El martes 19 hubo primarias demócratas en Wisconsin y caucuses en Hawaii. Lo primero, los resultados escuetos en tantos por ciento:
Wisconsin: Obama 58, Hillary 41
Hawaii: Obama 76, Hillary 24.
Empecemos por lo fácil: Hawaii es el estado natal de Obama y el formato era el caucus. La victoria se daba por descontada. Lo que me parece notable es el margen de la victoria, uno de los mayores, en un Estado lleno de asiáticos (que votaron 3 a 1 a Hillary en California). Votaron 37.000 personas, cuando en 2004 votaron 5.000 y cuando los demócratas más optimistas esperaban entre 15 y 18.000.
Wisconsin, de todos modos, era el Estado decisivo del día. La media de las encuestas le daba a Obama entre 4 y 5 puntos de ventaja (excepto una encuestadora desconocida, PPP, que le daba 13, y que salió como la gran vencedora de la noche junto a Obama).
El resultado de Wisconsin es muy preocupante para Hillary, porque el Estado estaba diseñado para ella: con sólo un 6% de negros, y unos votantes blancos de clase más bien media-baja, con menos universitarios que la media americana, Wisconsin era un Estado para que Hillary lo ganara no digo de calle, pero sí con comodidad.
Y lo perdió por 17 puntos. Hillary perdió el voto masculino abrumadoramente, y lo que es más grave, perdió el voto femenino, el voto de las personas que ganan menos de 40.000 dólares al año, el voto de las personas sin titulación universitaria. Tan solo mantuvo a las mujeres de más de 65 años de su lado.
En otras palabras: Clinton no sólo no consiguió arañar apoyos en la coalición de Obama, sino que por el contrario, Obama empezó a obtener apoyos entre los votantes tradicionales de Clinton. Éste quizá sea, en retrospectiva, el momento decisivo de estas primarias, cuando la coalición Clinton empezó a desmoronarse.
El 4 de marzo, como sabéis, votan Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont. Es la última gran primaria, con 370 delegados en disputa en un solo día. Este fin de semana comentaremos con más tranquilidad fortalezas y debilidades de los dos candidatos en esos Estados (además, como en esta campaña las cosas cambian tan rápido, prefiero darme unos días para mantener la perspectiva).
Sin embargo, las cifras básicas son las siguientes:
- Obama, a día de hoy, tiene una ventaja de 160 delegados electos sobre Clinton. Clinton le aventaja en unos 60 superdelegados (senadores, gobernadores, congresistas, miembros del Comité Nacional Demócrata, etc). Obama, pues, lleva unos 100 delegados de ventaja en total.
- Para aspirar a empatar con Obama en delegados electos, Clinton tiene que ganar TODOS los Estados que quedan con el 58% de los votos, más o menos. Cada Estado en el que pierda (Vermont, Mississipi, Carolina del Norte son los tres primeros que me vienen a la mente de entre los que quedan) sube el porcentaje de victoria necesario en los restantes, por supuesto.
- La semana antes de Wisconsin, Clinton lideraba por 17 puntos en Ohio y 10 en Texas. Las encuestas posteriores a Wisconsin muestran una ventaja para Hillary de menos de 9 puntos en Ohio y de menos de 3 en Texas. Clinton ha perdido, por lo tanto, más de la mitad de su ventaja en una semana. Esto no quiere decir que no pueda invertir la situación, pero la verdad, cada día parece más difícil (especialmente, el voto hispano joven de Texas parece que ha empezado a girar hacia Obama. Si eso se consolida, es el fin de los Clinton)
Lo dicho, el fin de semana analizaremos con más detalle el minimartes 4 de marzo, pero anticipemos que Obama es el favorito, incluso si pierde los cuatro Estados (siempre que el margen de derrota sea inferior al 55%)
Por cierto, Bill, siempre ayudando a su esposa, ha dicho ya dos veces que "si no gana en Ohio y Texas, se acabó". Podría haber dicho que con que ganara en uno (yo creo todavía, de hecho, que Hillary ganará Ohio) bastaría, pero no: Bill está siendo una alhaja. Con maridos como éste, Hillary no necesita enemigos...
Wisconsin: Obama 58, Hillary 41
Hawaii: Obama 76, Hillary 24.
Empecemos por lo fácil: Hawaii es el estado natal de Obama y el formato era el caucus. La victoria se daba por descontada. Lo que me parece notable es el margen de la victoria, uno de los mayores, en un Estado lleno de asiáticos (que votaron 3 a 1 a Hillary en California). Votaron 37.000 personas, cuando en 2004 votaron 5.000 y cuando los demócratas más optimistas esperaban entre 15 y 18.000.
Wisconsin, de todos modos, era el Estado decisivo del día. La media de las encuestas le daba a Obama entre 4 y 5 puntos de ventaja (excepto una encuestadora desconocida, PPP, que le daba 13, y que salió como la gran vencedora de la noche junto a Obama).
El resultado de Wisconsin es muy preocupante para Hillary, porque el Estado estaba diseñado para ella: con sólo un 6% de negros, y unos votantes blancos de clase más bien media-baja, con menos universitarios que la media americana, Wisconsin era un Estado para que Hillary lo ganara no digo de calle, pero sí con comodidad.
Y lo perdió por 17 puntos. Hillary perdió el voto masculino abrumadoramente, y lo que es más grave, perdió el voto femenino, el voto de las personas que ganan menos de 40.000 dólares al año, el voto de las personas sin titulación universitaria. Tan solo mantuvo a las mujeres de más de 65 años de su lado.
En otras palabras: Clinton no sólo no consiguió arañar apoyos en la coalición de Obama, sino que por el contrario, Obama empezó a obtener apoyos entre los votantes tradicionales de Clinton. Éste quizá sea, en retrospectiva, el momento decisivo de estas primarias, cuando la coalición Clinton empezó a desmoronarse.
El 4 de marzo, como sabéis, votan Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont. Es la última gran primaria, con 370 delegados en disputa en un solo día. Este fin de semana comentaremos con más tranquilidad fortalezas y debilidades de los dos candidatos en esos Estados (además, como en esta campaña las cosas cambian tan rápido, prefiero darme unos días para mantener la perspectiva).
Sin embargo, las cifras básicas son las siguientes:
- Obama, a día de hoy, tiene una ventaja de 160 delegados electos sobre Clinton. Clinton le aventaja en unos 60 superdelegados (senadores, gobernadores, congresistas, miembros del Comité Nacional Demócrata, etc). Obama, pues, lleva unos 100 delegados de ventaja en total.
- Para aspirar a empatar con Obama en delegados electos, Clinton tiene que ganar TODOS los Estados que quedan con el 58% de los votos, más o menos. Cada Estado en el que pierda (Vermont, Mississipi, Carolina del Norte son los tres primeros que me vienen a la mente de entre los que quedan) sube el porcentaje de victoria necesario en los restantes, por supuesto.
- La semana antes de Wisconsin, Clinton lideraba por 17 puntos en Ohio y 10 en Texas. Las encuestas posteriores a Wisconsin muestran una ventaja para Hillary de menos de 9 puntos en Ohio y de menos de 3 en Texas. Clinton ha perdido, por lo tanto, más de la mitad de su ventaja en una semana. Esto no quiere decir que no pueda invertir la situación, pero la verdad, cada día parece más difícil (especialmente, el voto hispano joven de Texas parece que ha empezado a girar hacia Obama. Si eso se consolida, es el fin de los Clinton)
Lo dicho, el fin de semana analizaremos con más detalle el minimartes 4 de marzo, pero anticipemos que Obama es el favorito, incluso si pierde los cuatro Estados (siempre que el margen de derrota sea inferior al 55%)
Por cierto, Bill, siempre ayudando a su esposa, ha dicho ya dos veces que "si no gana en Ohio y Texas, se acabó". Podría haber dicho que con que ganara en uno (yo creo todavía, de hecho, que Hillary ganará Ohio) bastaría, pero no: Bill está siendo una alhaja. Con maridos como éste, Hillary no necesita enemigos...
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