Con la retirada hoy de John Edwards, la carrera por la nominación demócrata ha quedado finalmente reducida a dos personas: Hillary Clinton y Barack Obama. Era la consecuencia inevitable de los resultados en los caucuses de Nevada el pasado día 19 y en las primarias de Carolina del Sur del pasado día 26.
Estos fueron los resultados:
Caucuses de Nevada:
Hillary Clinton- 50.77%
Barack Obama- 45.12%
John Edwards- 3.74%
Primarias en Carolina del Sur:
Barack Obama- 55.44%
Hillary Clinton- 26.52%
John Edwards- 17.57%
1) Hillary Clinton: La victoria en Nevada fue un éxito, y ratificó la condición de favorita de Hillary. Además, demostró que el voto hispano, muy importante en Nevada, se decanta hacía ella en una proporción de más del 60%. Eso puede resultar decisivo el próximo Martes, cuando votan numerosos Estados con un importante número de hispanos. Por lo demás, Hillary ganó, si no de manera apabullante, sí con cierta holgura.
Cuestión distinta fue el resultado de Carolina del Sur, que no cabe duda que fue un tanto pobre. En especial hay que destacar dos cosas: el voto negro por Hillary no pasó del 17% (y eso es flojo), y el voto blanco se decantó antes por Edwards que por ella. En cualquier caso, Hillary, con su coalición de votantes de pocos ingresos, mujeres, hispanos y personas de edad, es la favorita para la victoria.
La táctica de Hillary de hacer de Obama el "candidato negro" tiene sus riesgos: ha solidificado el apoyo negro a favor de Obama, y no estoy tan seguro de que haya alienado al electorado blanco. Observad que en los últimos días Bill está notablemente más callado que antes de Carolina del Sur (la impresión general es que sus comentarios despectivos hacia Obama le hacen más mal que bien a Hillary).
Un dato más: en Nevada hay un 6% de negros y un 19% de hispanos. Pues bien, en los caucuses, los negros y los hispanos representaban el 15% de los votantes (es decir, que fue a votar un porcentaje muchísimo más elevado de negros que de hispanos). No bastó para la victoria, pero es un dato a tener en cuenta: los negros van a votar masivamente por su candidato.
2) Barack Obama: la derrota de Nevada fue la segunda decepción, tras el fiasco de New Hampshire. Por una parte, el 45% es un resultado sólido, y demuestra que está cerca de Clinton (al menos en los Estados en los que tiene tiempo para hacer campaña). Por otra parte, el hecho evidente es que en un Estado con fuerte componente hispano, Obama tiene las de perder, y de aquí a una semana se la juega en California (¡con un 32% de hispanos!).
Su victoria en Carolina del Sur era imprescindible si quería mantener sus aspiraciones. Además, con un 55% y casi 29 puntos de ventaja sobre Clinton, fue una victoria muy contundente. El voto negro fue masivamente (un 81%) por él, y también consiguió un respetable 25% del voto blanco. El único problema para Obama es que la composición étnica de Carolina del Sur se repite en pocos Estados. Por otra parte, Obama tiene que mejorar sus porcentajes de voto blanco (es curioso que en Iowa y en New Hampshire, donde no hay apenas negros, Obama obtuviera el 37% de los votos blancos, y en Carolina del Sur, en cambio, se quedara con un 25%).
3) John Edwards: su resultado en Nevada fue un tanto engañoso (pensad que, al tratarse de un caucus, había que cumplir la regla de viabilidad del 15%, al que Edwards no llegó en muchos precintos- su voto real debía estar en torno al 8%). En cualquier caso, fue un resultado muy malo (y muy inferior al previsto en las encuestas).
Pero el golpe final fue Carolina del Sur: hace cuatro años fue el único Estado en el que batió a Kerry. Y otra cosa más: es su Estado natal. Quedar tercero, sin llegar siquiera al 18%, dejaba claro que Edwards no tenía futuro, ni siquiera para intentar conseguir forzar el desempate entre Clinton y Obama (para conseguir delegados necesitas sacar el 15% en el Estado; si Edwards no llegaba ni al 18% en su Estado natal; ¿qué iba a hacer en los Estados siguientes?
¿Y ahora qué?- La retirada de Edwards, por supuesto, altera todas las predicciones, porque ¿adónde irán sus votantes? Vosotros conocéis mi teoría: el votante de Edwards dividía el voto blanco demócrata y el voto centrista/conservador demócrata entre él y Clinton. Lo lógico es que sus votantes vayan en su mayoría a Clinton.
He leído una teoría alternativa, que defiende la tesis de que si a estas alturas todavía estabas apoyando a Edwards y no a Clinton, una vez retirado Edwards te irás a apoyar al candidato "que no sea Clinton", es decir, a Obama.
Ambas teorías son respetables, aunque mi opinión es que el votante medio de Edwards (que es blanco), se decantará en última instancia por Clinton y no por Obama (aunque en Nevada parece evidente que Hillary y Obama se repartieron de manera bastante equitativa los votos de Edwards en los precintos que no eran viables).
La favorita, insisto, es Clinton, a pesar de que el establishment demócrata cada vez parece más encandilado con Obama (no deja de ser importante que Ted Kennedy, el Senador de Massachusetts, y Caroline Kennedy, la hija de JFK, se hayan decantado por él).
Ted merece un comentario aparte: en su condición de jefe del clan Kennedy, y senador desde 1962, le da apoyo a Obama en varios terrenos en los que Obama flojea: católicos (¡es un Kennedy!), personas mayores (tiene 75 años) hispanos (es uno de los grandes garantes de la legislación pro-inmigración en el Congreso). Ahora bien, tampoco veo yo que alguien vaya a cambiar de idea porque se lo diga Ted Kennedy (aunque sería interesante ver las encuestas de Massachusetts en los próximos días).
Pero la favorita, insisto una vez más, es Clinton. Le apoyan los grupos de votantes más fiables dentro del Partido Demócrata (mujeres, pobres y viejos), y las encuestas del Supermartes le dan ventaja, hasta ahora, en 19 de los 22 Estados (aunque muchas de las encuestas son muy antiguas y esta semana seguro que habrá una avalancha de encuestas que nos permitirán reevaluar la situación).
Una última cosa: ayer hubo primarias demócratas en Florida. En principio, carecían de valor, porque al fijarlas antes del Supermartes, el Comite Nacional Demócrata castigó al Estado reduciendo a 0 el número de delegados. Además, los candidatos no hicieron campaña.
Pero como orientación, los resultados pueden ser interesantes:
Hillary Clinton- 49.68%
Barack Obama- 33.00%
John Edwards- 14.40%
Observad que Clinton, si Obama no hace campaña, gana por defecto, y que ni siquiera sumando todos los votos de Edwards a Obama, éste consigue batir a Clinton. No digo que esto sea representativo del Supermartes (a fin de cuentas, Obama va a hacer campaña en casi todos los 22 Estados), pero es evidente que Clinton parte con ventaja.
De todos modos, lo del Supermartes es tan complicado que este fin de semana os enviaré un correo para intentar desbrozar la maraña.
Estos fueron los resultados:
Caucuses de Nevada:
Hillary Clinton- 50.77%
Barack Obama- 45.12%
John Edwards- 3.74%
Primarias en Carolina del Sur:
Barack Obama- 55.44%
Hillary Clinton- 26.52%
John Edwards- 17.57%
1) Hillary Clinton: La victoria en Nevada fue un éxito, y ratificó la condición de favorita de Hillary. Además, demostró que el voto hispano, muy importante en Nevada, se decanta hacía ella en una proporción de más del 60%. Eso puede resultar decisivo el próximo Martes, cuando votan numerosos Estados con un importante número de hispanos. Por lo demás, Hillary ganó, si no de manera apabullante, sí con cierta holgura.
Cuestión distinta fue el resultado de Carolina del Sur, que no cabe duda que fue un tanto pobre. En especial hay que destacar dos cosas: el voto negro por Hillary no pasó del 17% (y eso es flojo), y el voto blanco se decantó antes por Edwards que por ella. En cualquier caso, Hillary, con su coalición de votantes de pocos ingresos, mujeres, hispanos y personas de edad, es la favorita para la victoria.
La táctica de Hillary de hacer de Obama el "candidato negro" tiene sus riesgos: ha solidificado el apoyo negro a favor de Obama, y no estoy tan seguro de que haya alienado al electorado blanco. Observad que en los últimos días Bill está notablemente más callado que antes de Carolina del Sur (la impresión general es que sus comentarios despectivos hacia Obama le hacen más mal que bien a Hillary).
Un dato más: en Nevada hay un 6% de negros y un 19% de hispanos. Pues bien, en los caucuses, los negros y los hispanos representaban el 15% de los votantes (es decir, que fue a votar un porcentaje muchísimo más elevado de negros que de hispanos). No bastó para la victoria, pero es un dato a tener en cuenta: los negros van a votar masivamente por su candidato.
2) Barack Obama: la derrota de Nevada fue la segunda decepción, tras el fiasco de New Hampshire. Por una parte, el 45% es un resultado sólido, y demuestra que está cerca de Clinton (al menos en los Estados en los que tiene tiempo para hacer campaña). Por otra parte, el hecho evidente es que en un Estado con fuerte componente hispano, Obama tiene las de perder, y de aquí a una semana se la juega en California (¡con un 32% de hispanos!).
Su victoria en Carolina del Sur era imprescindible si quería mantener sus aspiraciones. Además, con un 55% y casi 29 puntos de ventaja sobre Clinton, fue una victoria muy contundente. El voto negro fue masivamente (un 81%) por él, y también consiguió un respetable 25% del voto blanco. El único problema para Obama es que la composición étnica de Carolina del Sur se repite en pocos Estados. Por otra parte, Obama tiene que mejorar sus porcentajes de voto blanco (es curioso que en Iowa y en New Hampshire, donde no hay apenas negros, Obama obtuviera el 37% de los votos blancos, y en Carolina del Sur, en cambio, se quedara con un 25%).
3) John Edwards: su resultado en Nevada fue un tanto engañoso (pensad que, al tratarse de un caucus, había que cumplir la regla de viabilidad del 15%, al que Edwards no llegó en muchos precintos- su voto real debía estar en torno al 8%). En cualquier caso, fue un resultado muy malo (y muy inferior al previsto en las encuestas).
Pero el golpe final fue Carolina del Sur: hace cuatro años fue el único Estado en el que batió a Kerry. Y otra cosa más: es su Estado natal. Quedar tercero, sin llegar siquiera al 18%, dejaba claro que Edwards no tenía futuro, ni siquiera para intentar conseguir forzar el desempate entre Clinton y Obama (para conseguir delegados necesitas sacar el 15% en el Estado; si Edwards no llegaba ni al 18% en su Estado natal; ¿qué iba a hacer en los Estados siguientes?
¿Y ahora qué?- La retirada de Edwards, por supuesto, altera todas las predicciones, porque ¿adónde irán sus votantes? Vosotros conocéis mi teoría: el votante de Edwards dividía el voto blanco demócrata y el voto centrista/conservador demócrata entre él y Clinton. Lo lógico es que sus votantes vayan en su mayoría a Clinton.
He leído una teoría alternativa, que defiende la tesis de que si a estas alturas todavía estabas apoyando a Edwards y no a Clinton, una vez retirado Edwards te irás a apoyar al candidato "que no sea Clinton", es decir, a Obama.
Ambas teorías son respetables, aunque mi opinión es que el votante medio de Edwards (que es blanco), se decantará en última instancia por Clinton y no por Obama (aunque en Nevada parece evidente que Hillary y Obama se repartieron de manera bastante equitativa los votos de Edwards en los precintos que no eran viables).
La favorita, insisto, es Clinton, a pesar de que el establishment demócrata cada vez parece más encandilado con Obama (no deja de ser importante que Ted Kennedy, el Senador de Massachusetts, y Caroline Kennedy, la hija de JFK, se hayan decantado por él).
Ted merece un comentario aparte: en su condición de jefe del clan Kennedy, y senador desde 1962, le da apoyo a Obama en varios terrenos en los que Obama flojea: católicos (¡es un Kennedy!), personas mayores (tiene 75 años) hispanos (es uno de los grandes garantes de la legislación pro-inmigración en el Congreso). Ahora bien, tampoco veo yo que alguien vaya a cambiar de idea porque se lo diga Ted Kennedy (aunque sería interesante ver las encuestas de Massachusetts en los próximos días).
Pero la favorita, insisto una vez más, es Clinton. Le apoyan los grupos de votantes más fiables dentro del Partido Demócrata (mujeres, pobres y viejos), y las encuestas del Supermartes le dan ventaja, hasta ahora, en 19 de los 22 Estados (aunque muchas de las encuestas son muy antiguas y esta semana seguro que habrá una avalancha de encuestas que nos permitirán reevaluar la situación).
Una última cosa: ayer hubo primarias demócratas en Florida. En principio, carecían de valor, porque al fijarlas antes del Supermartes, el Comite Nacional Demócrata castigó al Estado reduciendo a 0 el número de delegados. Además, los candidatos no hicieron campaña.
Pero como orientación, los resultados pueden ser interesantes:
Hillary Clinton- 49.68%
Barack Obama- 33.00%
John Edwards- 14.40%
Observad que Clinton, si Obama no hace campaña, gana por defecto, y que ni siquiera sumando todos los votos de Edwards a Obama, éste consigue batir a Clinton. No digo que esto sea representativo del Supermartes (a fin de cuentas, Obama va a hacer campaña en casi todos los 22 Estados), pero es evidente que Clinton parte con ventaja.
De todos modos, lo del Supermartes es tan complicado que este fin de semana os enviaré un correo para intentar desbrozar la maraña.