Cuando en enero de 2008 un periodista le preguntó a Barack Obama qué libros debería tener siempre a su lado un Presidente de los Estados Unidos en el Despacho Oval (aparte de la Biblia), Barack Obama respondió que el libro imprescindible, en su opinión, era "Team of Rivals", de la historiadora Doris Kearns Goodwin, que es una cuádruple biografía de Abraham Lincoln y de tres de sus rivales a la candidatura republicana a la Presidencia en 1860 (Seward, Chase y Bates), y que está siendo mi lectura de estas Navidades.
Tras su elección en noviembre de 1860, Lincoln nombró a cuatro de los restantes candidatos republicanos a la Presidencia a las posiciones más importantes del Gobierno: Henry Seward, Senador por Nueva York, fue nombrado Secretario de Estado (Asuntos Exteriores), Salmon Chase, gobernador de Ohio, fue nombrado Secretario del Tesoro (Economía y Hacienda), Edward Bates fue nombrado fiscal general (Justicia) y Simon Cameron, Senador de Pennsylvania, fue nombrado Secretario de Guerra.
Obama se ha tomado al pie de la letra, al parecer, el estilo de mando de Lincoln, y ha nombrado a la mayoría de sus rivales en las primarias demócratas a distintos altos cargos: Hillary Clinton, senadora de Nueva York (como Henry Seward) ha sido nombrada Secretaria de Estado (también como Henry Seward), Bill Richardson, gobernador de Nuevo Mexico, ha sido nombrado Secretario de Comercio, Joe Biden, senador por Delaware, ha sido nombrado vicepresidente.
Por si fuera poco, Lincoln nombró asimismo a varios antiguos demócratas antiesclavistas que se habían pasado al Partido Republicano a altos cargos, como Edwin Stanton, que sustituyó a Cameron como Secretario de Guerra. En la misma línea, Obama ha nombrado como Secretario de Defensa a Robert Gates, el Secretario de Defensa de George W. Bush, y a Ray LaHood, congresista republicano de Illinois, como Secretario de Transportes.
Obama ha compuesto un gabinete de gran variedad en todos los sentidos, y desde luego, un gabinete que demuestra que el Presidente electo tiene una gran confianza en sí mismo, dado que muchos de los ministros son gente con un bagaje político tremendo: no ya sólo Hillary Clinton, Joe Biden o Bill Richardson, sino gente como el Secretario de Sanidad, Tom Daschle, que fue lider de los demócratas en el Senado hasta 2004, como Janet Napolitano, la Secretaria de Seguridad Interior, que ha sido gobernadora de Arizona durante los últimos seis años, y como Tom Vilsack, Secretario de Agricultura y gobernador de Iowa durante ocho años.
El equipo económico de Obama, liderado por Timothy Geithner, presidente de la Reserva de Nueva York y ahora Secretario del Tesoro, Lawrence Summers, exsecretario del Tesoro de Clinton, y Paul Volcker, expresidente de la Reserva Federal (1979-1987), es también un equipo de primer nivel y capacitado para afrontar la crisis.
Por supuesto, Obama, por mucho que durante la campaña hablara sin parar de cambio, ha basado sin embargo su equipo, en su mayoría, en excargos de la administración Clinton a los que, en muchos casos (como Eric Holder, fiscal general adjunto con Clinton y fiscal general ahora con Obama) simplemente ha ascendido.
Para quien tenga curiosidad por conocer la composición del gabinete Obama y la biografía de todos sus miembros: http://en.wikipedia.org/wiki/Presidential_transition_of_Barack_Obama#Cabinet_and_top_advisors
El tiempo dirá si el Gabinete cumple las enormes expectativas generadas por el mismo (una encuesta publicada ayer indicaba que el 75% de los americanos consideran que Obama es un líder fuerte, lo que no está mal para empezar una legislatura tan espinosa como la que le espera al presidente electo).
En los próximos días analizaremos, entre otras muchas cosas, los distintos retos que se le plantean al Presidente electo una vez sea inaugurado el 20 de enero de 2009.
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