El martes 8 se celebraron primarias demócratas en Michigan y Mississipi. En ambos Estados las encuestas daban como vencedora a Hillary Clinton, de manera arrolladora en el Estado sureño y de manera cómoda (veintiún puntos) en Michigan. Pues bien, los resultados fueron los siguientes:
- Mississipi: Clinton 82,6, Sanders 16,5: al igual que en el resto de Estados del Sur profundo, el voto negro salió en masa a apoyar a Hillary Clinton y le dio un triunfo aplastante.
- Michigan: Sanders: 49,8, Clinton 48,3: la pifia de las encuestas en Michigan se pareció a esto (ir al minuto 03:35):
Hay que remontarse a 1984 para encontrar un error tan monumental de las encuestas (primarias de New Hampshire, Mondale es arrollado por Gary Hart cuando las encuestas le daban una gran ventaja).
¿Qué ocurrió en Michigan? Esencialmente cuatro fenómenos distintos, de mayor a menor importancia:
1) Michigan es un Estado muy bueno para Bernie Sanders: muy castigado por la deslocalización empresarial desde hace varias décadas, el mensaje de Sanders contra los tratados de libre comercio (el NAFTA en los noventa, el acuerdo Transpacífico ahora) cala enormemente entre la gente.
2) Michigan permite votar a republicanos y especialmente a independientes en las primarias demócratas. Estos últimos fueron el 27% del electorado y apoyaron a Sanders con más del 70% de los votos, según la encuesta de salida de CNN.
3) El votante negro, además de ser muy inferior en número al voto negro en el Sur (un 21% en las primarias en Michigan, un 60% en las de Mississippi) aunque votó todavía con mucha claridad a Hillary, no lo hizo con los márgenes abrumadores del Sur (85-90%) sino con un bastante inferior 68%.
4) Quizá hubo un pequeño punto de autocomplacencia entre los votantes de Hillary, que en algún caso se abstuvieron o incluso se pasaron en pequeños números a las primarias republicanas.
Hillary sólo ganó en Detroit y su conurbación. Sanders ganó abrumadoramente en las ciudades universitarias (Ann Arbor, Lansing) y en todo el Michigan rural.
Aunque la prensa reaccionó con el pánico habitual cada vez que Hillary sufre una derrota, lo cierto es que el día no fue en modo alguno malo para Hillary Clinton, que incrementó su ventaja en votos y delegados. Con los resultados del pasado martes, el mapa de las primarias demócratas queda así:
El número de delegados que se precisan para ganar las primarias demócratas son 2.382. Así es como va el reparto a día de hoy, según RealClearPolitics:
Hillary Clinton: 1231 (748 delegados, 465 superdelegados), 4.940.095 votos
Bernie Sanders: 576 (542 delegados, 25 superdelegados), 3.290.824 votos
Este martes se celebra el "segundo Supermartes", porque aunque sólo votan cinco Estados se trata de Estados de mucho peso: Florida, Illinois, Ohio, Carolina del Norte, Missouri.
Hillary Clinton es favorita en Florida y Carolina del Norte. En el primer Estado, que además es el más importante de la noche, hay una potente combinación de negros sureños, hispanos y blancos moderados que debería aupar con rotundidad a Hillary a la victoria. En el segundo Estado, faltan los hispanos, pero el número de votantes negros será muy elevado.
En los otros tres Estados, los resultados son menos predecibles: tanto Illinois como Ohio tienen un perfil parecido a Michigan (Estados industriales castigados por la globalización, con un número significativo aunque no mayoritario de minorías). Aquí Hillary es ligerísimamente favorita, aunque probablemente con un margen no superior a diez puntos.
Missouri es un Estado más complicado: híbrido entre el Sur y el Medio Oeste, apenas tenemos encuestas, pero los Estados que le rodean han tendido a votar a Sanders (¿hubiera votado Arkansas a Clinton de no ser la mujer de Bill?) por lo que uno diría que éste es ligeramente favorito (tampoco más de diez puntos de ventaja, no nos engañemos).
Clinton saldrá de la noche con una ventaja en votos y delegados todavía más fuerte que la que ostenta ahora, pero es probable que si Sanders gana uno o dos Estados continúe en la pelea, entre otras cosas porque el calendario durante el mes siguiente hasta las primarias de Nueva York le es favorable (Estados del Oeste, Wisconsin con sus universitarios) y quiere hacer sufrir a Hillary y obligarla a mantenerse a la izquierda cuanto sea necesario.
En cualquier caso, aunque sé que soy un pelmazo reiterativo, Hillary va a ganar, y con bastante autoridad. El calendario que queda tras el martes, aunque ya habrá dejado atrás a la mayoría de Estados con población negra más significativa, todavía incluye a cinco de los diez Estados con más población hispana, incluidos los dos premios más gordos que quedarán: California y Nueva York. Con esto le debería bastar para batir a Sanders más o menos con el 60% de los votos.
En los otros tres Estados, los resultados son menos predecibles: tanto Illinois como Ohio tienen un perfil parecido a Michigan (Estados industriales castigados por la globalización, con un número significativo aunque no mayoritario de minorías). Aquí Hillary es ligerísimamente favorita, aunque probablemente con un margen no superior a diez puntos.
Missouri es un Estado más complicado: híbrido entre el Sur y el Medio Oeste, apenas tenemos encuestas, pero los Estados que le rodean han tendido a votar a Sanders (¿hubiera votado Arkansas a Clinton de no ser la mujer de Bill?) por lo que uno diría que éste es ligeramente favorito (tampoco más de diez puntos de ventaja, no nos engañemos).
Clinton saldrá de la noche con una ventaja en votos y delegados todavía más fuerte que la que ostenta ahora, pero es probable que si Sanders gana uno o dos Estados continúe en la pelea, entre otras cosas porque el calendario durante el mes siguiente hasta las primarias de Nueva York le es favorable (Estados del Oeste, Wisconsin con sus universitarios) y quiere hacer sufrir a Hillary y obligarla a mantenerse a la izquierda cuanto sea necesario.
En cualquier caso, aunque sé que soy un pelmazo reiterativo, Hillary va a ganar, y con bastante autoridad. El calendario que queda tras el martes, aunque ya habrá dejado atrás a la mayoría de Estados con población negra más significativa, todavía incluye a cinco de los diez Estados con más población hispana, incluidos los dos premios más gordos que quedarán: California y Nueva York. Con esto le debería bastar para batir a Sanders más o menos con el 60% de los votos.
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