sábado, 14 de noviembre de 2020

La batalla por el Congreso: decepciones demócratas

Los resultados de las elecciones al Congreso fueron un tanto decepcionantes para los demócratas, que según los sondeos esperaban aumentar ligeramente su ya cómoda mayoría (235-200) y, en cambio, han visto como la misma se reducía como mínimo en 10 escaños, y quizá incluso más, a la vista de la evolución de los últimos conteos de voto.

La gente de Cook Political Report lleva a cabo un seguimiento del recuento en cada uno de los 435 distritos, y en estos momentos calculan que los demócratas lideran con 221 escaños frente a 207 escaños republicanos, con 7 escaños todavía por asignar, de los cuales algunos todavía se decantarán por el GOP.

Éste es el mapa por el momento, pendiente de alguna actualización:



Concretamente, los republicanos llevan ganados hasta ahora 2 escaños en California, 2 en Florida, 1 en Iowa, 1 en Michigan (este a un exrepublicano convertido en libertario), 1 en Minnesota, 1 en Nuevo Mexico, 1 en Nueva York, 1 en Oklahoma y 1 en Carolina del Sur.

1) La explicación de todas esas victorias republicanas es sencilla, aunque polivalente: en una elección relativamente apretada (Biden parece que acabará ganando 51-47, más o menos), había demócratas en distritos tradicionalmente MUY republicanos (los distritos perdidos en Minnesota, Oklahoma o Carolina del Sur son entre 10 y 12 puntos más republicanos que la media del país, según el índice de partidismo de distritos elaborado también por el Cook Political Report), distritos rurales en los que los demócratas retrocedieron o suburbanos en los que la subida demócrata no fue suficiente para impulsar a su candidato al distrito.

El retroceso demócrata en el voto hispano permite explicar varias derrotas más, como las de Florida, Nuevo Mexico o California, todas ellas en distritos con fuerte población hispana en unas elecciones en que, a medida que se van asentando los datos, parece claro que los republicanos han conseguido uno de los mejores porcentajes de voto hispano de su historia.

2) Los demócratas, en cambio, han ganado sólo un distrito en Georgia (aquí, claramente por la evolución del voto suburbano de Atlanta en su favor) y 2 en Carolina del Norte (estos por una decisión del Tribunal Supremo del Estado para que la representación no estuviera tan desequilibrada a favor de los republicanos).

3) Daily Kos lleva a cabo cada cuatro años una tarea de Sísifo: calcular el resultado de las elecciones presidenciales en cada distrito al Congreso a medida que los Estados van certificando su voto. Por ahora, sólo han podido efectuar los cálculos respecto de cuatro Estados: Delaware y Wyoming (éstos son fáciles, porque ambos Estados aportan sólo UN distrito al Congreso) y Oklahoma y Carolina del Sur (que tienen más mérito, porque cada Estado tiene varios distritos en el Congreso).

Oklahoma y Carolina del Sur son especialmente interesantes porque en ambos hay al menos un distrito que los demócratas han perdido, pese a que los candidatos que presentaban eran moderados y lo han hecho mejor que Biden.

Esto se extrae de las tablas de Daily Kos que mencionábamos antes. Veamos los resultados en el quinto distrito de Oklahoma:

- Resultado de las presidenciales: 

Trump 51,6- Biden 46 (en 2016 fue Trump 53,2- Clinton 39,8)

- Resultado de las elecciones al Congreso:

Stephanie Bice (R) 52,1- Kendra Horn (D) 47,9 (titular del escaño)

Como se puede ver, aquí han pasado dos cosas simultáneas: Biden ha mejorado claramente los resultados demócratas en el distrito (que ha pasado de votar a Trump por 13,4 puntos a 4,6) y la congresista demócrata simultáneamente lo ha hecho 2 puntos mejor que Biden, pero aún así no ha sido suficiente para salvarlo.

Y el mismo fenómeno se observa en el primer distrito de Carolina del Sur

- Resultado de las presidenciales: 

Trump 52,1- Biden 46,1 (en 2016 fue Trump 53,5- Clinton 40,4)

- Resultado de las elecciones al Congreso:

Nancy Mace (R) 50,6- Joe Cunningham (D) 49,3 (titular del escaño)

Aquí ha ocurrido lo mismo que en Oklahoma: Biden ha mejorado claramente los resultados demócratas en el distrito (que ha pasado de votar a Trump por 13,1 puntos a 6) y el congresista demócrata simultáneamente lo ha hecho 3 puntos mejor que Biden, pero, una vez más, eso no ha sido suficiente para salvar el escaño.

4) El problema inverso se ha dado en algunos distritos en los que los demócratas han aportado un candidato demasiado de izquierdas para el distrito. El ejemplo más característico hasta el momento es el segundo distrito al Congreso de Nebraska (que abarca la ciudad de Omaha y sus suburbios). Biden ha conseguido ganarlo por casi 7 puntos (en 2016 Trump lo había ganado por 2), pero la candidata demócrata, Kara Eastman, que ya se había presentado (y perdido) en 2018 tras derrotar en las primarias al excongresista (más moderado) Brad Ashford, consiguió 6 puntos menos que Biden y perdió.


Todo esto nos conduce a una conclusión provisional: muchos votantes en distritos disputados con congresistas republicanos han votado simultáneamente a Biden, porque no soportan el tono beligerante de Trump, pero no están descontentos con su congresista del GOP y lo han mantenido, lo que prácticamente obliga a presentar a candidatos moderados en esos distritos si se quiere tener alguna esperanza de éxito.

5) Y todo ello deviene más urgente a la vista de que a lo largo del año que viene los Estados iniciarán su proceso de rediseño de los distritos al Congreso, una tarea que recae sobre las legislaturas estatales, que están en estos momentos controladas en su mayoría por los republicanos: de hecho, en estas elecciones los demócratas han perdido más de 80 escaños en las distintas legislaturas estatales.

Las perspectivas son ominosas para los demócratas: según estos dos artículos de Sean Trende, los demócratas empezarán el ciclo de 2022 habiendo perdido al menos 6 escaños a raíz de la necesidad de redistribuir los escaños del Congreso por los cambios de población y en base a los "gerrymandering" en que incurran las legislaturas republicanas. Perder 6 escaños ya supondría perder la mayoría.

6) En resumen: Pelosi va a tener problemas para manejar su mayoría en los próximos dos años, dado que va a necesitarla casi entera en cada votación para sacar las leyes adelante (y eso suponiendo que el Senado finalmente acabe en manos demócratas, algo improbable), y seguramente la perderá en dos años, por efecto del rediseño de distritos y del castigo que suele sufrir el partido del Presidente en las elecciones de medio mandato.

domingo, 8 de noviembre de 2020

La batalla por el Senado: todos los ojos puestos en Georgia

La trabajada victoria de Joe Biden no puede ocultar a los demócratas que en el resto de lizas electorales del día los resultados han sido un tanto decepcionantes. En el Senado, con los resultados provisionales de que disponemos, los demócratas habrían ganado un sólo escaño neto respecto a 2 años atrás: han perdido el escaño de Alabama y por el momento sólo lo han compensado con victorias en Colorado y Arizona.

A falta de los conteos en Carolina del Norte y Alaska (donde los candidatos republicanos son claramente favoritos, a mi juicio) y de las segundas vueltas en Georgia (de las que hablaremos con más detenimiento), el marcador ahora mismo está empatado, 48-48, pero con un claro potencial de 50-48 para los republicanos una vez finalicen los conteos antedichos.

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¿Por qué ha ocurrido esto?

1) En primer lugar, por una circunstancia que estaba fuera del control de los demócratas: de las tres clases del Senado (la I, la II y la III, que se renuevan bianualmente), la II es, hoy por hoy, la más republicana. De hecho, como se puede ver en el siguiente mapa, de las 35 elecciones (33 normales, y 2 especiales) de 2020, 23 se celebraban en Estados ganados por Trump en 2016 y solo 12 en Estados ganados por Clinton:





2) De hecho, no ha habido NI UN SOLO candidato demócrata al Senado en un Estado ganado por Trump que haya logrado ganarlo a su vez. Los únicos candidatos demócratas que se han quedado cerca son aquellos que han competido en Estados en los que Biden ha quedado cerca (Carolina del Norte). Pero la polarización partidista ha alcanzado claramente ya al Senado: incluso un candidato demócrata popular en Montana (Steve Bullock, el gobernador saliente), ha conseguido sólo 4,4 puntos más que Biden (y aún así se ha quedado a 10 puntos de la victoria).

3) A la inversa, para desgracia de los demócratas, ha habido una candidata republicana que ha sido capaz de ganar en un Estado demócrata: Susan Collins, en Maine, cuyo resultado ha sido 7 puntos superior al de Trump en su Estado (la diferencia entre la victoria y la derrota).

4) La polarización en el Senado es una mala noticia para los demócratas, porque éste es en la actualidad una institución escorada hacia los republicanos: El porcentaje de voto de Trump rondará el 47% de los votos, pero muy probablemente el 50% de los Estados habrán votado republicano.

5) Quedan exactamente 3 senadores demócratas en Estados que han votado por Trump (Tester en Montana, Brown en Ohio y el más meritorio, Manchin en Virginia Occidental) y, a la espera de Georgia, 3 senadores republicanos en Estados que hayan votado por Biden (Johnson en Wisconsin, Toomey en Pennsylvania -que además ya ha anunciado su retirada- y Susan Collins en Maine). Me atrevo a decir, tirando de memoria, que son los números más polarizados en los últimos 100 años, como mínimo.

6) El control del Senado es importantísimo: no sólo porque aprueba las leyes conjuntamente con el Congreso, sino porque es potestad del Senado aprobar los nombramientos del Gabinete y de TODOS los jueces federales. Si la experiencia de 2014-2016 es guía (y no veo por qué no debería serlo). McConnell le hará la vida imposible a Biden y ralentizará y bloqueará todos los nombramientos que pueda y Biden estará a expensas de lo que decidan apoyar la recién reelegida Senadora republicana por Maine, Susan Collins, y Lisa Murkowski, de Alaska, las dos miembros más moderadas del caucus republicano.

7) Por eso la batalla por el Senado es tan importante: el 5 de enero habrá una segunda vuelta en Georgia para dirimir los dos escaños por el Senado (uno para un periodo de 6 años, y otro -especial- para un periodo de 2 años). Si los demócratas ganan los 2 escaños, tendrán 50 escaños en el Senado, los republicanos 50, y la vicepresidenta, Kamala Harris, en su condición de Presidenta del Senado, tendrá la potestad de desempatar. Eso pondría a los demócratas en manos de Joe Manchin, el senador demócrata conservador de Virginia Occidental, pero al menos es un miembro del Partido Demócrata.

Como esta entrada ya es un poco larga, en otra ocasión hablaremos del desempate de Georgia.

sábado, 7 de noviembre de 2020

Algunas conclusiones (totalmente provisionales) respecto a las elecciones presidenciales

1) La primera es evidente: Joe Biden ha ganado las elecciones norteamericanas, probablemente por 306 votos a 232 (curiosamente, el mismo margen, pero a la inversa, con el que Trump derrotó a Clinton en el Colegio Electoral en 2016). A priori, éste parece que será el mapa final:

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2) A pesar de la victoria de Biden, el sesgo republicano en el Colegio Electoral resulta notorio: para ganar por 306 a 232 votos electorales, Trump sólo necesitó PERDER por casi 3 millones de votos, mientras que Biden, por el momento está necesitando GANAR por 4,2 millones de votos.

3) Los sondeos han fallado notablemente, tanto a nivel nacional, donde el margen final que le otorgaban a Biden era de 8,4 puntos (en estos momentos es de 3,1 puntos, y aunque mejorará, se quedará lejos de esa cifra):


como a nivel estatal, donde ha habido algún fiasco especialmente notable, como Florida, donde una ventaja de Biden de 2,5 puntos quedó convertida en una victoria de Trump por 3,2:


Incluso donde los sondeos han acertado, la diferencia entre los márgenes es tan acusada que no es como para sentirse ni orgulloso ni tranquilo. Wisconsin, donde la ventaja de Biden en los sondeos era de 8,4 puntos, ha sido finalmente un Estado Biden +0,6.

Nate Silver ha mantenido un diálogo en Twitter con el periodista Chris Hayes explicando que los sondeos son aproximaciones y que los descuadres entre encuestas y resultados están (en la mayoría de los casos) dentro del margen de error de las primeras. La respuesta de Hayes ha sido contundente: si eso es así, la utilidad de las encuestas es muy limitada en el contexto de una nación polarizada, donde el resultado de las elecciones suele estar dentro del margen de error de las encuestas:


4) ¿Qué ha pasado, en cualquier caso? ¿Por qué este desfase entre sondeos y resultados? En honor a la verdad, los sondeos detectaron ya dos fenómenos en direcciones electorales opuestas que finalmente se han plasmado claramente en estas elecciones: por una parte, el desplazamiento del voto blanco con estudios universitarios hacia los demócratas y un correlativo desplazamiento hacia los republicanos del voto hispano (particularmente sin estudios).

Texas nos ofrece un magnífico ejemplo del choque entre estas dos tendencias. Comparemos, por ejemplo, los márgenes entre republicanos y demócratas entre 2016 y 2020: Tarrant, Collin y Denton, tres condados que pertenecen al área metropolitana de Dallas y que fueron en 2016 los tres condados más poblados del Estado que votaron republicano:

Tarrant 2016:

Trump 51,74%- Clinton 43,14% (Margen: Trump 8,6)

Tarrant 2020:

Trump: 49,14%- Biden 49,30% (Margen: Biden 0,16)

Collin 2016:

Trump 55,62%- Clinton 38,91% (Margen: Trump 16,71)

Collin 2020:

Trump: 51,55%- Biden 46,95% (Margen: Trump 4,6)

Denton 2016:

Trump 57,13%- Clinton 37,13% (Margen: Trump 20)

Denton 2020:

Trump 53,28% - Biden 45,16% (Margen: Trump 8,12) 

Con esta reducción en los márgenes republicanos en condados tan poblados, se podía entender el optimismo inicial de los demócratas en convertir a Texas en un Estado azul.

En los condados más urbanos y poblados de Texas (la propia Dallas o Harris -Houston) los demócratas han incrementado sus márgenes en sólo 2 o 3 puntos, pero el fiasco se ha producido en los condados hispanos. Veamos dos ejemplos característicos: los dos condados más poblados de Texas con nombre español: El Paso e Hidalgo, ambos fronterizos con México:

El Paso 2016:

Trump 25,94%- Clinton 69,08% (Margen: Clinton 43,14)

El Paso 2020:

Trump: 31,98%- Biden 66,95% (Margen: Biden 34,97)

Hidalgo 2016

Trump 28,05%- Clinton 68,50% (Margen: Clinton 40,45)

Hidalgo 2020

Trump 40,98%- Biden 58,06% (Margen: Biden 17,14) !!!!!! 

 ¿Qué ha ocurrido aquí?

Una primera posible explicación: el voto hispano sin estudios se está empezando a alinear con el voto blanco sin estudios hacia el Partido Republicano (todavía falta mucho para que estén alineados, pero parece claro que muchos hispanos han votado en términos de "nivel socioeconómico y de estudios" y no "étnico"). Y  no sólo en Texas: vemos el mismo fenómeno en Arizona o en Florida (y no sólo entre la comunidad cubanoamericana- en el condado de Osceola el grupo hispano más importante es puertorriqueño).

Al mismo tiempo, entre los votantes blancos con estudios universitarios de los suburbios se está produciendo el mismo fenómeno, pero a la inversa: el populismo de Trump ha repelido a muchos votantes republicanos tradicionales y los ha echado en brazos de los demócratas. Y no sólo en Texas. Lo vemos en los suburbios de Indianápolis, donde en el condado de Hamilton Trump batió a Hillary por 19,3 puntos y en cambio sólo ha derrotado a Biden por 6,81 puntos. Lo vemos en los suburbios de Atlanta, como el condado de Cobb, donde una ventaja de 2,1 puntos para Clinton en 2016 se ha convertido ahora en una ventaja (provisional) de 14,33 puntos para Biden. Lo vemos en muchísimos suburbios del Norte y del Sur.

Ahora bien: dado que los latinos sin estudios son un grupo más pequeño que los blancos con estudios, el saldo neto de ambos desplazamientos es favorable a Biden.

5) Otras cuestiones de cierto interés: el voto a terceros partidos se ha desplomado del 6% a una cifra inferior al 2%, como suele ocurrir cuando las elecciones se polarizan tanto como ha ocurrido esta vez (y tampoco se puede desdeñar el hecho de que en 2016 los libertarios presentaron a un candidato serio, un exgobernador republicano de Nuevo México y esta vez no).


martes, 3 de noviembre de 2020

Los índices de aprobación de Trump, Estado por Estado

Como hemos dicho en muchas ocasiones, debido a la existencia del Colegio Electoral, las elecciones americanas no son tanto una contienda, sino 51 distintas, una por Estado (más el Distrito de Columbia). En ese sentido, es importante conocer los índices de aprobación de Trump en cada uno de los Estados porque son un indicador muy claro del resultado electoral, dado que es improbable que un Estado cuyos ciudadanos desaprueben la gestión del Presidente le apoyen en su reelección.

Civiqs lleva desde el inicio de la Presidencia de Trump encuestando dichos índices de aprobación, y éste es el mapa final:

 
A primer golpe de vista, el mapa muestra cinco discrepancias relevantes con el mapa que refleja la media de las últimas encuestas estatales



En efecto, hay cinco Estados: Ohio, Texas, Iowa, Montana y Alaska en los que el índice de desaprobación de Trump excede de su índice de aprobación y en cambio las encuestas le dan como ganador (en el caso de Montana y Alaska, con cierta comodidad).

Se trata en casi todos los casos de márgenes muy estrechos (49 a 49 con el último decimal en contra de Trump, 48 a 49, 48 a 50), pero en el caso de Iowa la diferencia es 46 a 51, que ya empieza a ser relevante.

En principio, y mientras se demuestre lo contrario, las encuestas de intención de voto son nuestro punto de referencia, pero al menos en estos cinco Estados merece la pena seguir con interés el escrutinio esta noche, porque la impopularidad de Trump puede dar alguna sorpresa aquí.

sábado, 10 de octubre de 2020

Las otras elecciones: el Senado

Estados Unidos, al igual que muchas democracias, tiene un sistema legislativo bicameral, compuesto en primer lugar por lo que ellos llaman la "House of Representatives" (técnicamente, la "Cámara de Representantes", aunque nosotros solemos traducirlo como "Congreso") y luego el Senado. Cada Estado federal, por su parte, tiene también su Congreso y su Senado (excepto Nebraska, que es unicameral).

En este comentario nos vamos a centrar en las elecciones al Senado federal. El Senado de Estados Unidos se compone de 100 miembros (dos por cada Estado, independientemente de la población de los mismos, lo que hace que California, con sus más de 39 millones de habitantes, y Wyoming, con poco más de 500.000, tengan el mismo peso en el Senado).

En estos momentos la composición del Senado es la siguiente:

- 53 republicanos.
- 45 demócratas.
- 2 independientes (Bernie Sanders, senador socialista de Vermont y Angus King, senador por Maine) que forman parte del caucus (grupo parlamentario) demócrata.

Cada Senador ejerce su mandato durante seis años, y puede ser reelegido cuantas veces quiera. Ahora bien, no todos los Senadores son reelegidos en una misma elección. El Senado se renueva por tercios cada dos años, y en esta ocasión se renuevan 33 escaños.

Además, hay 2 elecciones especiales, motivadas por la retirada o el fallecimiento prematuro de otros Senadores, en Arizona y en Georgia, para mandatos de 2 años.

Adjunto un mapa que muestra qué escaños y en qué Estados se renuevan este año:





En el mapa hay cinco colores distintos:

- En los Estados en gris no hay elecciones al Senado.

- En los Estados en rojo claro hay un Senador republicano que se presenta a la reelección.

- En los Estados en azul claro hay un Senador demócrata que se presenta a la reelección.

- En los Estados en rojo oscuro el Senador republicano que ocupaba hasta ahora el asiento se ha retirado, creando lo que se llama un "open seat".

- En los Estados en azul oscuro el Senador demócrata que ocupaba hasta ahora el asiento se ha retirado.

De los 35 escaños que se renuevan, 23 están defendidos por republicanos y 12 por demócratas. Sin embargo, esto no es tan malo para los republicanos como suena, porque 21 de los 23 escaños están localizados en escaños que ganó Trump en 2016, mientras que 1 de los 12 escaños demócratas está en Alabama, un Estado extremadamente republicano.

Dicho esto, el consenso de las encuestas y los politólogos muestra que los demócratas están ligeramente mas cerca de alcanzar una mayoría que los republicanos en estos momentos, aunque la situación está disputadísima: 49 escaños demócratas, 48 republicanos, y 3 "toss-ups" (absolutamente en disputa).


En líneas generales, hay consenso en que los republicanos recuperarán Alabama, que perdieron en 2017 porque nominaron a un pedófilo como candidato, y también parece claro que Arizona, Colorado y Maine van a pasar a la columna demócrata (los dos últimos son Estados que ya votaron por Clinton en 2016, y los candidatos republicanos  están por debajo en las encuestas, en algunos casos con mucho margen- incluida Susan Collins, que representa Maine desde 1996 y que vio debilitada su reputación moderada al votar a favor de la nominación de Brett Kavanaugh al Tribunal Supremo en 2018, un Magistrado muy conservador). Esto dejaría el Senado todavía en manos de los republicanos, 51-49.

Pero más allá de eso, hay varios escaños que podrían decantarse por cualquier lado: Iowa, Carolina del Norte y Montana son quizá los siguientes objetivos demócratas. Las encuestas muestran que Joe Biden lidera en Carolina del Norte y está muy cerca en Iowa, mientras que en Montana el candidato demócrata es Steve Bullock, el gobernador saliente del Estado, que puede ganar incluso si Trump gana Montana. En el debe, en Carolina del Norte se acaba de destapar, en el peor momento posible, un escándalo extramarital del candidato demócrata, que es posible que le cueste el escaño (aunque Trump ha rebajado tanto los estándares en este terreno que es posible que sobreviva).

El siguiente grupo de posibles escaños a los que podrían aspirar los demócratas serían los de Georgia (hay dos en disputa) y Carolina del Sur. Estos tres escaños sureños están en terreno más hostil para los demócratas, pero una buena noche de Biden podría acercar al menos uno o dos de los mismos al casillero demócrata (los escaños de Georgia se podrían decidir en una elección posterior, porque el 3 de noviembre, para ganar, el candidato tiene que obtener el 50% + 1 de los votos).

Por último, hay un tercer grupo de escaños en los que los favoritos son todavía los republicanos, pero que en una buena noche demócrata podrían acabar en sorpresa: Texas, Kansas y Alaska. En todos ellos hay buenos candidatos, con dinero suficiente para disputar sus Estados, aunque, especialmente en Kansas y Alaska, parece dudoso que Biden se acerque lo suficiente en el resultado electoral para arrastrar a sus candidatos hasta la línea de llegada.

En suma: cualquier resultado entre los 50 y los 55 escaños para los demócratas sería perfectamente plausible, y no es descartable, debido al escándalo en Carolina del Norte, que se queden cortos y no lleguen a los 50. Esto sería catastrófico para el Partido Demócrata, porque, además de bloquear cualquier iniciativa legislativa, los republicanos podrían bloquear todos los nombramientos judiciales y el nombramiento de los miembros del Gabinete de Biden (en caso de empate a 50, el Vicepresidente deshace los empates).

Las otras elecciones: el Congreso

Además de las elecciones presidenciales, a nivel federal se renueva cada dos años la Cámara de Representantes, compuesta de 435 miembros, cuya función principal es precisamente la redacción y aprobación de legislación.

Tras las elecciones de medio mandato, los demócratas tienen una mayoría de 234 a 201 sobre los republicanos. Se trata, como se puede ver, en el mapa adjunto, de una mayoría basada sobre todo en distritos urbanos y suburbanos (los únicos distritos rurales de gran tamaño que mantienen los demócratas son aquellos en los que las minorías negras o hispanas son mayoritarias, y algún distrito en el Norte muy ancestralmente demócrata).


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Pese a lo que pueda parecer, se trata de una mayoría frágil, porque hay sólo 3 congresistas republicanos en distritos que votaron por Hillary Clinton, mientras que hay 31 congresistas demócratas en distritos que votaron por Trump en 2016, lo que, en un escenario desfavorable para los demócratas, expondría a muchos de ellos a la derrota. Lo que ocurre es que la ventaja de Biden en las encuestas les otorga un colchón importante y hará que la inmensa mayoría de ellos revaliden su escaño.

No hay que ir muy hacia atrás para comprobar qué ocurrió en una situación semejante: en 2010 los demócratas tenían una mayoría de 257 a 178, y a raíz del resultado de las elecciones de medio mandato de ese año los republicanos pasaron a dominar el Congreso por 242 a 193). Además, los demócratas sufrieron pérdidas devastadoras en las elecciones a Congresos y Senados estatales, justo en el peor momento posible, porque cada diez años toca rediseñar las fronteras de los distritos del Congreso, tarea que llevan a cabo las cámaras estatales, que en la mayoría de los casos están (todavía ahora, diez años después) en manos republicanas (concretamente, de las 99 cámaras estatales, 59 están controladas por el Partido Republicano y 40 por el demócrata. Para quien tenga curiosidad de saber por qué hay 99- Nebraska es unicameral).

Otra señal interesante de la polarización en USA: casi no hay Estados donde el Congreso y el Senado pertenezcan a partidos distintos (de hecho, sólo ocurre en Minnesota y en Alaska, y en éste último Estado, sólo porque algunos republicanos moderados forman la mayoría en el Congreso de Alaska junto a los demócratas).




Las elecciones de 2020 son, en ese sentido, especialmente importantes porque son las previas a un ciclo de rediseño electoral de los distritos electorales en el Congreso y en las Cámaras estatales.

En 2010, los republicanos, tras su gran victoria en las elecciones de medio mandato, redibujaron los distritos protegiendo a sus nuevos congresistas más que intentando ampliar su ya vasta mayoría. Curiosamente, Trump ha sido un lastre en algunos casos para esos mapas diseñados varios años antes de su Presidencia. Quizá el ejemplo más interesante de los problemas que Trump le ha generado al Partido Demócrata se está dando en los distritos suburbanos de Texas, que en 2016 estaba compuesta por 25 republicanos y sólo 11 demócratas. En 2018 los demócratas consiguieron ganar dos distritos, el 7º y el 32º, que llevaban décadas representados por republicanos, y no está fuera de lo descartable que los demócratas empaten a 18 cuando todos los votos se computen, debido, sobre todo, a que los votantes blancos moderados de los suburbios ya empezaron a girar hacia Hillary en 2016, reforzaron su giro en 2018, y todas las encuestas muestran que ese giro se va a consolidar en 2020:



Pero no sólo eso es importante los demócratas también aspiran a conseguir una mayoría en el Congreso de Texas, lo que les permitiría participar en el procedimiento de rediseño de los distritos que se llevará a cabo el año que viene. Cuantas más legislaturas estatales recuperen los demócratas en 2020 (y si Biden gana por 10 puntos, se recuperarán muchas legislaturas estatales) más posibilidades tendrán los demócratas de influir en el proceso de diseño de los distritos de manera muy significativa (en los Estados en que controlen por completo el proceso concentrarán a los republicanos en distritos rurales -y viceversa: los republicanos intentarán concentrar a los demócratas en distritos urbanos- mientras que en los Estados en los que el gobernador o alguna de las cámaras estén divididas se negociarán mapas ecuánimes o finalmente los Tribunales tendrán que decidir los mapas de los distritos). 

¿Qué predicen las encuestas y los politólogos sobre el control de la Cámara de representantes? Este mapa que acompaño le da a los demócratas 227 escaños razonablemente seguros y 183 a los republicanos, con 25 puramente en disputa ("toss-up") Si los dividimos por igual, los demócratas obtendrán 239-240 congresistas, y los republicanos 195-196, un ligero retroceso respecto a dos años atrás.



En general, hay varios distritos suburbanos republicanos que están en peligro, en algún caso por primera vez en muchos años (como hemos dicho antes hablando de Texas) y algún distrito rural demócrata (como el Séptimo de Minnesota) que, en cambio, podría caer en manos republicanas. Pero el consenso es que el Congreso seguirá en manos demócratas, con una mayoría ligeramente incrementada.

sábado, 3 de octubre de 2020

La América en disputa

Tras hablar de la "América republicana" y de la "América demócrata" (es decir, de aquellos Estados que, sin ningún género de dudas votarán por Joe Biden o por Donald Trump el 3 de noviembre), dedicaremos esta entrada a los Estados en disputa, los que decidirán la elección.

Se trata esencialmente de aquellos Estados en los que Trump batió a Hillary Clinton por menos de 10 puntos, o en lo que Hillary Clinton batió a Trump por 5 puntos o menos en 2016 (uso ese criterio porque la media de las las encuestas le da a Biden unos cinco puntos más de ventaja de los que obtuvo Hillary sobre Trump). Son 14 que suman 204 votos electorales.

La naturaleza disputada de estos 14 Estados se extiende, como es lógico, al Senado y al Congreso: de los 28 Senadores que los representan, 15 son republicanos y 13 son demócratas. De sus 178 congresistas, 100 son republicanos y 78 son demócratas. demócratas y sólo 32 son republicanos.

Como se puede ver en el mapa adjunto, los Estados están distribuidos en cuatro grupos: Estados del Medio Oeste (desde Minnesota hasta Pennsylvania), un par de Estados en Nueva Inglaterra, un trío de Estados sureños, y un trío de Estados del Sudoeste (aunque Texas también computa como Estado sureño).



Dicho esto, si acudimos a la página web de 538, probablemente el mejor agregador de encuestas en Estados Unidos, veremos que la situación en esos 14 Estados no es ni mucho menos la misma. Ordenados de mayor ventaja de Biden a mayor ventaja de Trump, esta es la media de las encuestas a día de hoy:

Maine: + 14,8 Biden
New Hampshire: + 9,5 Biden
Minnesota: + 9 Biden
Michigan: + 6,8 Biden
Wisconsin: +6,6 Biden
Pennsylvania: + 5,9 Biden
Nevada: + 5,8 Biden
Arizona: + 3,3 Biden
Florida: + 2,6 Biden
North Carolina: + 1,3 Biden
Ohio: +0,6 Biden
Georgia: + 0,5 Biden
Iowa: + 1,5 Trump
Texas: + 2,5 Trump

Como se puede ver a través de las encuestas:

1) Los dos Estados de Nueva Inglaterra (Maine y New Hampshire) parece que se decantarán por Biden (la única duda es el segundo distrito de Maine, en el que Trump ganó por 10 puntos en 2016 y que probablemente acabe siendo un voto electoral muy disputado- Maine es uno de los dos únicos Estados, junto con Nebraska, que no otorgan sus votos al ganador de las elecciones en el Estado, sino que los otorgan también al candidato ganador a cada uno de los distritos al Congreso)

2) Un grupo de cuatro Estados del Medio Oeste (y Nevada) parece que también se decantarán por Biden. De esos cinco Estados, Minnesota y Nevada votaron demócrata por poco en 2016 y los otros tres (Wisconsin, Michigan y Pennsylvania) fueron precisamente la causa de la victoria de Trump- en los tres Trump ganó por menos de un punto (es justo decir que los márgenes de las encuestas en esos Estados el día de las elecciones de 2016 no eran muy distintos del margen que le dan hoy a Biden, aunque también es preciso recordar que la ventaja de Biden a nivel nacional es superior y más regular y sostenida en el tiempo que la que nunca tuvo Hillary).

A estos hay que añadir el segundo distrito de Nebraska, que es uno de los distritos electorales de mayor nivel educativo de Estados Unidos, algo que suele ser indicativo de voto demócrata.

3) El tercer grupo de Estados incluye un Estado del Sudoeste, Arizona, que ha girado a los demócratas de manera muy llamativa en los últimos cuatro años (particularmente gracias a sus jubilados blancos, que miran con simpatía a un candidato demócrata de 78 años), y dos Estados sureños (Carolina del Norte y Florida) en los que Trump ganó hace cuatro años y que por sus características demográficas, siempre suelen estar disputados (Carolina del Norte es una mezcla de votantes negros demócratas, votantes blancos con estudios básicos blancos, y recientemente, algunos votantes blancos con estudios que se están agrupando en torno a los polos tecnológicos de Raleigh y Durham. Florida es una combinación de los dos primeros grupos de Carolina del Norte, más muchos jubilados que habitualmente votan republicano pero a los que Biden está logrando seducir, así como una comunidad hispana complejísima: cubanos anticastristas que tienden a votar republicano y puertorriqueños y dominicanos que tienden a votar demócrata).

4) Por último, encontramos cuatro Estados en los que Biden y Trump se disputan el liderazgo en las encuestas: dos Estados del Medio Oeste, Iowa y Ohio, más blancos que los otros Estados de la región, con votantes con pocos estudios universitarios, que giraron drásticamente contra los demócratas en 2016 tras apoyar a Obama en las dos elecciones anteriores, pero que ahora parecen más desencantados con Trump y dos Estados sureños, Georgia y Texas, en los que las mismas tendencias que comentábamos en Carolina del Norte se están produciendo (es decir, un influjo de votantes blancos con estudios procedentes del Norte y de California que están haciendo más demócratas a ambos Estados.

Si aplicamos la media de las encuestas que hemos expuesto antes a los Estados en disputa, éste es el mapa que nos queda a día de hoy: 369 votos electorales a favor de Biden, 169 a favor de Trump:



Dicho esto, muchos de los Estados están muy cerca y son perfectamente susceptibles a un pequeño error en las encuestas por lo que, en puridad, es difícil asignar con cierta certidumbre más allá de 279 votos electorales a Biden:




La América demócrata

Continuando con nuestra serie sobre las elecciones norteamericanas, en esta entrada vamos a hablar de la "América demócrata", es decir, de aquellos Estados que, sin ningún género de dudas votarán por Joe Biden (una vez más, si el COVID-19 no lo impide) el 3 de noviembre.

El criterio empleado para deslindar unos Estados de otros es, esencialmente, aquellos Estados en los que Hillary Clinton batió a Trump por 5 puntos o más en 2016 (uso ese criterio porque la media de las las encuestas le da a Biden unos cinco puntos más de ventaja de los que obtuvo Hillary sobre Trump). Son 16 Estados (y el Distrito de Columbia), que suman 209 votos electorales.

La naturaleza demócrata de estos 16 Estados va, al igual que indicábamos en la entrada anterior, mucho más allá de las presidenciales: de los 32 Senadores que les representan, 31 son demócratas y sólo 1 es republicano (Cory Gardner en Colorado, que casi con toda seguridad perderá su escaño el 3 de noviembre). De sus 177 congresistas, 145 son demócratas y sólo 32 son republicanos. Estos Estados son, en suma, la columna vertebral del Partido Demócrata.

Como se puede ver en el mapa adjunto, se trata, sobre todo, de Estados de la Costa Oeste y del eje que va desde Boston a la capital, Washington.



¿Qué tienen en común estos Estados? Son Estados, en general, con algunas de las grandes ciudades americanas: Nueva York, Boston, Washington, D.C. Chicago, Los Ángeles, San Francisco, y en muchos casos, con fuertes minorías étnicas (de hecho, en Estados como California, Hawaii o Nuevo México, los blancos son minoría) 

Tal y como señalábamos en nuestra entrada sobre los Estados republicanos, el factor crítico en estos Estados que los decanta hacia el Partido Demócrata parece ser, antes que cualquier otro, el nivel educativo de sus ciudadanos blancos, unido al porcentaje de minorías étnicas en el Estado en cuestión. Obsérvese cuantos de los Estados (los marcamos en amarillo) se sitúan en la parte alta de la tabla de estudios universitarios (los datos se extraen de:

https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_U.S._states_and_territories_by_educational_attainment)

Aquí la tabla ordenada por Estados con personas con el grado máximo de estudios universitarios americanos (Advanced Degree):

District of Columbia90.3%1856.6%132.8%1
 Massachusetts90.3%1942.1%218.7%2
 Maryland89.8%2539.0%418.0%3
 Connecticut90.2%2238.4%517.0%4
 Virginia89.0%3037.6%716.1%5
New York (state) New York86.1%4135.3%1015.4%6
 Vermont92.3%736.8%815.0%7
 New Jersey89.2%2938.1%614.7%8
 Colorado91.1%1439.4%314.6%9
 New Hampshire92.8%236.0%913.8%10
 Rhode Island87.3%3533.0%1413.1%11
 Illinois88.6%3133.4%1313.0%12
 Delaware89.3%2731.0%2012.9%13
Washington (state) Washington90.8%1634.5%1212.7%14
 California82.5%5132.6%1512.2%15
 Oregon90.2%2332.3%1812.2%16
 Minnesota92.8%334.8%1111.8%18
 United States87.3%30.9%11.8%
 Pennsylvania89.9%2430.1%2411.8%19
 New Mexico85.0%4726.9%3911.8%17
 Kansas90.5%1732.3%1711.7%20
Georgia (U.S. state) Georgia86.3%4029.9%2511.4%21
 Utah91.8%1032.5%1611.0%23
 Michigan90.2%2128.1%3411.0%22
 Maine92.1%830.3%2310.9%24
 Hawaii91.6%1232.0%1910.8%25
 Arizona86.5%3928.4%3210.7%27
 Missouri89.2%2828.2%3310.7%26
 North Carolina86.9%3629.9%2610.6%28
 Alaska92.4%529.0%2810.4%29
 Florida87.6%3328.5%3110.3%30
 Nebraska90.9%1530.6%2210.2%31
 Ohio89.8%2627.2%3710.2%32
 Montana93.0%130.7%2110.1%33
 Wisconsin91.7%1129.0%279.9%35
 Texas82.8%5028.7%309.9%34
 South Carolina86.5%3727.0%389.8%36
 Tennessee86.5%3826.1%429.6%37
 Kentucky85.2%4623.2%499.6%38
 Wyoming92.8%426.7%419.3%39
 Indiana88.3%3225.3%439.2%40
 Alabama85.3%4524.5%469.1%41
 Iowa91.8%927.7%369.0%42
 Idaho90.2%2026.8%408.5%43
 South Dakota91.4%1327.8%358.3%45
 Oklahoma87.5%3424.8%458.3%44
 Nevada85.8%4323.7%478.1%47
 Louisiana84.3%4823.4%488.1%46
 Mississippi83.4%4921.3%518.0%48
 Arkansas85.6%4422.0%507.9%50
 West Virginia85.9%4219.9%547.9%49
 North Dakota92.3%628.9%297.8%51

Aquí la tabla ordenada por Estados con personas con el grado siguiente de estudios universitarios americanos (Bachelor's Degree):

 District of Columbia90.3%1856.6%132.8%1
 Massachusetts90.3%1942.1%218.7%2
 Colorado91.1%1439.4%314.6%9
 Maryland89.8%2539.0%418.0%3
 Connecticut90.2%2238.4%517.0%4
 New Jersey89.2%2938.1%614.7%8
 Virginia89.0%3037.6%716.1%5
 Vermont92.3%736.8%815.0%7
 New Hampshire92.8%236.0%913.8%10
New York (state) New York86.1%4135.3%1015.4%6
 Minnesota92.8%334.8%1111.8%18
Washington (state) Washington90.8%1634.5%1212.7%14
 Illinois88.6%3133.4%1313.0%12
 Rhode Island87.3%3533.0%1413.1%11
 California82.5%5132.6%1512.2%15
 Utah91.8%1032.5%1611.0%23
 Kansas90.5%1732.3%1711.7%20
 Oregon90.2%2332.3%1812.2%16
 Hawaii91.6%1232.0%1910.8%25
 Delaware89.3%2731.0%2012.9%13
 Montana93.0%130.7%2110.1%33
 Nebraska90.9%1530.6%2210.2%31
 Maine92.1%830.3%2310.9%24
 Pennsylvania89.9%2430.1%2411.8%19
Georgia (U.S. state) Georgia86.3%4029.9%2511.4%21
 North Carolina86.9%3629.9%2610.6%28
 Wisconsin91.7%1129.0%279.9%35
 Alaska92.4%529.0%2810.4%29
 North Dakota92.3%628.9%297.8%51
 Texas82.8%5028.7%309.9%34
 Florida87.6%3328.5%3110.3%30
 Arizona86.5%3928.4%3210.7%27
 Missouri89.2%2828.2%3310.7%26
 Michigan90.2%2128.1%3411.0%22
 South Dakota91.4%1327.8%358.3%45
 Iowa91.8%927.7%369.0%42
 Ohio89.8%2627.2%3710.2%32
 South Carolina86.5%3727.0%389.8%36
 New Mexico85.0%4726.9%3911.8%17
 Idaho90.2%2026.8%408.5%43
 Wyoming92.8%426.7%419.3%39
 Tennessee86.5%3826.1%429.6%37
 Indiana88.3%3225.3%439.2%40
 Puerto Rico74.7%5524.9%447.1%53
 Oklahoma87.5%3424.8%458.3%44
 Alabama85.3%4524.5%469.1%41
 Nevada85.8%4323.7%478.1%47
 Louisiana84.3%4823.4%488.1%46
 Kentucky85.2%4623.2%499.6%38
 Arkansas85.6%4422.0%507.9%50
 Mississippi83.4%4921.3%518.0%48
 Guam79.4%5420.4%525.2%54
 Northern Mariana Islands82.4%5220.2%533.7%55
 West Virginia85.9%4219.9%547.9%49
Como se puede ver, los cambios no son sustanciales: los Estados más demócratas tienden a coincidir con los Estados con mayores porcentajes de población con Estudios universitarios (o, en su defecto, con Estados con porcentajes elevadísimos de minorías étnicas, como Nuevo México o Hawaii).