El pasado día 18 de octubre, Ron Brownstein, un periodista de la revista "National Journal", publicó un artículo absolutamente esplendido sobre los patrones de voto de los norteamericanos durante los últimos cinco ciclos electorales (1988, 1992, 1996, 2000, 2004), basándose para ello en las encuestas a pie de urna, que tenían un universo de entrevistas (entre 13 y 14.000 entrevistados) muy superior al de las encuestas tradicionales.
Para quien tenga ganas de leer todo el artículo (que es largo y está en inglés), ahí va la referencia:
Para quien no tenga tanto tiempo libre, ahí van las grandes conclusiones:
1) Hombres blancos: no es que Obama tenga problemas para captar una mayoría del voto blanco masculino por ser negro, sino por ser demócrata. En las últimas cinco elecciones los hombres blancos han votado por el candidato demócrata en porcentajes misérrimos, oscilando entre el 36 y el 38% de los votos. Por lo demás, los hombres blancos casados votan más a los republicanos que los hombres blancos solteros.
Por otra parte, la titulación universitaria hace al votante blanco algo más propenso a votar demócrata (pero no mucho).
2) Mujeres blancas: algo mejor para los demócratas, pero tampoco es para tirar cohetes. Entre 1988 y 2004, el porcentaje del voto blanco femenino que ha ido hacia el candidato demócrata ha oscilado entre el 40 y el 48% de los votos.
Una vez más, hay diferencias acusadas basadas en el grado de educación: las mujeres con titulación universitaria tienden a votar más por el ticket demócrata que las mujeres sin titulación universitaria, que votaron por Bush en un 60% hace cuatro años.
Una vez más, las mujeres blancas casadas tienden a votar republicano de una manera mucho más acusada que las mujeres blancas solteras, que votan de manera muy clara por los demócratas.
Brownstein señala en el artículo que presidentes como Kennedy, Johnson y Carter obtenían muchos más votos entre los blancos y blancas sin titulación universitaria que entre los titulados. Eso se ha invertido: los republicanos han perdido terreno entre la clase media y media-alta, pero a cambio lo han ganado entre la clase media-baja, mano de obra poco cualificada. Hoy los demócratas ganan el voto de la mayoría de los licenciados universitarios, mientras que los republicanos ganan el voto de la mayoría de los trabajadores manuales sin estudios.
3) Independientes (entendiendo como tales aquellos que no son votantes registrados demócratas o republicanos): las conclusiones se repiten:
- las mujeres independientes tienden a votar demócrata; los hombres, republicano
- los/las independientes casados/casadas tienden a votar republicano, los/las solteros/as, demócrata.
- los independientes con titulación universitaria votan más demócrata; aquellos sin titulación suelen votar más a los candidatos republicanos
- los independientes blancos tienden a votar más republicano (aunque menos que los blancos en general); los independientes de otras razas votan demócrata con claridad.
4) Minorías:
- Hispanos: aunque tradicionalmente votan demócrata, George W. Bush consiguió nada menos que el 40% del voto hispano en 2004 (con resultados especialmente fuertes entre los hombres y entre los casados). Los hispanos católicos tienden a votar demócrata de manera mucho más acusada que los hispanos protestantes (que suelen ser evangélicos y votan republicano en su mayoría).
Una gran diferencia con los blancos: los hispanos con titulación universitaria tienden a votar más por el Partido Republicano que sus homólogos no titulados.
- Negros: aunque éstos tienden a votar demócrata abrumadoramente, varias de las premisas anteriores se mantienen: los hombres negros tienden a votar un poquito más republicano que las mujeres negras (las "welfare moms", como las insultó Reagan), los casados también tienden a votar un poquito más republicano que los solteros. Y al igual que los hispanos (pero contrariamente a los blancos), los negros con titulación universitaria tienden a votar un poquito menos demócrata que sus homólogos sin titulación.
5) Edades: los menores de 30 años votan en su mayoría por el Partido Demócrata, pero hay profundas divisiones entre ellos: los hispanos y los negros votan demócrata en su gran mayoría, pero en cambio los jóvenes blancos suelen votar republicano- un 55% en las últimas elecciones (especialmente los jovenes blancos sin titulación universitaria).
Por su parte, los votantes mayores de 65 años han votado crecientemente por el Partido Republicano (Kerry obtuvo el peor resultado en 20 años en ese grupo), y muy en particular los hombres blancos mayores de 65 años sin titulación universitaria.
Pero el peor grupo para los demócratas son los blancos de entre 30 y 64 años (y especialmente el subgrupo entre 30 y 45, en el que Bush ganó a Kerry 66-33 en las últimas elecciones), una vez más sin titulación universitaria.
Los demócratas obtienen mejores resultados en todos los grupos de edad blancos, sin excepción, entre aquellos votantes que tienen titulación universitaria.
6) Religión: tradicionalmente, los católicos y los evangélicos sureños votaban demócrata y los protestantes norteños republicano. Sin embargo, los evangélicos sureños se pasaron en masa al Partido Republicano a partir de los sesenta, mientras que algunos de los protestantes norteños se movieron hacia los demócratas.
Pese a todo, los católicos todavía votan más demócrata que los protestantes. Pero lo que distingue a los votantes de los dos partidos es, en particular, la práctica religiosa de sus votantes:
- los republicanos obtienen mejores resultados entre hispanos que acuden regularmente a la iglesia que entre aquellos que no lo hacen. Lo mismo es de aplicación para protestantes y católicos: cuanto más practicantes, más republicanos (aunque los protestantes blancos no practicantes siguen siendo mayoritariamente republicanos).
- los demócratas obtienen mejores resultados, lógicamente, entre los no practicantes y entre la pequeña pero creciente minoría atea o agnóstica (o simplemente sin afiliación religiosa) estadounidense (10% de la población media entre 1988 y 2004).
7) En resumen y simplificando mucho: el votante republicano medio es un hombre blanco protestante practicante, casado y sin titulación universitaria (o un hombre hispano casado con titulación universitaria)
Por su parte, el votante demócrata medio es una mujer soltera blanca con titulación universitaria (o hispana o negra sin titulación universitaria), católica no practicante.
Un problema a largo plazo para los republicanos es que su perfil de votante (el WASP: White Anglo-Saxon Protestant) está retrocediendo demográficamente, por lo que en el futuro tendrán que expandir su coalición. Aunque parezca extraño, al Partido Republicano le interesa mejorar la educación para las minorías, porque la estadística muestra que cuanto más nivel educativo del hispano o del negro, mayores son sus posibilidades de votar republicano (al contrario que los blancos, que tienden a votar más republicano cuánto menor es su nivel de estudios).
En ese sentido, los últimos años del Partido Republicano han sido contraproducentes, especialmente en todo lo referido al tratamiento de la minoría hispana, a la que George W. Bush había cultivado con notable éxito, y a la que la postura intransigente del Partido (no del Presidente, insisto) ha alienado profundamente. Es de esperar que en estas elecciones el porcentaje de votantes hispanos republicanos baje del 40 al 30% como mínimo.
Para quien tenga ganas de leer todo el artículo (que es largo y está en inglés), ahí va la referencia:
Para quien no tenga tanto tiempo libre, ahí van las grandes conclusiones:
1) Hombres blancos: no es que Obama tenga problemas para captar una mayoría del voto blanco masculino por ser negro, sino por ser demócrata. En las últimas cinco elecciones los hombres blancos han votado por el candidato demócrata en porcentajes misérrimos, oscilando entre el 36 y el 38% de los votos. Por lo demás, los hombres blancos casados votan más a los republicanos que los hombres blancos solteros.
Por otra parte, la titulación universitaria hace al votante blanco algo más propenso a votar demócrata (pero no mucho).
2) Mujeres blancas: algo mejor para los demócratas, pero tampoco es para tirar cohetes. Entre 1988 y 2004, el porcentaje del voto blanco femenino que ha ido hacia el candidato demócrata ha oscilado entre el 40 y el 48% de los votos.
Una vez más, hay diferencias acusadas basadas en el grado de educación: las mujeres con titulación universitaria tienden a votar más por el ticket demócrata que las mujeres sin titulación universitaria, que votaron por Bush en un 60% hace cuatro años.
Una vez más, las mujeres blancas casadas tienden a votar republicano de una manera mucho más acusada que las mujeres blancas solteras, que votan de manera muy clara por los demócratas.
Brownstein señala en el artículo que presidentes como Kennedy, Johnson y Carter obtenían muchos más votos entre los blancos y blancas sin titulación universitaria que entre los titulados. Eso se ha invertido: los republicanos han perdido terreno entre la clase media y media-alta, pero a cambio lo han ganado entre la clase media-baja, mano de obra poco cualificada. Hoy los demócratas ganan el voto de la mayoría de los licenciados universitarios, mientras que los republicanos ganan el voto de la mayoría de los trabajadores manuales sin estudios.
3) Independientes (entendiendo como tales aquellos que no son votantes registrados demócratas o republicanos): las conclusiones se repiten:
- las mujeres independientes tienden a votar demócrata; los hombres, republicano
- los/las independientes casados/casadas tienden a votar republicano, los/las solteros/as, demócrata.
- los independientes con titulación universitaria votan más demócrata; aquellos sin titulación suelen votar más a los candidatos republicanos
- los independientes blancos tienden a votar más republicano (aunque menos que los blancos en general); los independientes de otras razas votan demócrata con claridad.
4) Minorías:
- Hispanos: aunque tradicionalmente votan demócrata, George W. Bush consiguió nada menos que el 40% del voto hispano en 2004 (con resultados especialmente fuertes entre los hombres y entre los casados). Los hispanos católicos tienden a votar demócrata de manera mucho más acusada que los hispanos protestantes (que suelen ser evangélicos y votan republicano en su mayoría).
Una gran diferencia con los blancos: los hispanos con titulación universitaria tienden a votar más por el Partido Republicano que sus homólogos no titulados.
- Negros: aunque éstos tienden a votar demócrata abrumadoramente, varias de las premisas anteriores se mantienen: los hombres negros tienden a votar un poquito más republicano que las mujeres negras (las "welfare moms", como las insultó Reagan), los casados también tienden a votar un poquito más republicano que los solteros. Y al igual que los hispanos (pero contrariamente a los blancos), los negros con titulación universitaria tienden a votar un poquito menos demócrata que sus homólogos sin titulación.
5) Edades: los menores de 30 años votan en su mayoría por el Partido Demócrata, pero hay profundas divisiones entre ellos: los hispanos y los negros votan demócrata en su gran mayoría, pero en cambio los jóvenes blancos suelen votar republicano- un 55% en las últimas elecciones (especialmente los jovenes blancos sin titulación universitaria).
Por su parte, los votantes mayores de 65 años han votado crecientemente por el Partido Republicano (Kerry obtuvo el peor resultado en 20 años en ese grupo), y muy en particular los hombres blancos mayores de 65 años sin titulación universitaria.
Pero el peor grupo para los demócratas son los blancos de entre 30 y 64 años (y especialmente el subgrupo entre 30 y 45, en el que Bush ganó a Kerry 66-33 en las últimas elecciones), una vez más sin titulación universitaria.
Los demócratas obtienen mejores resultados en todos los grupos de edad blancos, sin excepción, entre aquellos votantes que tienen titulación universitaria.
6) Religión: tradicionalmente, los católicos y los evangélicos sureños votaban demócrata y los protestantes norteños republicano. Sin embargo, los evangélicos sureños se pasaron en masa al Partido Republicano a partir de los sesenta, mientras que algunos de los protestantes norteños se movieron hacia los demócratas.
Pese a todo, los católicos todavía votan más demócrata que los protestantes. Pero lo que distingue a los votantes de los dos partidos es, en particular, la práctica religiosa de sus votantes:
- los republicanos obtienen mejores resultados entre hispanos que acuden regularmente a la iglesia que entre aquellos que no lo hacen. Lo mismo es de aplicación para protestantes y católicos: cuanto más practicantes, más republicanos (aunque los protestantes blancos no practicantes siguen siendo mayoritariamente republicanos).
- los demócratas obtienen mejores resultados, lógicamente, entre los no practicantes y entre la pequeña pero creciente minoría atea o agnóstica (o simplemente sin afiliación religiosa) estadounidense (10% de la población media entre 1988 y 2004).
7) En resumen y simplificando mucho: el votante republicano medio es un hombre blanco protestante practicante, casado y sin titulación universitaria (o un hombre hispano casado con titulación universitaria)
Por su parte, el votante demócrata medio es una mujer soltera blanca con titulación universitaria (o hispana o negra sin titulación universitaria), católica no practicante.
Un problema a largo plazo para los republicanos es que su perfil de votante (el WASP: White Anglo-Saxon Protestant) está retrocediendo demográficamente, por lo que en el futuro tendrán que expandir su coalición. Aunque parezca extraño, al Partido Republicano le interesa mejorar la educación para las minorías, porque la estadística muestra que cuanto más nivel educativo del hispano o del negro, mayores son sus posibilidades de votar republicano (al contrario que los blancos, que tienden a votar más republicano cuánto menor es su nivel de estudios).
En ese sentido, los últimos años del Partido Republicano han sido contraproducentes, especialmente en todo lo referido al tratamiento de la minoría hispana, a la que George W. Bush había cultivado con notable éxito, y a la que la postura intransigente del Partido (no del Presidente, insisto) ha alienado profundamente. Es de esperar que en estas elecciones el porcentaje de votantes hispanos republicanos baje del 40 al 30% como mínimo.
1 comentario:
Pedro, gracias por el artículo como por todos los anteriores.En este te refieres a la "creciente minoría atea estadounidense(10% de la población).Pero el artículo de referencia dice "10 percent of voters-who claim no religious affitiation".No se refiere creo a otras minorías como los musulmanes o inmigrantes de Extremo Oriente, que pueden ser budistas, hindús, confucionistas ...la población de origen asiático es importante en la costa Oeste ...se limita el estudio a protestantes y católicos.No sé por tanto dónde están, o si están en la minoría del 10%.En todo caso sin afiliación religiosa está claro que estarían los agnósticos y no sólo los ateos.Ramón.
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