sábado, 26 de septiembre de 2015

Las encuestas de las catalanas están (probablemente) equivocadas

Vaya por delante que siento el mayor de los respetos por los encuestadores profesionales. Se trata de un trabajo realmente difícil de hacer bien en estos tiempos, por dos problemas importantes: el descenso de la tasa de respuesta (la gente simplemente responde mucho menos al teléfono que antes) y por la dificultad del muestreo entre la cada vez mayor masa de población que ha renunciado a tener líneas fijas de teléfono y sólo usa teléfonos móviles.

Cataluña, en los últimos años, está siendo difícil de encuestar, debido a que a los dos factores anteriores se añaden otros dos: la existencia de un cierto voto oculto entre los electores de opciones no nacionalistas/ independentistas, y el hecho de que no se pueden publicar encuestas durante la última semana, lo que hace que los resultados de aquéllas sean inmunes a cualquier acontecimiento importante que ocurra en los últimos días.

En 2012 esas dificultades se pudieron observar con claridad. Si comprobamos las últimas encuestas publicadas en aquellas elecciones, se puede observar que el voto nacionalista estuvo algo sobrevalorado

Mientras que la suma real de votos de CIU, ERC, las CUP y SI supuso el 49,15%, la media de las últimas siete encuestas inmediatamente anteriores a las elecciones, en cambio, les daba el 52,70% de los votos.

EL PAÍS ha publicado hoy un buen resumen de las encuestas finales, que en siete de los nueve casos dan (en varios casos, una muy amplia) mayoría absoluta a las fuerzas independentistas (tan solo El Periódico y -particularmente- La Razón han publicado encuestas que dan un resultado inferior a la mayoría absoluta para JXS y las CUP).

Sin embargo, hurgando un poco en las encuestas a uno le asaltan serias dudas sobre las mismas:

Por ejemplo, acudamos a la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS

Proyección: 74% de participación, equivalente a 4.077.991 personas. Si aplicamos una estimación del 99% de voto válido, nos quedan 4.037.211 personas.

Aplicando los porcentajes de la encuesta a las formaciones independentistas, nos salen los siguientes resultados: 

JXSí: 41,2%: 1.663.331 votos
CUP: 8,4%: 339.126 votos

Total: 2.002.457 votos (49,6%)

Recordemos, a efectos prácticos, que la suma total del voto de CIU, ERC, CUP y SI en 2012 ascendió a 1.787.656 votos (49,15%), incluyendo a Unió, que ahora se ha cambiado de bando.

Vemos, por lo tanto, que el diferencial para las fuerzas independentistas entre los resultados de 2012 (con la importante distorsión de incluir a Unió) y los de la encuesta es de 214.801 votos más.

Ahora bien, la encuesta de Metroscopia incrementa la participación en 343.874 votos (del 67,76% del 2012 al 74% ahora). En otras palabras: el 62,47% del incremento de la participación iria a parar al bando independentista. O bien el incremento de participación se repartiría, pero el trasvase de voto desde el flanco unionista sería mucho mayor entonces. E insisto, con la incógnita de saber cuántos votos le arrebatará Unió a los independentistas.

Ahora bien, ya hemos intentado demostrar en artículos anteriores a) que el incremento de participación en unas elecciones catalanas favorece en líneas generales más a los unionistas que a los independentistas (en 2012 cada 100 nuevos votos se repartieron 41-59 a favor de los unionistas), y b) que el trasvase de votos entre un bloque y otro está muy limitado (esencialmente, los votos que saque Unió de la vieja CIU irán a los unionistas y los votos que pierda el sector independentista de IC en CSQEP en favor de JXS o las CUP irán a los independentistas).

Por lo tanto, las premisas de las que parte la encuesta de EL PAÍS parecen fallar por uno o ambos de los dos aspectos anteriores.

A mayor abundamiento, debemos recordar que el año pasado tuvimos una demostración empírica bastante importante sobre el potencial del voto independentista en la consulta del 9-N.

El voto Sí-Sí alcanzó en la consulta del 9-N un total de 1.897.724 personas.

Ahora bien, dicha cifra incluía 766.000 extranjeros con residencia en Cataluña y 134.000 menores de 16 y 17 años, la inmensa mayoría de los cuales no podrán votar el domingo.

La Vanguardia publicó un interesante artículo el 7 de septiembre que calculaba dos escenarios de reducción de ese voto, en un 5% o en un 10%, y una participación del 70%:

Con el 5% quedaban 1.802.410 votos independentistas.

Con el 10% quedaban 1.707.546 votos independentistas.

Si a esas cifras (con un 70% de participación) le añadimos ese 4% de más que propone la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS (212.228 votos) en el primer escenario el 94,35% del incremento de participación tendría que ir hacia los independentistas y en el segundo escenario íntegramente (más un fuerte pellizco de voto anteriormente unionista) para alcanzar los resultados de la encuesta.

Recordemos una vez más que en 2012 el incremento de participación se repartió 41 a 59% a favor de los unionistas, por lo que cualquiera de los dos escenarios parece muy poco plausible.

El autor de este blog ha efectuado una simulación del voto aceptando el 74% de participación que propone Metroscopia, y con las siguientes premisas:

- JXS y las CUP conservan todo su voto de 2012, menos un 20% de CIU que va a Unió y otros partidos, y adquieren el 10% del voto de IC de 2012 (las CUP se quedan asimismo un 10% del voto de ERC y el 100% de SI, pero esto no altera los movimientos intra-bloque).

- Se le otorga a los independentistas el 41% del incremento de participación, repartido del mismo modo que en las elecciones de 2012 (82% en Lleida, 80% en Girona, 47% en Tarragona, 32% en Barcelona).

En ese escenario, JXS obtiene 58 diputados, y las CUP, 9. En total 67 escaños, lejos de los 76-78 que propone Metroscopia. Evidentemente, el reparto interno del voto JXS-CUP y el juego de decimales de la Ley D' Hondt podría llegar a darle a los independentistas la ansiada mayoría absoluta, pero sería muy ajustada (probablemente ni un escaño más de los 68). Y lo que es más grave en términos de legitimidad: los partidos independentistas tendrían solamente 1.764.154 votos, el 43,70%, muy lejos del 50% y los unionistas en torno al 55% (con el matiz de que un 25-30% de CSQEP, en puridad, también es independentista. Pero eso no serían más de 150.000 votos y en torno al 3,7% adicional).

Incluso ese porcentaje de reparto del incremento del voto 41-59 entre independentistas y unionistas podría no repetirse en estas elecciones, porque a medida que progresamos en los incrementos de participación lo que aflora no son independentistas (que ya estuvieron hipermovilizados en 2012 y continúan así ahora) sino abstencionistas unionistas que no votaron en 2012 ante el debate sobre el "derecho a decidir" pero que ahora en 2015, ante la cuestión de la independencia, sí pueden movilizarse.

Lo que no tiene mucha lógica es que el tramo de incremento del voto que va del 58,78 al 67,76% se repartiera 41-59 a favor de los unionistas, y que el siguiente tramo del incremento (hasta el 72, el 74, el 76% o la cifra que finalmente se dé) se reparta de una manera radicalmente inversa.

En todo caso, veremos qué pasa este domingo, pero diría que los votos independentistas estarán más cerca del 1.800.000 que de los más de 2.000.000 votos que les tienden a dar las encuestas. Pero aquí es donde entramos ya en el terreno de la predicción, y los ciudadanos están allí para confirmarnos o desmentirnos.

Lo único claro es que vamos a una participación histórica. De hecho, y aquí ya no me baso en nada más que en el puro instinto, creo que estará más cerca del 80%. Y eso, por supuesto, arruinaría todos estos cálculos...

viernes, 25 de septiembre de 2015

El trasvase de votos en las elecciones catalanas

El segundo fenómeno importante a la hora de interpretar las elecciones catalanas (además del previsible incremento de la participación) es la cuestión de los trasvases de voto entre partidos. 

Durante muchos años, los partidos mayoritarios en Cataluña albergaron entre sus votantes a personas de distintas sensibilidades: la vieja coalición CIU contenía a muchos votantes ciertamente no independentistas e incluso en algún caso no muy (o nada) nacionalistas. Por su parte, el PSC e Iniciativa contaban en su seno con un buen número de nacionalistas catalanes e incluso independentistas (ERC, por su parte, lleva muchos años como un partido puramente independentista, y las CUP lo fueron desde que nacieron. Por su parte, el PP y Ciudadanos no contenían ya no independentistas, sino ni siquiera nacionalistas catalanes).

Ahora bien, el abandono del PSC por parte de los votantes nacionalistas-independentistas hacia ERC y la ruptura entre Convergencia y Unió han creado una creciente polarización en Cataluña. Todas las encuestas indican que el número de votantes no independentistas en la coalición Junts pel Sí y en las CUP es esencialmente marginal (en torno al 5-8%), mientras que en el PSC es inferior incluso a esa cifra y en Ciudadanos y el PP el número de partidarios de la independencia es inexistente.

El único partido que conserva una cierta transversalidad entre el foco independentista y el españolista es la coalición Catalunya Sí que es Pot, un 25% de cuyos votantes, aproximadamente, se declaran independentistas. Sin embargo entre dos tercios y el 70% de los votantes del partido no lo son (aunque sí son favorables a la celebración de un referendum).

En cuanto a Unió, debido a lo pequeño del electorado del partido no disponemos todavía de estudios claros respecto de su orientación global en el tema independentista. Sin embargo, todo parece indicar que cualesquiera votantes que tenga Unió en las elecciones del domingo saldrán en buena parte del 20-22% de antiguos votantes de CIU que no se declaraban independentistas y que ahora abandonarán a la coalición y se irán en su mayoría a Unió y en menor medida a Ciudadanos y al PSC (más algún votante conservador del PP irritado con su enfoque del tema catalán)

Por lo tanto, los flujos de voto entre el bloque nacionalista catalán-unionistas, que siempre habían sido una parte importante en las victorias de CIU y del PSC, tendrán ya en estas elecciones un carácter muy limitado, y los factores más relevantes serán los movimientos intra-bloque (además del anticipado incremento de la participación).

Recordemos antes de empezar ambos movimientos las cifras esenciales de las elecciones de 2012, trasladadas a las nuevas coaliciones de 2015:

Partidos (ahora) independentistas:

JUNTS PEL SÍ (CDC + ERC+ SI): 1.661.221 votos (45,68%)
CUP: 126.435 votos (3,47%) 

Total 2012: 1.787.656 votos (49,15%)

Nota: computamos para JXS todos los votos de CIU.

Partidos unionistas (con los matices que se quiera):

PSC: 524.707 votos (14,43%)
PP: 471.681 votos (12,97%)
CSQEP (antes IC): 359.705 votos (9,89%) 
C's: 275.007 votos (7,56%)
PxC: 60.107 votos (1,65%)
UPyD: 14.614 votos (0,40%)
Unió (no se presentó por separado en 2012): ???

Total 2012: 1.705.821 votos (46,90%) 

Y ahora vayamos partido por partido:

JUNTS PEL SÍ: La coalición CDC-ERC tiene dos posibles puntos de fuga: uno entre bloques: ese 20% más o menos de antiguos votantes de CIU que son no independentistas y que en su mayor parte irán hacia Unió, y en menor medida Ciudadanos o PSC. Y otro intra-bloque: por el flanco de ERC las CUP plantean un desafío respecto de aquellos votantes más de izquierdas a los que les molesta una coalición con CDC y apoyar a Mas como presidente. Todo indica que los resultados de JUNTS PEL SÍ, aunque ganará claramente las elecciones, serán sensiblemente inferiores a ese 1.660.000 votos de 2012, debido a esos dos puntos de fuga.

La captación de votos, por su parte, sólo podrá ceñirse al incremento de participación, dado que en el PSC prácticamente no quedan ya independentistas y el flanco independentista de CSQEP probablemente estará más tentado de votar a las CUP (aunque no es descartable que algunos vayan a parar a JXS).

CUP: A la inversa que JXS, las CUP aspiran a captar voto de tres focos: el ala más izquierdista y radicalmente independentista de ERC, por una parte, y de CSQEP, por otra, así como los antiguos votantes de Solidaritat per la Independència, con un perfil de izquierda independentista muy claro y que ya se mudaron en buena parte al partido en 2012. En cuanto al incremento de participación, tengo mis dudas, porque el elector independentista abstencionista hasta ahora, además de escaso, tenderá a votar útil, es decir, a JXS. En cualquier caso, todo indica que las CUP tendrán una gran subida, pudiendo fácilmente doblar en número de votos sus resultados de 2012.

PSC: Los socialistas, al igual que CIU, tienen dos puntos de fuga, ambos intra-bloque: a su izquierda hacia CSQEP, y hacia su derecha, en dirección a Ciudadanos. Aunque al principio de las elecciones todo parecía indicar que las pérdidas hacia el primer flanco iban a ser mucho más graves que hacia el segundo, uno tiene sus dudas con las encuestas en la mano (a pesar de los problemas que plantean) de que no estén muy equilibradas el domingo entre uno y otro flanco.

Las pérdidas de 2012 que sufrieron en la Cataluña interior a manos de ERC probablemente han terminado con la desaparición del sector nacionalista del partido, pero veremos qué ocurre el domingo. Por otra parte, el incremento de participación, sí se concreta, servirá para mitigar (quizá mucho e incluso del todo) las pérdidas socialistas por este flanco.

El PSC probablemente perderá votos, pero es posible que menos de los que indican las encuestas.

PP: Los conservadores, por su parte, tienen un punto y medio de fuga intra-bloque: uno clarísimo en dirección a Ciudadanos, y el medio (posible, pero pequeño) en dirección a Unió. El PSC sería una opción si estuviera más fuerte, pero parece difícil que se produzca un trasvase directo estando Ciudadanos en medio (aunque ocurrió por ejemplo en parte en las últimas elecciones andaluzas).

En cuanto a la posible captación de votos, se puede producir únicamente por el flanco de PXC, que no se presenta en estas elecciones y para cuyos votantes el perfil anti-inmigrante musulmán de García-Albiol resulta atrayente. El incremento de participación podría beneficiar al PP, pero en los feudos unionistas, sí se produce, en mi opinión tenderá a ir hacia Ciudadanos, PSC y CSQEP, por ese orden.

El PP sufrirá un fuerte retroceso en votos, en resumen.

CSQEP: La coalición de izquierdas, por su parte, que aspiraba a captar voto de ERC y CUP al inicio de la campaña parece estar, por el contrario, perdiendo votos en ese flanco, mientras que la captación de votos se produce respecto del PSC, de los extraparlamentarios (sólo el PACMA, Recortes Cero y Ganemos se presentan en estas elecciones, y los terceros no se presentan por Barcelona siquiera) y muy probablemente del incremento de participación.

CSQEP, al contrario que el PSC, probablemente ganará votos, pero menos de lo que se hubiera esperado cuando se constituyó.

CIUDADANOS: En este caso, la captación de voto se producirá por tres flancos (y medio): muy claramente desde el PP y por el incremento de participación, menos marcadamente desde el PSC, y (quizá) en pequeña medida del flanco menos nacionalista y más de centro de la vieja CIU (el electorado de derechas y católico no independentista votará a Unió).

La subida de Ciudadanos será elevada, especialmente dado que al igual que las CUP y al contrario que los demás partidos, no tienen puntos de fuga.

UNIÓ: Desde un punto de vista puramente especulativo, los democristianos constituyen quizá lo más interesante de estas elecciones. ¿Cuántos son? ¿Dónde están? Su núcleo de votos es evidentemente el pequeño grupo de votantes de CIU que no eran independentistas (20%) y que ahora no van a apoyar a JXS. Pero aún así no parece que vayan a ser capaces de captar ni siquiera ese 20%, que va a derivar también a otras opciones, y es dudoso que acaben entrando en el Parlament.
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Es cierto, como ya señala hoy José Fernández-Albertos en este interesante artículo, que los dos bloques son casi impermeables. De hecho, las únicas previsibles fugas de voto entre ellos, como ya hemos adelantado, son:

1) Los votos que extraiga UDC de la vieja CIU (siendo UDC, con todos los matices, un partido no independentista),

2) Los votos que las CUP (y quizá JXS) puedan arrebatar del sector independentista de IC (ahora integrada en la coalición Cataluña Sí Que es Pot). 

Dicho esto, los dos bloques quedaron ya tan cerca en las últimas elecciones que un pequeño flujo entre ellos alteraría el equilibrio entre ambos (y eso sin contar con la influencia del previsible aumento de participación).

Si comparamos los datos del 2012:

Bloque independentista catalán: 1.787.656 votos (49,15%)
Bloque unionista: 1.705.821 votos (46,90%) 

Y nos limitamos a mover de un bloque a otro el 15% del voto de la vieja CIU a UDC y el 15% del voto de la vieja IC a JXS y/o CUP (una hipótesis totalmente racional), obsérvese lo que sucede:


Bloque independentista catalán: 1.673.813 votos (1.787.656 - 167.439 + 53.956)
Bloque unionista: 1.819.304 votos (1.705.821 + 167.439 - 53.956) 

Y esto, insisto, sin contar con el incremento de participación, que si se repite según el patrón de 2012 (y en la última entrada veremos que eso es previsible), será asimétrico, es decir, que favorecerá más a los unionistas que a los independentistas (en 2012, por cada 41 nacionalistas catalanes anteriormente abstencionistas que fueron a votar, 59 unionistas anteriormente abstencionistas también lo hicieron).

Cuestión distinta es que al final del día pueda existir una mayoría de escaños independentista y una mayoría de votos unionista, pero eso es una función del sesgo favorable a Lleida, Girona y Tarragona en detrimento de Barcelona en el reparto de escaños.

En la última entrada antes de las elecciones, analizaremos si las encuestas que hemos visto en los últimos días están equivocadas o no.

martes, 22 de septiembre de 2015

¿Cómo votan los catalanes?

Resumiendo todo lo que hemos escrito en las entradas anteriores, podemos comprobar que el voto en Cataluña se encuentra tremendamente dividido:


- El voto nacionalista catalán, mayoritario en las elecciones de 2012, es dominante esencialmente:

a) En la provincia de Lleida, a excepción del Valle de Arán y Lleida capital.
b) En la provincia de Girona, a excepción de algunas localidades costeras del sur de la provincia.
c) En el interior de la provincia de Tarragona y en la costa sur de Tarragona desde L' Ametlla de Mar hasta la frontera con Valencia.
d) En el interior de la provincia de Barcelona, más allá del área metropolitana de la capital, y en la costa norte de la provincia.

- El voto unionista, por su parte, es dominante esencialmente:

a) En Lleida, únicamente en el Valle de Arán.
b) En Girona, únicamente en Blanes y Lloret de Mar.
c) En Tarragona capital y en la costa norte entre la frontera con Barcelona y L' Hospitalet de l' Infant.
d) En el área metropolitana de Barcelona, en lugares donde hubo una fuerte inmigración entre 1950 y 1975, siguiendo el eje Castelldefels-Sant Boi de Llobregat-Martorell-Esparreguera-Vacarisses-Terrassa-Sabadell-Granollers-Mataró.

- Por último, en Barcelona capital el voto está sumamente equilibrado, al igual que por ejemplo en Lleida capital y Reus. Sin embargo, y curiosamente, esto ocurre en relativamente pocos sitios. En la mayoría de poblaciones suele haber una clara mayoría nacionalista catalana o unionista.

Los porcentajes de incremento del voto nacionalista/unionista que hemos estado examinando en entradas anteriores se suelen corresponder con la naturaleza de las distintas poblaciones: es decir, en una población en la que ya existía una mayoría nacionalista el incremento del voto tiende a concentrarse entre los nacionalistas y viceversa. Sin embargo, hemos comprobado la existencia de algunas excepciones curiosas (Puigcerdá, Reus, el barrio de Sarrià-Sant Gervasi en Barcelona) que parecen suponer la afloración en 2012 de un cierto voto de clase media-alta o media-baja unionista, según el lugar, incluso en áreas bastante nacionalistas).

El gran elemento diferencial para la orientación del voto en Cataluña en un sentido u otro parece ser, en todo caso, el hecho de la presencia o no de emigrantes de origen del resto de España en una determinada población (con algún matiz muy específico, como las peculiaridades del Valle de Arán o el aluvión de jubilados del resto de España o extranjeros nacionalizados en algunas localidades en la costa sur de Girona o en la costa norte de Tarragona). 

En Lleida y Tarragona capital, en el este de Barcelona capital y en el área metropolitana de Barcelona lo que hallamos son emigrantes e hijos de emigrantes unionistas que por primera vez se molestaron en votar en unas autonómicas en 2012. 

En las áreas con más voto nacionalista catalán hay simplemente menos inmigrantes (los pueblos interiores de Cataluña) y cuando sube la participación como ocurrió hace tres años el voto que aflora también es nacionalista.

Ahora bien, la colisión de estos dos fenómenos crea unas perspectivas muy complejas para las elecciones del domingo, en la que se espera un incremento claro de la participación.

Pero antes de empezar a efectuar predicciones en ese sentido, hablaremos del otro fenómeno relevante en este proceso electoral, además de la participación: los trasvases de votos entre las distintas fuerzas políticas.

La participación en las elecciones catalanas (7): la Barcelona interior

En la séptima entrada de nuestro análisis de la participación en las elecciones catalanas de 2012, pasamos ahora a estudiar el comportamiento del interior de la provincia de Barcelona, más allá del área metropolitana. 

Por última vez, recordemos que el incremento de la participación en las elecciones catalanas de 2012 fue asimétrico, en el sentido de que de cada 100 votantes abstencionistas que pasaron a votar, 41 aproximadamente votaron a partidos nacionalistas catalanes, y 59 a partidos unionistas. 

En la provincia de Barcelona, en cambio, el incremento fue mucho más claro a favor de los unionistas: de cada 100 votantes abstencionistas que pasaron a votar, 32 aproximadamente votaron a partidos nacionalistas catalanes, y 68 a partidos unionistas. 



Por otra parte, el incremento de participación no fue simétrico. En las dos entradas anteriores hemos podido ver que en la ciudad de Barcelona el incremento fue ligeramente mayor del lado unionista y en su área metropolitana, el incremento fue masivamente favorable a los unionistas.

Eso nos deja con la Barcelona interior, que al igual que el área metropolitana es un territorio geográficamente bien determinado en el sentido electoral del término.

Desde la costa sur de la provincia, podríamos situar sus contornos empezando por Sitges-Vilanova i la Geltrú, subiendo por la C-15 hacia Vilafranca del Penedés-Igualada, girando hacia el norte en dirección a Manresa y ya desde allí cogiendo el Eix Transversal hasta Vic y Manlleu y girando bruscamente en dirección al mar, atravesando el Montseny por Sant Celoni hasta llegar a la costa norte de la provincia desde Arenys de Mar y hasta la frontera con Girona.

Dentro de este eje, como veremos, el voto es abrumadoramente nacionalista y el comportamiento electoral es similar al de Girona capital o la Tarragona interior. En líneas generales, cuanto más pequeño el núcleo de población, mayor fue el incremento del voto nacionalista. Lo que ocurre es que, al contrario que el área metropolitana de Barcelona, que abarca casi 2,5 millones de personas, la Barcelona interior está poco poblada.

Veamos, por ejemplo, Manresa, undécima ciudad de Cataluña, que es perfectamente representativa de la zona: 

Bloque nacionalista catalán 2012 (CIU, ERC, CUP, SI): 23.210 votos
Bloque nacionalista catalán 2010 (CIU, ERC, SI, RxCat): 19.738 votos
Diferencia: + 3472

Bloque unionista 2012 (PSC, PP, IC, C's, PxC, UPyD): 11.736 votos
Bloque unionista 2010 (los mismos): 10.781 votos
Diferencia: + 955

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 78,43% (3472/4427)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 21,57% (955/4427)

El mismo fenómeno, pero mucho más exacerbado, lo observamos en Vic, la capital espiritual nacionalista de Cataluña, donde el voto unionista descendió en términos absolutos:

Bloque nacionalista catalán 2012: 14.657 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 11.978 votos
Diferencia: + 2.679

Bloque unionista 2012: 4.230 votos
Bloque unionista 2010: 4.430 votos
Diferencia: - 200

El mismo fenómeno lo encontramos en localidades todavía más hacia el interior y más pequeñas como Berga.

En la costa sur de Barcelona, pasada Castelldefels, el fenómeno es algo más matizado. Veamos Vilanova i la Geltrú:

Bloque nacionalista catalán 2012: 15.991 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 13.213 votos
Diferencia: + 2.778

Bloque unionista 2012: 15.052 votos
Bloque unionista 2010: 12.602 votos
Diferencia: + 2.450

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 53,14% (2778/5228)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 46,86% (2450/5228)

En la costa norte de Barcelona una vez pasamos Mataró, el diferencial es ya más favorable al nacionalismo. Veamos Calella, por ejemplo:

Bloque nacionalista catalán 2012: 5.141 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 4.366 votos
Diferencia: + 805

Bloque unionista 2012: 2.997 votos
Bloque unionista 2010: 2.529 votos
Diferencia: + 468

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 63,24% (805/1273)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 36,76% (468/1273)

En resumen: cuanto más alejada de Barcelona y más hacia el interior, la provincia es más nacionalista. Resulta verdaderamente fascinante comprobar la existencia de una auténtica frontera interior dentro de la propia provincia entre localidades unionistas y nacionalistas, separadas apenas por unos kilómetros de carretera: Vacarisses y Castellbell, Granollers y La Garriga, Terrassa y Matadepera, cuyo electorado depende, evidentemente, de si la emigración del resto de España llegó a la población entre 1950 y 1975 o no.

En la entrada final, efectuaremos un breve resumen de todo lo anterior y responderemos en rasgos generales a la pregunta: ¿Cómo vota Cataluña?

lunes, 21 de septiembre de 2015

La participación en las elecciones catalanas (6): el área metropolitana de Barcelona

En la sexta entrada de nuestro análisis de la participación en las elecciones catalanas de 2012, pasamos ahora a estudiar el comportamiento del área metropolitana de la provincia de Barcelona. 

Recordemos que el incremento de la participación en las elecciones catalanas de 2012 fue asimétrico, en el sentido de que de cada 100 votantes abstencionistas que pasaron a votar, 41 aproximadamente votaron a partidos nacionalistas catalanes, y 59 a partidos unionistas. 

En Barcelona, en cambio, el incremento fue mucho más claro a favor de los unionistas: de cada 100 votantes abstencionistas que pasaron a votar, 32 aproximadamente votaron a partidos nacionalistas catalanes, y 68 a partidos unionistas. 



Por otra parte, el incremento de participación no fue simétrico. Ayer ya comprobamos que en la ciudad de Barcelona el incremento fue ligeramente mayor del lado unionista.

Hoy analizaremos el área metropolitana de Barcelona, no en el sentido institucional del término, sino en el sentido electoral del término, pues se trata de un territorio geográficamente bastante determinado en ese sentido.

Si seguimos el mapa podríamos decir que abarca la costa norte de Barcelona hasta Mataró, sube luego por la C-60 hasta Granollers, gira a la izquierda en dirección Mollet del Vallés- Sabadell-Terrassa-Vacarisses-Olesa de Montserrat-Esparreguera y luego gira bruscamente hacia el sur por la A-2 siguiendo el eje Martorell-Pallejà-Sant Boi de Llobregat, girando por último hacia la costa hasta llegar a Castelldefels.

Dentro de este eje, como veremos, hay algunas localidades cuyos votantes son nacionalistas catalanes, pero la característica general del área es su naturaleza refractaria a dicha ideología. En líneas generales, cuanto más cercano y mayor el núcleo de población a Barcelona, especialmente por el oeste, mayor fue el incremento del voto unionista. 

Veamos, por ejemplo, Hospitalet de Llobregat, segunda ciudad de Cataluña, en la que ocurrió algo que hasta ahora sólo habíamos visto en Vielha: el voto nacionalista descendió en términos absolutos, pese a que la participación subió más de 10 puntos:

Bloque nacionalista catalán 2012 (CIU, ERC, CUP, SI): 27.784 votos
Bloque nacionalista catalán 2010 (CIU, ERC, SI, RxCat): 28.435 votos
Diferencia: - 651

Bloque unionista 2012 (PSC, PP, IC, C's, PxC, UPyD): 78.165 votos
Bloque unionista 2010 (los mismos): 59.749 votos
Diferencia: + 18.416

El mismo fenómeno observamos en otras localidades al oeste de Barcelona, como Castelldefels o El Prat de Llobregat.

Al este de Barcelona, la evolución del voto fue similar, aunque el voto nacionalista catalán creció mínimamente. Veamos los datos de Badalona, tercer municipio de Cataluña:

Bloque nacionalista catalán 2012: 32.682 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 32.031 votos
Diferencia: + 651

Bloque unionista 2012: 63.200 votos
Bloque unionista 2010: 46.857 votos
Diferencia: + 18.416

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 3,41% (651/19067)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 96,59% (18416/19067)

Una vez que nos alejamos de Barcelona por el este los resultados se equilibran algo, pero el predominio del incremento del voto unionista resulta todavía muy conspicuo. Veamos el ejemplo de Mataró, sexta ciudad de la provincia:

Bloque nacionalista catalán 2012: 25.319 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 24.089 votos
Diferencia: + 1.230

Bloque unionista 2012: 31.163 votos
Bloque unionista 2010: 23.325 votos
Diferencia: + 7.838

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 13,56% (1230/9068)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 86,44% (7838/9068)

Si acudimos al norte de Barcelona podemos ver el mismo patrón que al este. Observemos los resultados en Terrassa y Sabadell, cuarta y quinta ciudad de Cataluña. Primero Terrassa:

Bloque nacionalista catalán 2012: 40.888 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 40.165 votos
Diferencia: + 723

Bloque unionista 2012: 59.157 votos
Bloque unionista 2010: 40.820 votos
Diferencia: + 18.337

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 3,79% (723/19060)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 96,21% (18337/19060)

Y ahora Sabadell:

Bloque nacionalista catalán 2012: 44.872 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 41.761 votos
Diferencia: + 3.111

Bloque unionista 2012: 56.511 votos
Bloque unionista 2010: 42.321 votos
Diferencia: + 14.190

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 17,98% (3111/17301)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 82,02% (14190/17301)

Vemos patrones similares en otras ciudades de la zona, como Rubí o Martorell.

En líneas generales, los grandes núcleos de población de este área votaron mucho más unionista. Hay que llegar hasta la décima ciudad de Barcelona hasta encontrar una excepción en Sant Cugat del Vallés:

Bloque nacionalista catalán 2012: 26.161 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 22.227 votos
Diferencia: + 3.934

Bloque unionista 2012: 16.039 votos
Bloque unionista 2010: 13.273 votos
Diferencia: + 2.766

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 58,72% (3934/6700)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 41,28% (2766/6700)

Sin embargo, Sant Cugat es una excepción (la siguiente localidad por tamaño en votar de un modo parecido en la corona metropolitana fue Molins de Rei, que es la 40ª ciudad de la provincia).

En resumen: las grandes ciudades del área metropolitana de Barcelona, con la única excepción de Sant Cugat, votaron claramente a los unionistas y el incremento de participación fue muy mayoritario en favor de éstos. Sólo Sant Cugat y núcleos de población pequeños dentro de la corona (en particular en la costa entre Montgat y Mataró) se inclinaron por los nacionalistas.

En la entrada final, la Barcelona interior, cuyo comportamiento es parecido al de la Girona interior o la Lleida rural.

domingo, 20 de septiembre de 2015

La participación en las elecciones catalanas (5): la ciudad de Barcelona


En la quinta entrada de nuestro análisis de la participación en las elecciones catalanas de 2012, pasamos ahora a estudiar el comportamiento de la provincia de Barcelona, y en concreto de la capital. 

Recordemos nuevamente los datos esenciales: el incremento de la participación en las elecciones catalanas de 2012 fue asimétrico, en el sentido de que de cada 100 votantes abstencionistas que pasaron a votar, 41 aproximadamente votaron a partidos nacionalistas catalanes, y 59 a partidos unionistas. 

Barcelona, que abarca casi el 75% de la población de Cataluña, es, de lejos, la provincia más unionista de ésta:



La participación en toda Cataluña en los comicios de 2012 pasó del 58,78% al 67,76%. En Barcelona, el incremento de participación fue idéntico: se pasó del 58,88% al 68,00% (en otras palabras, Barcelona prácticamente marca la media catalana, lo que es lógico dado su tamaño).

En lo que respecta a la comparación del número de votos, con los datos extraídos de la página web de la Generalitat, sería la siguiente:

Bloque nacionalista catalán 2012 (CIU, ERC, CUP, SI): 1.237.082 votos
Bloque nacionalista catalán 2010 (CIU, ERC, SI, RCat): 1.106.861 votos
Diferencia: + 130.221

Bloque unionista 2012 (PSC, PP, IC, C's, PxC, UPyD): 1.378.356 votos
Bloque unionista 2010 (los mismos): 1.096.539 votos
Diferencia: + 281.817

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 31,60% (130221/412038)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 68,40% (281817/412038)

Al contrario que en las otras tres provincias catalanas, sólo el 47,30% de los barceloneses votaron a candidaturas nacionalistas, y el 52,70% votaron a candidaturas unionistas.

En términos del incremento de participación, el resultado es más marcado si cabe: si en toda Cataluña por cada 41 nacionalistas catalanes anteriormente abstencionistas que fueron a votar, 59 unionistas anteriormente abstencionistas también lo hicieron, en Barcelona las proporciones son muy distintas: por cada 32 nacionalistas catalanes anteriormente abstencionistas que fueron a votar, 68 unionistas anteriormente abstencionistas fueron a votar.

Al igual que en las otras tres provincias, el incremento de participación no fue homogéneo en toda la provincia. De hecho, la provincia de Barcelona tiene tres áreas bastante claramente divididas a ese respecto: la ciudad de Barcelona (ligeramente unionista), su área metropolitana (la región más unionista de Cataluña) y la Barcelona interior, prácticamente indistinguible de la Girona y la Tarragona interior o de la provincia de Lleida (menos su capital) en su nacionalismo catalán.

En esta entrada analizaremos con detalle los resultados en la ciudad de Barcelona (29,30% del total de la provincia):




Bloque nacionalista catalán 2012: 380.877 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 330.884 votos
Diferencia: + 49.993

Bloque unionista 2012: 388.020 votos
Bloque unionista 2010: 332.648 votos
Diferencia: + 55.372

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 47,45% (49993/105365)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 52,55% (55372/105365)

Lo que resulta quizá más fascinante de todo es que la propia ciudad de Barcelona parece un microcosmos de Cataluña. De los 10 distritos de la ciudad:

- Eixample, Gràcia, Les Corts y Sarrià Sant Gervasi son claramente nacionalistas.
- Horta-Guinardó, Sant Andreu, Sant Martí y (particularmente) Nou Barris, son unionistas.
- Ciutat Vella y Sants-Montjuic están muy equilibrados.

Pese a ese hecho, el incremento de la participación no se repartió de la manera que uno hubiera podido esperar superficialmente.

Entre los barrios nacionalistas (entre paréntesis, el incremento de la participación para los nacionalistas y para los unionistas en tanto por ciento):

- Gràcia (84/16) y el Eixample (65/35) se comportaron como Girona o cualquier pueblo de la Catalunya interior.
- En cambio, Les Corts (38/62) y especialmente Sarrià Sant Gervasi (22/78), pese a ser barrios mayoritariamente nacionalistas, vieron un incremento mucho mayor del voto unionista en ellos, equiparable al de Lleida o Reus.

Entre los barrios unionistas:

- En Horta Guinardó (45/55), Sant Andreu (44/56), Sant Martí (46/54) el incremento de la participación favoreció (ligeramente) a los unionistas. En Nou Barris (8/92), de forma muy clara.

Por último, en los barrios más disputados:

- En Ciutat Vella (79/21) el incremento de la participación fue similar al de Gràcia en favor de los nacionalistas y en Sants Montjuic (59/41) aunque menos elevado, también fue muy favorable a los nacionalistas.

En resumen: la Barcelona del oeste tendió a votar a los nacionalistas y la del este a los unionistas, pero con el matiz de que los barrios más ricos de la zona oeste (Les Corts y Sarrià Sant Gervasi) incrementaron su participación en favor de los unionistas más que de los nacionalistas.

En la próxima entrada, el área metropolitana de Barcelona, que es como la Girona interior, pero exactamente al revés.

La participación en las elecciones catalanas (4): Tarragona

En la cuarta entrada de nuestro análisis de la participación en las elecciones catalanas de 2012, pasamos ahora a estudiar el comportamiento de la provincia de Tarragona. 

Recordemos como siempre los datos básicos: el incremento de la participación en las elecciones catalanas de 2012 fue asimétrico, en el sentido de que de cada 100 votantes abstencionistas que pasaron a votar, 41 aproximadamente votaron a partidos nacionalistas catalanes, y 59 a partidos unionistas. 

Tarragona, en ese sentido, es la provincia que más se parece a la media catalana: como veremos a continuación: el reparto del incremento fue favorable a las fuerzas unionistas, aunque en un porcentaje ligeralmente inferior a la media catalana.



La participación en toda Cataluña en los comicios de 2012 pasó del 58,78% al 67,76%. En Tarragona, el incremento de participación fue similar aunque inferior: se pasó del 56,79% al 65,17% (en otras palabras, Tarragona votó unos dos puntos y medio por debajo de la media catalana).

En lo que respecta a la comparación del número de votos, con los datos extraídos de la página web de la Generalitat, sería la siguiente:

Bloque nacionalista catalán 2012 (CIU, ERC, CUP, SI): 186.083 votos
Bloque nacionalista catalán 2010 (CIU, ERC, SI, RCat): 161.659 votos
Diferencia: + 24.424

Bloque unionista 2012 (PSC, PP, IC, C's, PxC, UPyD): 158.286 votos
Bloque unionista 2010 (los mismos): 130.568 votos
Diferencia: + 27.718

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 46,84% (47848/52142)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 53,16% (11868/52142)

El 54,04% de los tarragoneses votaron a candidaturas nacionalistas, y sólo el 45,96% votaron a candidaturas unionistas.

Sin embargo, el incremento de participación fue inverso a este resultado final: si en toda Cataluña por cada 41 nacionalistas catalanes anteriormente abstencionistas que fueron a votar, 59 unionistas anteriormente abstencionistas también lo hicieron, en Tarragona las proporciones fueron que por cada 47 nacionalistas catalanes anteriormente abstencionistas que fueron a votar, 53 unionistas anteriormente abstencionistas fueron a votar.

Tal y como hemos visto en Lleida y Girona, el incremento de participación no fue simétrico dentro de la propia provincia. Tarragona, en ese sentido, es una curiosa mezcla entre Lleida y Girona: más aún que en Lleida, Tarragona capital es mucho más unionista que el resto de la provincia. Por otra parte, y más aún que en Girona, la costa de Tarragona es más unionista que el interior de la provincia (y cuánto más cerca de Barcelona, más unionista). Aunque como siempre, con matices.

Tarragona presenta además una interesante peculiaridad: el hecho de su bicapitalidad. Al igual que en Girona, el voto en Tarragona está muy disperso: Tarragona capital no llega al 17% del total de la provincia. Pero si le sumamos a Reus, juntas componen casi el 30% de la misma (con más peso en la misma del que tiene Lleida respecto de su provincia).

Tarragona y Reus

Las dos "capitales" de la provincia, Tarragona y Reus (especialmente la primera) supusieron casi el 45% del incremento del voto unionista en la provincia. Veamos los datos de Tarragona, extraídos como siempre de la página web de la Generalitat:

La participación pasó del 57,04% en 2010 al 68,16% en 2012 (tres puntos más que la media de la provincia, y ligeramente por encima de la media catalana)

Bloque nacionalista catalán 2012: 23.314 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 22.743 votos
Diferencia: + 571

Bloque unionista 2012: 34.449 votos
Bloque unionista 2010: 27.061 votos
Diferencia: + 7.338

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 7,17% (571/7959)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 92,83% (7338/7959)

En suma: en Tarragona casi todo el incremento del voto fue a parar a los unionistas.

En Reus, la segunda ciudad de la provincia, el incremento está más repartido, aunque todavía es muy favorable a los unionistas:

Bloque nacionalista catalán 2012: 22.519 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 19.749 votos
Diferencia: + 2.770

Bloque unionista 2012: 21.771 votos
Bloque unionista 2010: 16.728 votos
Diferencia: + 5.043

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 35,45% (1458/7813)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 64,55% (1112/7813)

La Tarragona mediterránea

La costa de Tarragona es muy interesante, porque presenta dos perfiles muy dispares: desde la frontera con Barcelona hasta L' Hospitalet de l' Infant, aproximadamente, el incremento del voto fue esencialmente para los unionistas. Desde allí hasta la frontera con Valencia, para los nacionalistas catalanes.

Vayamos casi de una punta a otra: empezando por los datos de El Vendrell, la cuarta ciudad de la provincia y la más cercana a Barcelona (a cuya red de cercanías, de hecho, está conectada):

Bloque nacionalista catalán 2012: 6.600 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 5.755 votos
Diferencia: + 845

Bloque unionista 2012: 8.091 votos
Bloque unionista 2010: 6.357 votos
Diferencia: + 1.734

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 32,76% (845/2579)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 67,24% (1734/2579)

Y llegando hasta Cambrils, quinta ciudad de la provincia:

Bloque nacionalista catalán 2012: 6.093 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 5.378 votos
Diferencia: + 715

Bloque unionista 2012: 6.587 votos
Bloque unionista 2010: 4.861 votos
Diferencia: + 1.726

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 29,29% (715/2441)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 70,71% (1726/2441)

A medida que progresamos por la costa y nos alejamos de Barcelona, los incrementos de votos empiezan a cambiar de orientación cada vez más drásticamente en favor de los nacionalistas catalanes. Veamos los datos de Amposta, novena ciudad de la provincia:

Bloque nacionalista catalán 2012: 5.636 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 5.000 votos
Diferencia: + 636

Bloque unionista 2012: 2.813 votos
Bloque unionista 2010: 2.704 votos
Diferencia: + 109

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 83,62% (636/745)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 16,38% (109/745)

El fenómeno se reproduce de manera más acusada cuanto más pequeña es la localidad (por ejemplo, Sant Carles de la Ràpita o Alcanar, donde el voto unionista descendió en términos absolutos). 

La Tarragona interior

Este fenómeno se repite de manera reiterada en el interior de la provincia. Así, en la tercera localidad de la provincia, Tortosa, nos encontramos con resultados típicos de la Lleida rural o de la Girona interior, en los que el voto unionista disminuye en términos absolutos pese al aumento de la participación:

Bloque nacionalista catalán 2012: 8.262 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 7.086 votos
Diferencia: + 1.176

Bloque unionista 2012: 5.618 votos
Bloque unionista 2010: 5.619 votos
Diferencia: - 1

En Valls, sexta ciudad de la provincia, la situación no es tan drástica, pero sigue siendo netamente favorable al nacionalismo catalán: 

Bloque nacionalista catalán 2012: 7.461 votos
Bloque nacionalista catalán 2010: 6.031 votos
Diferencia: + 1.430

Bloque unionista 2012: 3.782 votos
Bloque unionista 2010: 3.110 votos
Diferencia: + 672

Porcentaje del incremento del voto nacionalista catalán sobre el incremento total en 2012: 68,03% (1430/2102)

Porcentaje del incremento del voto unionista sobre el incremento total en 2012: 31,97% (672/2102)

El mismo fenómeno se puede comprobar en los pueblos del interior, como RoquetesMontblanc o Falset, en algunos casos (como este último, por ejemplo) de manera muy destacada.

En resumen: el incremento de participación en Tarragona fue muy favorable a los unionistas en Tarragona, Reus y la costa norte de la provincia (los incrementos fueron superiores incluso a la media catalana), pero se vio compensado en buena parte por el incremento de la participación en la costa sur de la provincia y particularmente en el interior de la misma a favor de los nacionalistas catalanes.

Las siguientes entradas las dedicaremos a la provincia de Barcelona, dividida en tres partes: Barcelona ciudad, área metropolitana y Barcelona interior.