pies, pero así como en el caso de Burr, Carolina del Norte se ha alejado de éste, en el caso de Indiana, ha sido ésta la que se ha acercado a Lugar (que por cierto, es el Senador republicano que tiene una amistad más profunda con Obama). Lugar probablemente ayudará al Presidente en muchas ocasiones, y tiene su escaño asegurado, haga lo que haga, de por vida.
¿Cómo votará en los próximos dos años, ahora que no tiene que preocuparse por la reelección? Pues la verdad es que mi primera impresión es que votará como siempre: como un republicano más bien conservador. Quizá, en caso de conflicto, donde usualmente votaría siguiendo las directrices del Partido, le conceda a Obama el beneficio de la duda. Pero rara vez será el famoso voto número 60 que ayude a los demócratas a superar el "filibuster".
- New Hampshire: Judd Gregg (porcentaje de voto de McCain en New Hampshire en la ultima eleccion: 44,52%).
¿Qué ha hecho Gregg? Siguiendo a su Estado, ha girado súbitamente hacia la izquierda; aprobó la entrega al Gobierno Obama de la segunda parte del rescate financiero (¡la Senadora demócrata de New Hampshire votó en contra!), votó a favor de Geithner como Secretario del Tesoro, y al parecer Obama está interesado en nombrarle Secretario de Comercio (el único puesto de la administración que falta por designar). Si eso acabará resultando cierto, sería un golpe maestro de Obama (porque el gobernador demócrata de New Hampshire sería el encargado de nombrar al sustituto de Gregg).
En cualquier caso, y si no se concretara su salida del Senado, parece evidente que Gregg será uno de los apoyos más claros republicanos que pueda encontrar Obama en los próximos dos años, al menos.
Specter se enfrenta a la reelección en 2010. Su gran temor era verse sometido a una primaria por su flanco derecho (estuvo a punto de perder su escaño en 2004 por ese motivo), pero su rival en aquellas primarias ya ha anunciado que no repetirá su intento de derrotar a Specter. Eso permitirá a éste votar como lo que siempre ha sido: un Senador moderado (un ejemplo clásico de su actitud lo dio ayer: fue el único Senador republicano -masculino- que apoyó la "Lily Ledbetter Act", la ley contra la discriminación salarial contra las mujeres). Obama puede contar con su voto para este tipo de cosas (y especialmente para la EFCA- el año pasado fue el único republicano, a secas, que la apoyó-).
Las elecciones presidenciales han puesto en un autentico brete a John Ensign, el Senador republicano de Nevada. Ensign, que es uno de los miembros conservadores del Senado (y que, en su condición de líder del Comité Republicano Nacional para el Senado está obligado a ser una de las imágenes públicas del partido), se encuentra ahora ante la desagradable evidencia de que su Estado ha girado brutalmente hacia los demócratas (entre otras cosas a raíz de un incremento muy acusado en el voto hispano, que históricamente había sido más bien flojo).
Ensign no afronta la reelección hasta el año 2012, pero precisamente al tener que afrontar la misma junto a una elección presidencial, puede verse en una situación de auténtico peligro, y especialmente habida cuenta de que no es un Senado extremadamente popular (ganó en 2006 con un 55% de los votos contra un contrincante más bien flojo -un hijo de Jimmy Carter-).
Sin embargo, por el momento Ensign no parece estar especialmente asustado, y en las primeras votaciones en el Senado ha votado contra los demócratas en la mayoría de las ocasiones. Veremos si, a medida que avance la legislatura, y si las encuestas le empiezan a ser desfavorables, está tentado de girar hacia el centro.
- Maine: Olympia Snowe y Susan Collins (porcentaje de voto de McCain en Maine en las últimas elecciones: 40,38%)
Curiosamente, el único Estado que tiene dos Senadoras republicanas es al mismo tiempo el Estado más demócrata (de entre los que tienen a Senadores republicanos). Sin embargo, sus dos Senadoras son muy populares (Snowe fue reelegida en 2006, un mal año para su partido, con un espectacular 73% de los votos. Collins fue reelegida en 2008, otro mal año para su partido, con un más que notable 61% de los votos), básicamente porque encajan perfectamente con su Estado: son dos Senadoras centristas, moderadas, relativamente favorables al aborto, a la investigación con células madre o a los derechos de los gays.
En el nuevo contexto político, ambas se encuentran bien situadas para ser de las miembros más influyentes del Senado, especialmente Snowe, que lleva ya varios años participando en todas las negociaciones relevantes (dato simpático y sin importancia: es la único miembro cristiana ortodoxa del Senado).
Nate Silver indicaba hace un par de días en su página web http://www.fivethirtyeight.com/ que Snowe ha votado con los demócratas en 26 de las 31 votaciones que llevamos en esta sesión en el Senado (supongo que irá matizando su posición con el paso de los días, pero en este momento se me ocurren dos o tres demócratas que seguramente no han votado tantas veces con su partido en lo que llevamos de mes).
También habrá que tener en cuenta a los Senadores republicanos de Estados en los que Obama estuvo cerca de ganar (Kit Bond, el Senador de Missouri, que además se retira en 2010, lo que probablemente hará que voten en ocasiones con la Administración demócrata cuando normalmente no lo haría).
Y por último están los republicanos que son más liberales que su Estado, y que le pueden dar algún disgusto a su Partido. Lisa Murkowski, de Alaska, es el ejemplo más claro, aunque tiene que ir con muchísimo cuidado, porque existe el riesgo de que Sarah Palin, la gobernadora de su Estado, la desafíe en las primarias. Y la gran incógnita: John McCain, de Arizona. ¿Qué hará McCain? ¿Mantendrá su línea de voto de los últimos seis años, cuando ha sido uno de los miembros más conservadores del Senado -de cara a obtener su nominación en las presidenciales-, o volverá a su patrón de voto del período 2001-2002, cuando fue el quinto miembro más liberal de su Partido, votando contra los recortes de impuesto de Bush, a favor de la reforma de la financiación de partidos junto a Russ Feingold, el demócrata ultra-liberal de Wisconsin? Por ahora, en las primeras votaciones McCain se está mostrando más bien conservador -afronta la reelección en 2010- pero según y cómo puede acabar siendo uno de los grandes aliados de Obama.
De todos modos, dejo caer un dato: en lo que llevamos de mes, los demócratas en el Senado no han perdido ni una sola votación, y casi siempre ha habido alguno o varios republicanos apoyándoles. Las cosas pueden cambiar, pero por ahora las perspectivas para Obama son buenas.