Como decíamos en el post anterior, la tentación del Partido Republicano en las próximas presidenciales será la siguiente:
"El problema que tuvimos en 2008 es que nuestro candidato, John McCain, no era suficientemente conservador. En 2012 ganaremos poniendo a un VERDADERO conservador en el ticket"
Por supuesto, eso es una tontería, pero un partido con un 68% de conservadores elegirá de modo casi inevitable a un conservador en sus próximas primarias (recordemos que McCain sólo fue elegido porque los conservadores dividieron sus votos entre Romney y Huckabee el Supermartes, mientras que los moderados votaron en masa a McCain).
Las posibilidades de los republicanos dependerán, por supuesto, de la ejecutoria del presidente Obama. Si Obama es un Presidente potable (ya no digamos si resulta ser un gran Presidente), los republicanos tienen muy pocas posibilidades, y recurrirán a alguno de los candidatos fallidos del 2012 como victima sacrificial: Huckabee, Romney o Sarah Palin.
La opción Palin es sin duda la más tentadora: el ala conservadora del Partido (dos tercios del mismo, no lo olvidemos) está enamorado de ella. Lamentablemente, el resto del país tiene una opinión profundamente distinta de la gobernadora de Alaska, a la que ven como simplemente inadecuada e inexperta, con unas posiciones políticas excesivamente escoradas a la derecha (incluso en un país tan poco de izquierdas como Estados Unidos).
Sarah Palin puede aprender en los próximos cuatro años, y como es una mujer muy astuta sin duda lo hará. Sin embargo, todo parece indicar que su destino es el de convertirse en una especie de Dan Quayle femenina. Si en 2012 es nominada por los republicanos y se enfrenta a un Obama popular, el resultado electoral será similar a la aplastante victoria de Reagan contra Mondale en 1984.
Sólo si Obama es un presidente incompetente a la altura de Jimmy Carter en 1980 tendrán los republicanos alguna posibilidad. Y si se da esa circunstancia, hay varios candidatos más competentes que Palin entre los republicanos para aprovecharla (Mitch Daniels, el gobernador de Indiana o el brillante Bobby Jindal, de Louisiana, pese a que es ridículamente joven).
En cualquier caso, hay una recomendación esencial para los republicanos: hay que elegir a alguien competitivo. Uno de los motivos por los que George Bush padre fue elegido en 1988, tras ocho años de administración republicana, fue que cuatro años antes Reagan había arrasado de tal manera que en 1988 había muchos votantes moderados (los "Reagan Democrats") que nunca antes de 1984 habían votado a los republicanos, pero una vez que votaron por Reagan en esa fecha, siguieron abiertos a ello cuatro años después.
Si Obama consigue una victoria "reaganesca" (en torno al 58%) en 2012, los republicanos no sólo le habrán regalado la Casa Blanca cuatro años más, sino que muy posiblemente el sucesor demócrata de Obama, al igual que el sucesor republicano de Reagan, también gane las elecciones de 2016.
"El problema que tuvimos en 2008 es que nuestro candidato, John McCain, no era suficientemente conservador. En 2012 ganaremos poniendo a un VERDADERO conservador en el ticket"
Por supuesto, eso es una tontería, pero un partido con un 68% de conservadores elegirá de modo casi inevitable a un conservador en sus próximas primarias (recordemos que McCain sólo fue elegido porque los conservadores dividieron sus votos entre Romney y Huckabee el Supermartes, mientras que los moderados votaron en masa a McCain).
Las posibilidades de los republicanos dependerán, por supuesto, de la ejecutoria del presidente Obama. Si Obama es un Presidente potable (ya no digamos si resulta ser un gran Presidente), los republicanos tienen muy pocas posibilidades, y recurrirán a alguno de los candidatos fallidos del 2012 como victima sacrificial: Huckabee, Romney o Sarah Palin.
La opción Palin es sin duda la más tentadora: el ala conservadora del Partido (dos tercios del mismo, no lo olvidemos) está enamorado de ella. Lamentablemente, el resto del país tiene una opinión profundamente distinta de la gobernadora de Alaska, a la que ven como simplemente inadecuada e inexperta, con unas posiciones políticas excesivamente escoradas a la derecha (incluso en un país tan poco de izquierdas como Estados Unidos).
Sarah Palin puede aprender en los próximos cuatro años, y como es una mujer muy astuta sin duda lo hará. Sin embargo, todo parece indicar que su destino es el de convertirse en una especie de Dan Quayle femenina. Si en 2012 es nominada por los republicanos y se enfrenta a un Obama popular, el resultado electoral será similar a la aplastante victoria de Reagan contra Mondale en 1984.
Sólo si Obama es un presidente incompetente a la altura de Jimmy Carter en 1980 tendrán los republicanos alguna posibilidad. Y si se da esa circunstancia, hay varios candidatos más competentes que Palin entre los republicanos para aprovecharla (Mitch Daniels, el gobernador de Indiana o el brillante Bobby Jindal, de Louisiana, pese a que es ridículamente joven).
En cualquier caso, hay una recomendación esencial para los republicanos: hay que elegir a alguien competitivo. Uno de los motivos por los que George Bush padre fue elegido en 1988, tras ocho años de administración republicana, fue que cuatro años antes Reagan había arrasado de tal manera que en 1988 había muchos votantes moderados (los "Reagan Democrats") que nunca antes de 1984 habían votado a los republicanos, pero una vez que votaron por Reagan en esa fecha, siguieron abiertos a ello cuatro años después.
Si Obama consigue una victoria "reaganesca" (en torno al 58%) en 2012, los republicanos no sólo le habrán regalado la Casa Blanca cuatro años más, sino que muy posiblemente el sucesor demócrata de Obama, al igual que el sucesor republicano de Reagan, también gane las elecciones de 2016.
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